El argentino ganó la Copa del Mundo en Catar 2022.
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Bloomberg Opinión — Como muchos latinoamericanos ricos, Lionel Messi se muda a Miami. A diferencia de la mayoría de ellos, sin embargo, podría vivir en cualquier parte - y si se hubiera decidido por Riad, podría haber sido US$1.000 millones más rico. Entonces, ¿por qué el futbolista más famoso del mundo ha decidido poner fin a su carrera en un equipo que marcha último en un país donde el fútbol es, en el mejor de los casos, el cuarto deporte más popular?

El esperado contrato de Messi con el Inter de Miami, de la Major League Soccer estadounidense (MLS), tiene mucho sentido: profesional, personal e incluso económicamente. Me explico.

Primero las razones profesionales. Tras ganar el Mundial en diciembre, Messi lo ha conseguido todo en el fútbol: Balones de Oro, títulos europeos, títulos de liga. Dentro de dos semanas cumplirá 36 años, pero aún puede jugar al máximo nivel un par de años más. Quedarse en el París Saint-Germain de dueños cataríes, donde era silbado habitualmente por los aficionados franceses, no era una opción. Volver al Barcelona, el club de su vida, habría producido el “Último Baile” que deseaban sus seguidores en Cataluña y en todo el mundo (1). Sin embargo, la grave situación financiera del Barça y la complicada política dificultaban un acuerdo.

Eso dejó dos “opciones de dinero” sobre la mesa: El Inter de Miami y Arabia Saudita, país para el que Messi ha hecho algunos trabajos como embajador turístico.

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Messi ya es uno de los deportistas más ricos del mundo, así que quizá ganar más dinero no sea precisamente una prioridad para él. Aun así, hay que tener valor para decir que no a los US$1.000 millones que le ofrecieron los saudíes. Si no me creen, pregúntenle a su némesis Cristiano Ronaldo, o al PGA Tour.

Los detalles del acuerdo de Messi con Miami aún no se han hecho públicos, pero los acuerdos de reparto de beneficios con Apple Inc. y Adidas AG enriquecerían el acuerdo. Podría estar siguiendo el modelo de Pelé -el otro aspirante a mejor jugador de la historia de este deporte, que en 1975 fichó por el Cosmos de Nueva York- y apostar por que el “soccer” despegue por fin en la mayor economía del mundo. También podría estar pensando en David Beckham, que se mudó en 2007 a la MLS, con lo que su carrera llegó a un tranquilo final, pero su celebridad alcanzó un nuevo (y más lucrativo) nivel.

Y por último están las razones personales: Messi es “un hombre de familia, muy estable en su vida personal, por lo que como marca es muy diferente a la de Ronaldo”, afirma Simon Chadwick, profesor de deporte y economía geopolítica en la Skema Business School de París. Messi ya posee un apartamento en Miami y le gusta pasar allí las vacaciones. En Miami, dijo Messi en una entrevista sobre el traslado, él y su familia tendrían un estilo de vida diferente, “disfrutando mucho más del día a día.”

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Por supuesto, Messi sigue siendo un competidor, y jugar para un equipo perdedor en una liga de segunda categoría será duro. ¿De dónde sacará su motivación? La respuesta es clara: sigue siendo el capitán de la selección argentina de fútbol. Ahora disfruta de los focos del éxito tras años de dolorosas derrotas; y tiene el reto de retener la Copa América, que se jugará en Estados Unidos el año que viene. El ambiente de menor intensidad de la liga estadounidense podría incluso prolongar su carrera internacional. El Mundial, recordemos, será en Norteamérica en 2026.

Claro que podría haber ganado más dinero en Riad. Y sí, habría sido emocionalmente satisfactorio para él terminar su carrera en Barcelona. Pero este acuerdo puede permitir a Messi ayudar a Argentina a defender su título mundial. Como compatriota argentino, estoy bastante satisfecho con el cambio de carrera de Messi.

Aclaración: Como hincha incondicional, habría dado mi dedo meñique por verle jugar de nuevo como blaugrana.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg lp y sus propietarios.