Bloomberg — Los sobrevivientes del desplome de las criptomonedas podrían convertirse en las empresas tecnológicas del futuro, rivalizando con Amazon .com Inc. (AMZN) y eBay Inc. (EBAY) según el vicegobernador del Banco de Inglaterra (BOE por sus siglas en inglés), Jon Cunliffe.
Cunliffe comparó el desplome que ha borrado más de US$1 billón de valor del bitcoin (XBT) y otras criptomonedas este año con el colapso de las puntocom a principios del milenio.
“Para mí, la analogía es el boom de las puntocom, cuando se borraron US$5 billones de los valores”, dijo Cunliffe en el Foro Punto Cero de Zúrich el miércoles. “Muchas empresas se fueron, pero la tecnología no desapareció. Volvió 10 años después, y las que sobrevivieron, entre esas Amazon y eBay, resultaron ser los actores dominantes.”
El funcionario enfatizó que la tecnología cripto tiene “enormes aplicaciones y potencial dentro del sector financiero”, aunque el mercado se tambalee en estos momentos.
“Pase lo que pase en los próximos meses con los criptoactivos, espero que la criptotecnología y las finanzas continúen”, dijo Cunliffe. “Tiene la posibilidad de generar enormes eficiencias y cambios en la estructura del mercado”.
El Banco de Inglaterra está desarrollando planes para lanzar su propia moneda digital de banco central (CBDC) minorista y entregará un documento de consulta a finales de año.
Una de las cuestiones clave que se está investigando es si se debe producir una CBDC totalmente independiente con una rampa de acceso a dinero fiduciario o sólo “algo que sea lo suficientemente flexible” para ser utilizado en stablecoins privadas.
Cunliffe puso como ejemplo las stablecoins que se integran en la cadena de suministro y los sistemas logísticos para maximizar la eficiencia. “No podríamos ofrecer algo que haga todas esas cosas”, dijo.
“La pregunta es: ¿Es mejor tener stablecoins privadas para estar más optimizados en ciertas áreas, que luego se vinculan de nuevo a un libro mayor del banco central de alguna manera? ¿O deberíamos proporcionar la base?” dijo Cunliffe.
La gran cuestión filosófica a la que se enfrentan los reguladores es si deben permitir una “liquidación totalmente desintegrada”, lo que significaría regular el código de inteligencia artificial que hay detrás de la tecnología de las criptomonedas.
“Tengo la misma confianza en eso que en un avión sin piloto totalmente automatizado de Londres a Zúrich, o en un auto totalmente sin conductor”, dijo. “Quiero saber dónde está la responsabilidad... si algo va mal y me estrello”.
“Mi sensación es que eso será muy difícil de cruzar para el sistema regulador en un futuro próximo”.
Este artículo fue traducido por Andrea González