Caracas — Como cada primero de mayo, sectores trabajadores en Venezuela protagonizaron movilizaciones en todo el país con exigencias de mejoras salariales y beneficios ante la fuerte caída del bolívar que repercute en el ingreso mínimo, el que actualmente equivale a US$5,20.
Profesionales de la salud, educadores y empleados públicos se concentraron en el centro de la capital venezolana para una marcha convocada hasta el Ministerio Público. Entre sus peticiones, con carteles, cantos y recreaciones, pedían un aumento de al menos 7.000% en cuanto a sus salarios calculados en divisas.
Entre US$400 y US$1.040 fueron algunos de los comentarios de los presentes sobre lo qué debería ser el aumento, quienes actualmente perciben un ingreso entre 130 bolívares y 600 bolívares (US$24 según el tipo de cambio oficial).
“Tenemos un año que no nos aumentan el sueldo. Cobro 300 bolívares la quincena y soy licenciada en enfermería con más de 18 años en la administración pública. Ese nuevo aumento que puede ser hoy de US$30 no nos alcanza, porque ya mañana aumentan los productos, por más que aumentan, no se ajusta a la realidad”, dijo Gregoria Soto, trabajadora en el Hospital Victorino Santaella.
Las expectativas en relación a un anuncio de aumento salarial se percibían en la protesta, cercana a una concentración oficialista en una de las principales avenidas de Caracas, que acudiría luego a un encuentro para la alocución de Nicolás Maduro.
“Es posible”, dijo una fuente del Ministerio de Trabajo de la administración oficialista en relación a esa declaración esperada por centrales sindicalistas y trabajadores, quienes han estado en continuas mesas de trabajo monitoreadas por representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) durante los últimos meses.
Tanto el personal sanitario como el educativo reconoce que los US$400 exigidos aunque no serán sostenibles en el transcurso del año, permitirán una mejora frente al monto que estaría aprobado para ser anunciado hoy, el que se ubica entre US$30 y US$45.
“Me compré un muslo de pollo, 100 gramos de leche, 100 gramos de café, medio kilo de tomate, medio cartón de huevos y el pasaje. Para eso me alcanzaron US$30. Es por eso que debemos insistir, en la fuerza está la unión”, comentó Aneida Hernández, egresada de medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y jubilada actualmente.
A principios del año, en su rendimiento de cuentas ante la Asamblea Nacional de mayoría chavista, Maduro se refirió a los esfuerzos de su gobierno en medio de las sanciones económicas impulsadas por Estados Unidos, para lograr ajustes de beneficios de sus trabajadores, precisamente a través de las bonificaciones sociales asignados a través del Sistema Patria.
Las protestas laborales que han venido en incremento desde entonces, intentaron ser apaciguadas con anuncios desde la vicepresidencia o ministerios educativos de supuestas discusiones salariales que no arrojaron resultados.
Luego de ello, fue destapada una red de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) con más de 60 detenidos y la renuncia del ministro de Petróleo, Tareck El Aissami. La trama sugiere una pérdida multimillonaria para el país en transacciones petroleras.
“No queremos más bonos, no nos ayuda en nada. Ellos tienen para aumentar, la plata la hay para pagarnos a nosotros, sacan para otras cosas que no son necesarias”, indicó Arquímedes Carmona, trabajador del sector cultura.
La cesta básica venezolanase ubicaba en abril del año pasado en más de US$1.000 para una familia de cinco personas, de acuerdo a un cálculo del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros Venezolanos (Cendas-FMV), y a juicio de los usuarios ha sido una cifra que ha continuado en aumento a la par de una devaluación de la moneda local que afecta incluso la pérdida del valor de la divisa.