El lunes 5 de agosto, los mercados bursátiles del mundo vivieron un día de esos que son difíciles de olvidar, con caídas generalizadas en todo el mundo, que comenzaron en Japón (con el mayor derrumbe del Nikkei desde 1987) y se extendieron por Occidente. Sin embargo, esos miedos parecen haber quedado atrás.
En los últimos días, hubo dos factores que ayudaron a establecer la situación de calma: por un lado, el Banco Central de Japón se mostró menos restrictivo de lo que parecía días atrás, pero además surgieron números que permiten a los inversores esperanzarse con que Estados Unidos no tendrá una recesión.
Pero los temores no se disipan por completo: de hecho, en las últimas horas, el banco de inversión JP Morgan & Chase incrementó las probabilidades de recesión de 25% de ocurrencia a 35%.
Datos positivos desde Estados Unidos
El viernes 2 de agosto se conoció el reporte de empleos de Estados Unidos y el mercado comenzó a interpretar que el país del norte podría entrar en recesión, dado que la tasa de desempleo pasó de 4,1% en junio a 4,3% en julio, activando la Sahm Rule, indicador de que la economía podría contraerse en un futuro cercano.
Otro predictor de recesión que viene asustando es la curva de rendimientos de los Treasuries (bonos del Tesoro), que viene invertida desde hace tiempo. Sin embargo, cuando la curva se aplana o comienza a normalizarse, podría ser un indicador del timing de la crisis, ya que la Fed podría necesitar ser agresiva en la reducción de tasas para mitigar la situación. En este sentido, el spread entre la tasa a 10 y 2 años pasó de -17,6 puntos el jueves previo a reporte de empleos a -2,1 puntos al cierre de ayer. Sin embargo, aquellos temores se vieron algo aplacados esta semana.
“Los datos semanales de desempleo cobran especial relevancia”, señaló un informe del bróker argentino Portfolio Personal Inversiones (PPI). La información a la que hace referencia PPI tiene que ver con que el miércoles 7 de agosto se supo que los reclamos iniciales por desempleo se situaron en 233.000 en la semana que finalizó el 3 de agosto, por debajo de lo esperado (240.000) y desacelerándose con respecto a los 250.000 (dato corregido desde 249 mil) de la semana anterior.
En paralelo, los reclamos continuos por desempleo pasaron de 1.870.000 (dato previo) a 1.875.000 en la semana que concluyó el 27 de julio, en línea con las expectativas.
“Los datos puntuales de esta semana son positivos, y el mercado reacciona en consecuencia”, reseñó PPI. Sin embargo, el estudio aclara que los datos semanales suelen ser muy volátiles, y si se elimina esa volatilidad utilizando promedios, la situación no es tan alentadora. En concreto, a partir de mayo se observa una aceleración en los reclamos continuos por desempleo, ya que el promedio a seis meses pasó desde 1.791.000 a fin de mayo 1.859.000 a hoy.
Algo más preocupante es la sensación que le dejó al bróker Aurum Valores la última tanda de resultados sobre la economía real. Un informe de esta empresa sostiene: “A vistas de una posible recesión, los indicadores de actividad activan alertas en los analistas. El mercado de trabajo da indicios de la mala situación económica con:
- Desempleo subiendo;
- Horas trabajo cayendo;
- Trabajos part-time aumentando, y
- Demanda de trabajo estable”.
Gesto dovish en Japón
El martes 6 de agosto, un día después del lunes negro que comenzó en Japón, el vicegobernador del Banco de Japón (BoJ), Shinichi Uchida, señaló que la volatilidad de los mercados financieros y la apreciación del yen que se vio en la última semana podían afectar el sendero de alzas de la tasa de interés que se había dejado entrever en la conferencia post reunión de la semana previa, en la medida que los mismos afecten las perspectivas para la actividad económica y los precios en Japón.
La apreciación del yen en una economía que importa buena parte de sus insumos y alimentos podría jugar un papel importante en dicho sentido.
Esta situación permitió una depreciación del yen y apaciguó los ánimos que venían tensos, dado que muchos inversores se estaban apalancando en yenes, aprovechando las tasas bajas, para invertir en otros mercados.