Diciembre es más que fiesta, y al interior de las compañías, esta época es un momento clave para reconocer el esfuerzo y agradecer a los empleados por los resultados. Los mensajes de fin de año que suelen emitir los CEO y altos ejecutivos son una herramientas clave que, lejos de un protocolo marcado por el calendario navideño, puede motivar a todos los colaboradores.
De ahí que estructurar ese mensaje de forma adecuada es clave para asumir los retos por venir. “Es una oportunidad para fortalecer los vínculos y marcar el tono del año que viene”, señala la agencia australiana de comunicación estratégica Infodec Communications.
Por ello, es vital que antes de comenzar a redactar un mensaje de fin de año empresarial se realice un análisis genuino de lo aprendido y lo logrado. Harvard Business Review incluso ha publicado su propio método, el cual puede darte todos los elementos que son necesarios para un buen mensaje.
Una vez que se tienen claro lo anterior, lo primero que hay que hacer para desarrollar un mensaje exitoso es entender que no se trata de una tarjeta de felicitación genérica, sino de un recuento y reconocimiento genuino a las personas. Un ejemplo de ello es Tim Cook, CEO de Apple, quien antes de meterse de lleno a cifras, productos y reconoce genuinamente el valor de cada integrante de los diferentes equipos.
Otro aspecto clave es presentar la fotografía completa. No solo debes hablar de lo bueno, sino también de los retos,ya que ese equilibrio transmite credibilidad y confianza. A inicios de 2025, Yuki Kusumi, director ejecutivo del Grupo Panasonic pronunció su mensaje anual en el que señaló que “tememos el cambio, nos conformamos con el statu quo”, pero al mismo tiempo destacó el peso de afrontar esos retos colectivamente: “debemos cuestionar constantemente el statu quo y cambiar nuestra forma de hacer las cosas. El statu quo significa decadencia”.
Satya Nadella, CEO de Microsoft, es ampliamente reconocido por este tipo de estrategia en la que destaca los avances colectivos sin dejar de subrayar los retos.
Ahora, es momento de agradecer. Un buen mensaje de fin de año debe destacar logros reales y los equipos que hicieron las cosas distintas. Esto implica que el CEO haga un buen recuento y también deja al descubierto qué tanto conoce a los empleados. Ponerle nombre y apellido a los colaboradores que marcaron la diferencia hace el mensaje real y cercano.
Es importante que el mensaje trascienda las fechas y se convierta en un detonador de motivación. Por ello, es importante incluir la visión a largo plazo y terminar de forma clara y con un próposito, factores claves para que los empleados muestran más satisfacción y energía, según Harvard Business Review.
Para cerrar, desde LinkedIn recomiendan dejar la comunicación abierta y activa para escuchar las ideas de los colaboradores. Quién sabe, quizá entre esas voces esté la clave para enfrentar el gran reto del año por venir.