Ciudad de México — Petróleos Mexicanos, empresa estatal conocida como Pemex, aumentó el número de trabajadores durante 2024, mientras la compañía registra pérdidas multimillonarias, implementa planes de austeridad, además de que lidia con una abultada deuda financiera y con proveedores.
Las empresas productivas subsidiarias y compañías subsidiarias de Pemex cerraron el año pasado con 129.198 empleados, un aumento de 586 trabajadores más a los observados en 2023, según su reporte de resultados finacieros consolidados al cuarto trimestre de 2024.
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La fuerza laboral de Pemex terminó su racha alcista al final del Gobierno del expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa y cayó 21% durante la administración del priista Enrique Peña Nieto, tendencia que continuó con el exmandatario morenista, Andrés Manuel López Obrador, hasta 2023.
Calderón recibió a Pemex con una producción en descenso de 3,2 millones de barriles diarios, pero cercana a los niveles récord en 2004 de 3,4 millones de barriles de petróleo diarios y con rendimientos significativos entre 2011 y 2012 equivalentes a su deuda financiera actual. El peor año de Pemex en términos de resultados fue 2015 con el régimen fiscal derivado de la reforma energética de Peña Nieto mientras la producción seguía cayendo hacia el piso de dos millones de barriles diarios.
AMLO, como se conoce al expresidente morenista, propuso el rescate de Pemex tras la apertura a la inversión privada del Gobierno anterior para elevar la producción y lograr la autosuficiencia en combustibles. En el camino, ordenó la contratación de 17.000 trabajadores eventuales en forma definitiva mediante un contrato sin plazo de duración a partir de marzo de 2022 y hasta el fin de su administración el 30 de septiembre de 2024.
Plan de austeridad
Víctor Rodríguez Padilla, actual CEO de Pemex, dijo en su primer aparición pública ante medios que la petrolera mexicana está aplicando un “plan de austeridad republicana” mediante la reintegración en una sola empresa con una meta de reducción de egresos de MXN$50.000 millones, unos US$2.440 millones, a través de la compactación de costos y reducción de gastos que resultan redundantes.
“Vamos a tener ahorros muy importantes con la fusión y vamos a tener una empresa más ligera”, declaró el 13 de noviembre de 2024 en una conferencia de prensa de la mandataria mexicana.
Durante marzo de este año, Rodríguez Padilla comentó al diario mexicano El Economista que prevé un recorte laboral de hasta 5%, equivalente a 650 trabajadores de los 13.000 empleados de confianza que tiene la petrolera.
Previamente en febrero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó que no habrá recorte de personal en Pemex, aunque habría una disminución “mayor” de la parte corporativa y “burocracia central” en salarios, pero no en las áreas operativas, durante una conferencia de prensa en Palacio Nacional, Ciudad de México.
Bloomberg Línea consultó a Pemex sobre el tema, pero no obtuvo respuesta.
Jorge Alberto Aguilar, director corporativo de Planeación, Coordinación y Desempeño de la compañía, señaló que Pemex atraviesa una situación “retadora” y enfrenta problemáticas operativas y de productividad, además de “restricciones de presupuesto”, durante una llamada con analistas en febrero.
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La petrolera dirigida por Rodríguez Padilla reportó pérdidas por US$38.500 millones durante 2024, 26% más de lo que informó en febrero pasado.
Pemex produjo 1,67 millones de barriles diarios de crudo y condensados hasta el 31 de diciembre de 2024, una caída de 10% o 186.000 barriles diarios frente al 2023, presionada por el declive de sus campos maduros Maloob, Zaap y el nuevo Quesqui, además de retrasos en la terminación de pozos profundos, con alta presión y temperatura.
Sheinbaum, sucesora política de López Obrador, estableció un límite de producción petrolera de 1,8 millones de barriles por día con el fin evitar más contaminación.
Para 2025, la compañía prevé una inversión de US$10.500 millones.
Cuestionado sobre la intención de aumentar la producción con un menor monto de inversión este año, Néstor Martínez, director de Exploración y Producción, comentó que Pemex se recargará en la posibilidad de alianzas con el sector privado para obtener más recursos tanto técnicos, de capacidad, de desempeño y financieros.
“Ya hemos avanzado muchísimo a nivel del análisis de los posibles campos que pudieran ser susceptibles de este tipo de proyectos”, señaló el excomisionado del regulador petrolero CNH a analistas.
AMLO se opuso a las subastas de áreas petroleras y alianzas de Pemex con empresas privadas durante su gestión, aunque al final de su administración flexibilizó su postura e incluso ancló algunas alianzas con el magnate mexicano, Carlos Slim Helú.
Pemex es la petrolera más endeudada del mundo con un pasivo financiero de US$97.600 millones, además de adeudos por US$20.000 millones con proveedores y contratistas que se han ido pagado parcialmente durante el primer trimestre del año.