Tegucigalpa — La próxima audiencia contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido fijada para el 10 de mayo a las 11:00 am (GMT) por parte del juez de instrucción del Tribunal Federal del sur de Nueva York, Stewart D. Aaron, quien ordenó que el exmandatario permanezca detenido por cargos relacionados al tráfico de drogas y armas.
Hernández, de 53 años, fue extraditado ayer desde Honduras a Estados Unidos y hoy, asistido por un intérprete, tuvo una breve comparecencia judicial de forma virtual ante el juez Aaron.
Durante la misma, que duró solamente 12 minutos, el expresidente, vestido con una chaqueta azul y camisa color claro, dijo que conocía los cargos por los que está siendo acusado y que le pueden costar la cadena perpetua.
Hernández, alguna vez fue considerado por las autoridades de Estados Unidos como un aliado clave en la guerra contra el narcotráfico, será acusado de tres cargos, informó ayer el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Primero, de conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos, lo que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 10 años y una sentencia máxima de cadena perpetua.
Segundo, de usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración para importar cocaína, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína, que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 30 años y una sentencia máxima de cadena perpetua.
Y tercero, de conspiración para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración de importación de cocaína, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína, que conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua.
El expresidente de Honduras, que dejó el cargo el 27 de enero, estuvo atento a las explicaciones de su abogado Raymond Colón, quien comunicó al juez Aaron que Hernández “por el momento” acepta la detención pero “se reserva el derecho a pedir salir bajo fianza”.
El juez Aaron recordó a los fiscales del caso la importancia de entregar las pruebas a la defensa de Hernández de forma pronta para que estas puedan ser revisadas a tiempo por el acusado y que tenga la posibilidad de responder a ellas en un posible juicio.
Hernández siempre ha negado estar involucrado
La acusación formal de EE.UU. alega que desde al menos entre 2004 y 2022, Hernández “participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos”.
El exmandatario “supuestamente recibió millones de dólares para usar su cargo público, las fuerzas del orden público y el ejército para apoyar a las organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares, señala un comunicado del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Hernández “supuestamente se asoció con algunos de los narcotraficantes más prolíficos del mundo para construir un imperio corrupto y brutalmente violento basado en el tráfico ilegal de toneladas de cocaína a los Estados Unidos”, expresó el fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, en declaraciones recopiladas en el mismo comunicado.
La nota agregó que Hernández usó sus vastos poderes políticos para proteger y ayudar a los narcotraficantes y líderes de cárteles, alertándolos sobre posibles interdicciones y permitiendo la violencia fuertemente armada para apoyar su tráfico de drogas.
Horas antes de ser extraditado, la esposa de Hernández, Ana García Carías compartió en redes sociales un video que mostraba al expresidente diciendo ser inocente. “He sido y estoy siendo sometido a un proceso de manera injusta”, expresaba en la grabación.
También hoy, al finalizar la comparecencia virtual, la exprimera dama de Honduras compartió una carta escrita a mano por Hernández agradeciendo a quienes creen en su inocencia.