Bloomberg — Israel redujo su ofensiva en Gaza y se preparó para nuevas conversaciones con Hamás, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, calificara la oferta del grupo militante de liberar a todos los rehenes como un gran avance en su intento por poner fin a la guerra de dos años.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu informó el sábado que Israel se estaba preparando para “implementar de inmediato la primera fase del plan de Trump para la liberación inmediata de todos los rehenes”.
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Aún así, los detalles sobre lo que esto implicaría eran escasos. No estaba claro si Israel acataría el llamado de Trump —hecho en redes sociales poco después de que Hamás emitiera un comunicado el viernes por la noche— para que sus fuerzas “detuvieran de inmediato el bombardeo de Gaza, ¡para que podamos sacar a los rehenes de manera segura y rápida!”
Israel comenzará negociaciones mediadas con Hamás el domingo, dijo un funcionario israelí familiarizado con el asunto. Esto luego de que el grupo militante palestino indicara que quería discutir partes del plan de 20 puntos de Trump para poner fin a un conflicto que ha devastado Gaza y desestabilizado el Medio Oriente.
El funcionario no precisó dónde se llevarían a cabo las conversaciones ni si la liberación de los rehenes estaría condicionada a sus resultados. Axios informó que el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno de Trump, viajarían a Egipto el sábado.
“Creo que están listos para una PAZ duradera”, dijo Trump en una publicación en redes sociales tras la respuesta de Hamás al plan de su administración anunciado el lunes.
Los activos israelíes han subido ante la perspectiva de paz en Gaza. El shekel fue la moneda de mejor desempeño la semana pasada entre un grupo de alrededor de 30 unidades principales monitoreadas por Bloomberg, subiendo 1,9% frente al dólar hasta su nivel más fuerte desde 2022.
Todavía existe mucha incertidumbre. El llamado de Trump a un alto el fuego inmediato podría ser complicado para Netanyahu políticamente, dado que algunos de sus ministros de ultraderecha se mostrarán cautelosos ante nuevas conversaciones con Hamás. El grupo —designado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y otros— no aceptó algunas estipulaciones clave del plan de Trump, incluyendo desarmarse y no participar en la gobernanza de Gaza después de la guerra.
Hamás, respaldado por Irán, inició la guerra atacando a Israel desde Gaza el 7 de octubre de 2023, matando a 1.200 personas y secuestrando a otras 250. De estos, 48 permanecen en Gaza y Israel cree que alrededor de 20 siguen vivos.
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Hamás indicó que la entrega de los rehenes estaría “condicionada a las condiciones de campo necesarias para llevar a cabo el intercambio”.
Israel, cuyo ejército controla alrededor del 80% de la Franja de Gaza, estaba adoptando una postura defensiva para el sábado, según un funcionario israelí que pidió no ser identificado al tratar asuntos privados.
Testigos palestinos describieron los combates como en gran medida contenidos. Aun así, los bombardeos continuaron en Ciudad de Gaza, la capital de facto del enclave, que ha sido el foco del avance israelí durante varias semanas.
Más de 66.000 gazatíes han muerto en la guerra, según el ministerio de Salud controlado por Hamás en el territorio. El conflicto ha devastado Gaza y provocado una crisis humanitaria, con un organismo respaldado por la ONU declarando hambre en parte del enclave. Israel ha perdido más de 450 soldados en los combates en Gaza.
“Entraremos en negociaciones sobre todos los asuntos relacionados” con el plan de Estados Unidos, dijo Musa Abu Marzouk, alto funcionario de Hamás, a la cadena Al Jazeera, con sede en Qatar, el sábado, cuando se le preguntó si el grupo estaba dispuesto a desarmarse y aceptar el exilio de sus líderes y combatientes. “El movimiento ya ha dicho que, el día que se cree un Estado palestino soberano, no será un movimiento armado y entregará sus armas a ese Estado.”
Israel ha afirmado enérgicamente que no permitirá un Estado palestino independiente, argumentando que representaría una amenaza para la seguridad del Estado judío.
Abu Marzouk señaló que gran parte del plan de Trump —principalmente las cláusulas sobre la futura gobernanza de Gaza— debía discutirse también con otras facciones palestinas.
“Puede tomar meses” finalizar todo, dijo.
Trump afirmó que aún hay “detalles por resolver”, sugiriendo que estaría dispuesto a dar cierto margen a Hamás. Netanyahu había insistido previamente en que la ofensiva israelí continuaría durante cualquier negociación.
Para Trump, una tregua en los próximos días y la liberación de los rehenes podrían impulsar su candidatura para el Premio Nobel de la Paz, cuyo próximo ganador se anunciará el 10 de octubre. Bloomberg informó que la presión pública y privada del presidente para obtener el galardón se ha intensificado en los últimos días.
En su respuesta del viernes, Hamás indicó que partes del plan de Trump “requieren una postura nacional unificada y deben abordarse con base en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes.”
Tampoco se mencionó ninguna propuesta de un “Consejo de Paz”, encabezado por Trump e integrado por otros líderes mundiales, incluido el ex primer ministro del Reino Unido Tony Blair, para supervisar un comité de gobernanza transitorio y tecnocrático compuesto por palestinos.
Los países árabes habían ejercido fuerte presión sobre Hamás para que aceptara la propuesta de Trump. Egipto y Qatar aprobaron la declaración de Hamás, siendo Qatar, que ha actuado como mediador en rondas anteriores de conversaciones, quien indicó que el impulso de Trump podría generar “resultados rápidos que pondrían fin al derramamiento de sangre de los palestinos.”
“Ahora la pelota está en la cancha de Netanyahu”, dijo Yousef Munayyer, director del programa Palestina-Israel en el Centro Árabe de Washington. “Querían que la Casa Blanca tratara esto como ‘tómalo o déjalo’. Y esto sugiere que Trump no está listo para dejarlo pasar”.
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