La inteligencia artificial continúa transformando diversos sectores. Telegram se asocia con xAI, recibiendo US$300 millones para distribuir Grok, mientras que un estudio de Adecco revela que la mitad de los CEO no están preparados para esta revolución. La industria farmacéutica vislumbra los primeros fármacos generados por IA para finales de la década, impulsando una nueva era en el desarrollo de medicamentos.
Paralelamente, el salario de Sam Altman, CEO de OpenAI, contrasta con la magnitud de su empresa, generando un debate sobre la compensación en la era de la IA. Estas noticias reflejan tanto el potencial disruptivo de la inteligencia artificial como los desafíos que plantea en términos de liderazgo, ética y desarrollo tecnológico.