Lula da “señales contradictorias”, pero economía iría mejor a lo esperado: Eurasia

Según Christopher Garman, director para las Américas de la consultora, Gobierno debe impulsar agenda de recaudación y control de gastos más allá de lo que marca el mercado

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Bloomberg Línea — La gestión de la economía en el gobierno entrante de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil no sería tan negativa como vaticinan algunos profesionales del mercado financiero, según el politólogo Christopher Garman, director para las Américas de la consultora de riesgo político Eurasia.

Garman indicó a su vez que el próximo ministro de Finanzas, Fernando Haddad, “impulsará una agenda mejor de lo esperado para los ingresos y también el control del gasto”.

“Por supuesto, el equipo económico tiene un perfil más en línea con el Partido de los Trabajadores y el mercado tiene una lectura de riesgo de una política fiscal más expansiva, de cuentas públicas descontroladas. Pero debemos tener cuidado de no sacar conclusiones exageradas”, declaró Garman en una entrevista con Bloomberg Línea.

Para Garman, el ministerio que Lula ha presentado hasta ahora puede explicarse por dos ejes:

  • El presidente electo ha tenido dificultades para encontrar nombres con credibilidad en el mercado, con algunas invitaciones rechazadas;
  • Lula quiere gente de “alta confianza” a su alrededor.

Según el politólogo, como el nuevo Gobierno no ha conseguido atraer nombres que aporten credibilidad al equipo, “se frustraron las expectativas de que se reuniera una coalición amplia”.

Uno de los nombres que se barajaba era el del economista André Lara Resende, uno de los creadores del Plan Real – que estabilizó la moneda brasileña – que inicialmente se negó a asumir el Ministerio de Planificación.

También fue el caso del empresario Josué Gomes da Silva, presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), principal ejecutivo de Coteminas e hijo de José Alencar, que fue vicepresidente de Lula en sus dos primeros mandatos. Se habría negado a hacerse cargo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio, vuelto a crear, que acabó con el vicepresidente Geraldo Alckmin.

Se esperaba que el Ministerio de Educación y Desarrollo Social, por ejemplo, se mantuviera con aliados, especialmente la senadora Simone Tebet, que, tras haber sido la tercera candidata más votada en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pasó a apoyar a Lula en la segunda vuelta.

Pero de momento no ha sido así, aunque aún quedan 17 ministros por anunciar. El Ministerio de Educación quedó con el senador electo Camilo Santana, y el Ministerio de Desarrollo Social con el senador Wellington Dias, cuyo mandato expira a finales de enero.

‘Señales contradictorias de Lula’

“Son señales contradictorias”, dijo Garman. “Al poner en el ministerio a personas de su confianza, Lula debe ver un escenario difícil por delante. Pero eso evidentemente crea malestar en los aliados. Es un delicado equilibrio entre abrir las puertas a gente de su confianza y no a los aliados”, dijo.

“En cuanto a la política económica, es una señal preocupante. El nuevo ministro de Finanzas ha reunido un equipo de personas experimentadas, pero sin ningún gran nombre con credibilidad del mercado, aunque es demasiado temprano para concluir que la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) del Waiver [más conocida como PEC de Transición] es una señal de que la política económica va a seguir una trayectoria preocupante para la deuda”, dijo Garman.

En el aspecto estrictamente político, según el director de Eurasia, “todo se vuelve más difícil”. “El gobierno pagará un precio por montar un ministerio que no inspira confianza en la conducción de la economía. Esto se traduce en una curva de interés más alta, y el sector privado se vuelve más inquieto”.

La recaudación es la prioridad

Según el politólogo, Haddad da señales de que pretende dar prioridad a la recaudación. El lunes passado (19), anunció que la procuradora de las Finanzas Anelize Lenzi Ruas de Almeida será la procuradora general del Tesoro Nacional (PFGN). La PGFN se encarga de la representación jurídica del Gobierno Federal. Es el organismo que cobra las deudas tributarias en los tribunales y en los órganos administrativos.

Almeida está en la PGFN desde 2006 y ha trabajado en la gestión de la Deuda Federal Activa, el departamento que monitorea a todos los deudores de impuestos federales. La Deuda Activa se sitúa en unos 2,7 billones de reales, según un informe de riesgo fiscal divulgado en noviembre por la Secretaría del Tesoro.

Durante el mandato de Anelize Almeida como gestora de la Deuda Activa, se crearon mecanismos para negociar e incentivar el pago de impuestos, como las Reglas Diferenciadas para el Cobro de Créditos (RDCC), un conjunto de normas para agilizar las operaciones de la Procuraduría del Tesoro; el programa de cumplimiento del contribuyente, que premia el pronto pago de impuestos; y la calificación de deudas, que clasifica los créditos fiscales según la posibilidad de pago por parte del deudor.

El informe de riesgo fiscal del Tesoro señaló que el stock de demandas judiciales contra el Gobierno Federal creció 39% desde el año pasado hasta ahora, con un total de 2,9 billones de reales en discusión De ese total, 528 mil millones de reales son considerados de “riesgo probable” de derrota para el Gobierno Federal, y el resto, de derrota “posible”.

En la rueda de prensa en la que anunció la nueva PGFN, Haddad dijo que quiere “estructurar un grupo de seguimiento del riesgo fiscal en Brasil” para “componer un equipo que actúe con más firmeza ante los tribunales para reducir el riesgo fiscal de las decisiones judiciales”.

“Poca gente da la debida importancia a la necesidad de una actuación muy fina de la PGFN en la defensa del Tesoro Nacional”, dijo Haddad. “La PGFN y la Hacienda Federal serán dos órganos muy importantes para la reestructuración de nuestra agenda fiscal. Tendremos leyes más claras, lucharemos contra la evasión fiscal, recuperaremos créditos fiscales y tendremos una actuación ejemplar en los tribunales”, añadió.

Haddad anunció los nombres de su confianza para las áreas relacionadas con la recaudación de impuestos El Secretario de la Hacienda Federal será el abogado Robinson Barreirinhas, que trabajó con Haddad cuando era Secretario de Hacienda del Municipio de São Paulo, en el Gobierno de Marta Suplicy.

Alckmin y el diálogo con la industria

Otro nombre que ha llamado la atención en la gestión económica del nuevo Gobierno Lula es el del vicepresidente Geraldo Alckmin. El jueves (22), el presidente electo anunció que su vicepresidente ocuparía el cargo de ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC), que será recreado tras extinción en el gobierno de Bolsonaro.

Hubo cierta sorpresa, ya que Lula y Alckmin habían declarado que el vicepresidente no debía ocupar ministerios, sino ser un aliado del presidente en la gestión del país. Pero el anuncio se produjo después de que empresarios del sector rechazaran la invitación para encabezar el ministerio.

Una fuente vinculada a Lula y próxima a los dirigentes del PT dijo a Bloomberg Línea que Alckmin era una opción para dar tranquilidad a Lula en la relación con la industria. Es un sector que apoyó a Bolsonaro durante todo su gobierno y se concentra en São Paulo, estado que Alckmin gobernó durante 13 años.

Según Christopher Garman, Eurasia “ve con buenos ojos” el nombramiento. “Alckmin y Haddad tienen una buena relación y deben hacer una buena dupla en el gobierno”, analizó el politólogo.

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