Bloomberg — Los precios de la gasolina en Estados Unidos han bajado desde sus máximos registrados este verano boreal, pero Joe Biden cree que pueden hacerlo más. En esa línea, el lunes repitió sus demandas para que las compañías petroleras bajen sus precios.
En agosto, los futuros del petróleo en EE.UU. cayeron un 9,2%. Los precios de la gasolina durante el mismo mes también bajaron, un 9,2%, según datos de la Asociación Americana del Automóvil. No obstante, dijo Biden, los precios siguen siendo desiguales en todo el país. En concreto, son más altos en los estados del oeste debido a la falta de capacidad de refinado.
“En el último mes, el precio del petróleo en todo el mundo ha bajado”, dijo Biden en una reunión del Consejo de Competencia de la Casa Blanca. “Sin embargo, no hemos visto los precios más bajos reflejados en el surtidor. Mientras tanto, las compañías petroleras y de gas siguen obteniendo beneficios récord: miles de millones de dólares de beneficios.”
“Mi mensaje es sencillo”, dijo Biden. “A las empresas que dirigen las gasolineras y que fijan esos precios en el surtidor: Bajen los precios que están cobrando en el surtidor para reflejar el coste que pagan por el producto. Háganlo ahora”.
Las palabras de Biden se hacen eco de los comentarios que hizo a principios de este año cuando los precios medios de la gasolina en EE.UU. se dispararon, alcanzando más de US$5 por galón en junio. La Casa Blanca dedicó un esfuerzo considerable a intentar invertir la tendencia, incluyendo la liberación masiva de petróleo almacenado y un acercamiento diplomático a Arabia Saudita en busca de producción adicional.
Los precios de la gasolina han bajado desde ese máximo en más de US$1 de media, ayudados por el descenso de los precios internacionales del petróleo en medio del impacto de los continuados confinamientos por el Covid-19 en China y la especulación sobre los efectos de una desaceleración económica mundial.
Sin embargo, también hay indicios de que los precios de la gasolina en EE.UU. están tocando fondo después de que subieran ligeramente la semana pasada. Para Biden, esto supone el riesgo de que los precios del gas vuelvan a ser un tema político de cara a las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
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