Estuvo tres años al frente de Chemours México, una empresa estadounidense de soluciones químicas. Este año, pese a tener la planta más grande de producción de bióxido de titanio del mundo en Tamaulipas, no logró instalar una planta de cianuro de sodio en La Laguna, Durango, ante la resistencia de comunidades locales. En diciembre de 2021, Chemours vendió su negocio de soluciones mineras a la checa Draslovka por US$521 millones. Márquez, desde ese mismo mes, funge como directora comercial global.