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Bloomberg — Los varones de entre 21 y 30 años que fuman cannabis de alta potencia con regularidad están más expuestos a manifestar esquizofrenia, revela un reciente estudio basado en casi siete millones de historiales médicos.
Nada menos que un 30% de estos casos de esquizofrenia entre varones jóvenes se habrían prevenido si hubieran eludido el trastorno por el uso de marihuana, de acuerdo con el estudio hecho público este jueves en la revista Psychological Medicine. Según otros estudios, este trastorno, vagamente denominado “consumo habitual de la sustancia, aunque conlleve efectos negativos”, se manifiesta en aproximadamente tres de cada diez consumidores de marihuana. El más reciente estudio, que se basa en los registros médicos de Dinamarca, se añade a la cada vez más amplia investigación sobre los efectos de la marihuana en la salud mental en Estados Unidos y los demás países.
“El entrelazamiento del consumo de sustancias y las enfermedades de carácter mental es un grave tema de sanidad pública que exige acciones urgentes y asistencia a la gente que lo precisa”, manifestó la coautora del estudio, Nora Volkow, que es además directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés).
Aunque la población de Dinamarca no posee una composición tan heterogénea como la estadounidense y los factores genéticos juegan un destacado papel a la hora de determinar el factor de peligro de la esquizofrenia, las conclusiones de este estudio deberían inquietar a todos por igual, señaló Volkow durante una entrevista.
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“La evidencia es lo suficientemente fuerte como para alentar la precaución”, dijo Volkow, particularmente para aquellos con antecedentes familiares de esquizofrenia o síntomas tempranos del trastorno mental.
La esquizofrenia, caracterizada como una pérdida de contacto con la realidad y por síntomas como delirios y escuchar voces, puede ser una condición de por vida que es difícil de tratar. La carga económica de la esquizofrenia en los EE.UU. fue de US$343.200 millones en 2019, más del doble que en 2013, según un estudio publicado en Clinical Journey of Psychiatry.
El estudio es el primero en mostrar la relación entre el trastorno por consumo de cannabis y la esquizofrenia en una gran población. Investigaciones anteriores han mostrado vínculos entre el uso de cannabis con altos niveles de su compuesto psicoactivo THC y la psicosis, la pérdida de contacto con la realidad, que es un síntoma principal de la esquizofrenia. También se cree que consumir cannabis a una edad más temprana y con más frecuencia aumenta el riesgo.
Si bien el trastorno por consumo de cannabis no es responsable de la mayoría de los casos de esquizofrenia en Dinamarca, según el estudio, contribuyó a un número creciente de ellos en las últimas cinco décadas. Hubo una diferencia significativa entre mujeres y hombres; en el grupo de edad de 16 a 49 años, el estudio estimó que el 15% de los casos de esquizofrenia en los hombres podrían evitarse si evitaran el trastorno por consumo de cannabis, pero solo el 4% de los casos se verían afectados en las mujeres.
El hallazgo se produce cuando muchas empresas estadounidenses de cannabis afirman que están aumentando la potencia de sus productos para satisfacer la demanda de los consumidores. Algunos estados de EE.UU. y Alemania han considerado recientemente sobre limitar la potencia de la marihuana.
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En general, se considera que el cannabis no es adictivo y se considera beneficioso para algunos problemas de salud mental. Pero estudios recientes han demostrado que las tasas de adicción al cannabis en los adolescentes son casi las mismas que a los opioides recetados, existen riesgos graves por el humo de segunda mano, el uso de la droga durante el embarazo y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Algunas empresas ven oportunidades para tratar el trastorno por consumo de cannabis.
Los autores dijeron que el creciente número de casos de esquizofrenia que pueden atribuirse al trastorno por consumo de cannabis, que ha aumentado en los últimos 50 años, probablemente se deba al aumento de la potencia del cannabis, así como a más diagnósticos de la afección.
Carsten Hjorthøj, autor principal del estudio, dijo que la legalización ha provocado un cambio de actitud, ya que menos personas perciben que la droga es peligrosa. “Este estudio se suma a nuestra creciente comprensión de que el consumo de cannabis no es inofensivo”, dijo Hjorthøj en un comunicado.
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