Bloomberg — El presidente Gustavo Petro está tratando de construir apoyo popular para su intento de reformar la constitución de Colombia, lo cual enfrenta grandes obstáculos legislativos y judiciales.
Con su popularidad disminuyendo después de un año y medio en el poder, Petro captó la atención el fin de semana al decir que quería convocar a una llamada asamblea constituyente. Aclaró más su plan el lunes, describiendo ocho áreas para la reforma, que incluyen garantías para el cuidado de la salud y agua potable, así como cambiar el mandato del banco central para dar prioridad al crecimiento económico y el empleo, manteniendo la independencia de la institución.
Petro agregó que no busca un cambio constitucional que le permita permanecer en el poder después de que termine su mandato en 2026.
“Las instituciones creadas en la Constitución de 1991 no han podido resolver varios problemas fundamentales que frenan a la sociedad colombiana, y por eso los constituyentes, es decir, la gente, deben intervenir para resolverlos”, dijo Petro en una extensa publicación en la plataforma de redes sociales X.
Una revisión constitucional en Colombia requeriría el apoyo mayoritario en el Congreso, la aprobación de los tribunales y un referéndum exitoso. Hasta ahora, Petro no ha logrado que los legisladores aprueben sus reformas en salud y pensiones, mientras que las últimas encuestas muestran que su índice de aprobación es de aproximadamente el 35%, frente al mínimo del 26% a fines del año pasado.
Hasta ahora, los mercados han ignorado las preocupaciones sobre una posible reforma constitucional. El peso colombiano apenas varió el lunes a 3,877 por dólar estadounidense, el nivel más fuerte desde enero, mientras que los bonos soberanos denominados en dólares con vencimiento en 2034 cayeron menos de un centavo a 101.24 centavos.
Sin embargo, los grupos económicos advirtieron que la intención del presidente de buscar cambios constitucionales fuera del Congreso envía una mala señal a las empresas y los inversores.
“Una Asamblea Constituyente no solo generaría una mayor incertidumbre, polarización e inestabilidad política, legal, económica y social, sino que también distraería la búsqueda de soluciones reales”, dijo Aliadas, un grupo de presión que representa a las industrias y trabajadores colombianos en múltiples sectores, en un comunicado.
Los cambios radicales en el modelo económico de Colombia son poco probables, según un informe de Credicorp Capital para inversores, aunque agregó que el ruido político y regulatorio seguirá presionando la prima de riesgo del país.
Por otro lado, analistas de Teneo Holdings ven un motivo político en el movimiento del presidente.
“El tema puede ser una distracción de las dificultades legales de Petro, el mal registro de entrega de políticas del gobierno y su fracaso para avanzar en su agenda de reformas”, dijeron los directores ejecutivos Nicholas Watson y Mario Marconini en un informe.
Lea más en Bloomberg.com