Bloomberg — Una delegación israelí encabezada por el jefe de inteligencia del país visitó Egipto, tratando de avanzar en las conversaciones estancadas desde hace tiempo sobre una posible tregua en Gaza, pero regresó sin señales inmediatas de un avance.
Se dice que las conversaciones sobre la tregua entre Israel y Hamás se enfrentan a cuatro puntos conflictivos clave.
La visita del sábado tenía como objetivo proseguir las negociaciones para un alto el fuego en la guerra de casi 10 meses con Hamás, que podría liberar a algunos rehenes en poder del grupo militante respaldado por Irán, dijeron funcionarios israelíes, que pidieron no ser identificados citando lo delicado del asunto.
La delegación regresó a Israel más tarde en el día, dijo uno de los funcionarios, sin proporcionar detalles.
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La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que supervisa al Mosad, no hizo comentarios sobre el viaje de David Barnea, director de la agencia de espionaje. Las autoridades de Egipto, que ha actuado como mediador clave en las negociaciones entre Israel y Hamás, no estaban disponibles para hacer comentarios.
El viernes, la oficina de Netanyahu dijo que Israel y Hamás seguían divididos sobre cómo sería un posible alto el fuego.
El acuerdo propuesto, que cuenta con el respaldo de EE.UU., podría ayudar a reducir la magnitud de las represalias con las que Hamás, su aliado Hezbolá y su patrocinador Irán han amenazado por el asesinato esta semana de militantes de alto rango en Beirut y Teherán.
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Pero la demostración de voluntad de Israel de volver a las conversaciones para un alto el fuego también es un movimiento audaz porque Irán y sus apoderados le culpan del asesinato de un alto negociador de su bando.
Ismail Haniyeh, líder político de la facción palestina, fue asesinado esta semana en Teherán, la capital iraní. Tanto Hamás como la República Islámica han culpado a Israel del asesinato de Haniyeh.
Israel no ha reconocido la responsabilidad de su muerte, aunque ha prometido desde el inicio de la guerra destruir la cúpula del grupo militante.
Demandas opuestas
Israel mantiene que sus fuerzas deben permanecer estacionadas a lo largo de la frontera que separa el enclave palestino del vecino Egipto, incluso después de un posible acuerdo de tregua con Hamás. El Estado judío también exige la creación de un mecanismo para impedir que los combatientes de Hamás regresen al norte de Gaza.
Otro punto conflictivo es el número de rehenes que debe liberar el grupo, que se cree que mantiene cautivas a más de 100 personas. Hamás, designada organización terrorista por EE.UU., asaltó el sur de Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a unas 250 más.
El grupo militante quiere que cualquier acuerdo de tregua acabe por poner fin a la guerra en Gaza, donde más de 39.000 palestinos han muerto desde el comienzo de la guerra, según el ministerio de Sanidad dirigido por Hamás.
Israel ha estado en alerta ante una fuerte escalada de las tensiones con Irán y los grupos militantes respaldados por Teherán tras los asesinatos de esta semana. Hezbolá ha prometido tomar represalias después de que Israel asesinara el martes en Líbano a Fuad Shukr, un alto comandante del grupo militante.
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