Bloomberg — Los inversores se están apresurando a comprar dólares después de que la inflación de EE.UU. se acelerara en mayo hasta un nuevo máximo de 40 años, lo que aumenta la presión sobre la Fed para que sea más agresiva a la hora de subir las tasas de interés.
Un indicador clave del dólar se disparó un 0,8% el viernes y se dirige a su mayor ganancia en cinco semanas, después de que los precios al consumo en EE.UU. se aceleraran un 8,6% respecto al año anterior, superando las estimaciones.
La fortaleza del dólar hizo caer a casi todos sus pares del Grupo de los 10 y de los mercados emergentes. El índice de divisas en desarrollo de MSCI Inc. va camino de sufrir su peor día desde principios de mayo. A la cabeza se ubican las pérdidas del real brasileño y el rand sudafricano.
“Los mercados están cambiando las expectativas hacia una tasa terminal más alta de la Reserva Federal. Eso favorece al dólar estadounidense y es malo para los activos de riesgo”, dijo Bipan Rai, jefe de estrategia de divisas del Canadian Imperial Bank of Commerce. “La necesidad de llevar los ajustes a territorio restrictivo ha aumentado”.
La libra esterlina lideraba las pérdidas entre las monedas del Grupo de los 10, debilitándose hasta un 1,4% para tocar su nivel más bajo en tres semanas, ya que los operadores apuestan a que la autoridad monetaria local quedará por detrás de sus pares mundiales en la carrera por aumentar las tasas de interés. El rand sudafricano, un indicador del riesgo en el mundo en desarrollo, perdió más de un 2,3% el viernes, el máximo en más de un mes.
La carrera para hacerse con los dólares se produce cuando los contratos de swaps que hacen referencia a las fechas de las reuniones de la Fed vuelven a cotizar a niveles que sugieren que el banco central subirá las tasas en 50 puntos básicos también septiembre (ya se esperaba que lo hiciera en junio y julio) con cierto riesgo de un aumento de tres cuartos de punto en los próximos meses.
Esto contrasta con la postura más moderada del Banco de Japón, que ha redundado en que su moneda haya perdido atractivo como refugio. El yen japonés subió el viernes frente al dólar, pero sigue cotizando cerca de su mínimo en 20 años. El franco suizo tampoco está atrayendo a los operadores: el viernes cayó hasta un 1%, lo que supone una sexta caída consecutiva frente al dólar.
“Con las tasas de interés en EE.UU. mucho más altas y las acciones mucho más bajas, el dólar es un refugio seguro”, dijo Brent Donnelly, presidente de Spectra FX Solutions. “El único refugio seguro que queda es el dólar estadounidense”.