AMLO y Larry Fink: la relación del presidente de México con el jefe de BlackRock

El líder de la mayor gestora de fondos a nivel global ha reconocido su “amor” por México y ha llevado buena relación con el mandatario desde que era candidato presidencial.

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Ciudad de México — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunió este martes con Larry Fink, uno de los hombres más poderosos de Wall Street.

Fink preside BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, que solo en América Latina tiene US$102.000 millones invertidos en sus principales mercados en la región.

En México, BlackRock es uno de los principales inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores y a través de instrumentos listados en el mercado accionario mexicano ha recabado recursos que son utilizados en inversiones en proyectos de infraestructura carretera, penitenciaria, logística y de salud.

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BlackRock también tienen intereses en proyectos locales de transporte de gas natural y energías renovables, sectores en los que el Gobierno mexicano ha mostrado una actitud revisionista.

BlackRock presentó en 2020 una propuesta para construir el Tramo 5 del Tren Maya, uno de los proyectos insignia de López Obrador, pero sus intenciones fueron desechadas debido a que la propuesta económica no cumplió con algunos requerimientos, de acuerdo con el Gobierno.

Una relación de colegas

López Obrador y Fink se conocieron en una reunión a mediados de 2018, cuando AMLO aún era candidato a la Presidencia de México.

Tras las elecciones, Fink, de 69 años, y AMLO, un año menor, volvieron a reunirse en 2019, durante el US-Mexico CEO Dialogue. Durante ese encuentro, AMLO compartió con Fink detalles sobre proyectos clave, como la ampliación de cobertura de conectividad a nivel nacional y el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, en el sur del país.

Un año después, en medio de la llegada de la pandemia en México, sostuvieron un encuentro remoto, en presencia del canciller, Marcelo Ebrard y Samantha Ricciardi, en aquel entonces CEO de BlackRock México.

Discutieron cómo hacer frente al Covid-19, el papel de la Organización de las Naciones Unidas, la responsabilidad de los actores políticos y financieros ante la pandemia y un plan de apoyo a los países en desarrollo, semejante al Plan Marshall, que se implementó para la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

El inversionista y el presidente encontraron puntos en común. Ambos, por ejemplo, estudiaron ciencias políticas. Esto se ha traducido en una calidez no muy común de AMLO hacia el sector privado, en particular a los hombres del dinero.

En una carta que Fink envió a AMLO tras su encuentro inicial, el estadounidense consideró un honor que el presidente de México se refiriera hacia él como su tocayo, mientras que el presidente se ha referido a Fink como colega.

Larry Fink, quien por un tiempo fue estudiante en México, ha manifestado públicamente su cariño hacia el país.

“Mi corazón siempre ha estado en México… aprendí, vi toda la belleza del país, la belleza de su gente y realmente amo profundamente a México”, dijo durante una Convención Bancaria organizada por la Asociación de Bancos de México, antes de la pandemia.

Fink, contra el cambio climático y el populismo

Larry Fink, originario de Los Ángeles, California, ha marcado una ruta clara al respecto de sus inversiones en materia de cambio climático. BlackRock ha hecho públicas sus intenciones de votar en contra de compañías que presenten información insuficiente en materia de lucha contra el este.

El líder de la gestora de fondos se unió a la recaudación que hizo Bill Gates para conseguir apoyo para algunos de los proyectos de energía limpia más demandantes del mundo.

BlackRock se comprometió a otorgar una subvención de US$100 millones durante cinco años a la fundación benéfica del fundador de Microsoft.

También, a principios de este año, en otro evento de la Asociación de Bancos de México, señaló al populismo como una variable en contra para atender el calentamiento global.

“En este populismo, cada vez mayor, no vemos gobiernos democráticos en todo el mundo enfocados en estos problemas, si no los enfocamos hoy en 30 años vamos a tener muchísimos problemas”, dijo Fink en la 83 durante la Convención Bancaria.

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