Bloomberg Línea — Bolivia se prepara para una segunda vuelta presidencial entre un candidato centrista y uno de derecha, confirmando el fin de dos décadas de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), según los resultados preliminares del Órgano Electoral Plurinacional.
Ver más: Esta es la fecha de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Bolivia
Con el 95,41% de las papeletas escrutadas en la jornada electoral del 17 de agosto, los resultados preliminares mostraban al senador centrista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), a la cabeza, con el 31,14% de los votos.
El expresidente interino conservador Jorge “Tuto” Quiroga, de la coalición Alianza Libre, quedó en segundo lugar, con el 26,81%, por lo que se enfrentará a Paz en la segunda vuelta presidencial, prevista para el domingo 19 de octubre.
¿Quién es Rodrigo Paz?
Paz, de 57 años, es hijo de la española Carmen Pereira y el expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), y sobrino nieto del también expresidente Víctor Paz Estenssoro. Nació en el exilio de sus padres en la ciudad de Santiago de Compostela en España.
Con una trayectoria política consolidada, inició su carrera como diputado en 2002, luego fue concejal, alcalde y gobernador de su natal región de Tarija, en el sur del país.
En España estudió Economía y Relaciones Internacionales y tiene una maestría en gestión pública de la American University de Washington, Estados Unidos.
Actualmente se desempeña como senador nacional por la alianza Comunidad Ciudadana de centroderecha y se postuló a la presidencia por el PDC con una campaña austera y discreta.
Su compañero de fórmula es Edman Lara, excapitán de la Policía, quien ganó notoriedad en redes sociales por denunciar presuntos casos de corrupción dentro de la institución, hasta que fue dado de baja en 2024.
Las propuestas de Rodrigo Paz
De ganar las elecciones, Paz Pereira se ha comprometido a poner fin del llamado “Estado tranca” para canalizar más recursos hacia las regiones, la eliminación de los “gastos superfluos” en el aparato estatal, y la implementación de una política de “mano dura” contra la corrupción, además de una reforma judicial.
Ver más: Elecciones en Bolivia ponen fin a dos décadas de socialismo: Rodrigo Paz pasa a segunda vuelta
“Bolivia necesita estabilidad, necesita gobernabilidad, pero también necesita acabar con el Estado tranca, para que el Estado trabaje para nosotros y nosotros para el Estado”, ha dicho Paz.
Tiene claro que, para poner en marcha su plan de gobierno, deberá construir consensos en la Asamblea Legislativa, que sería presidida por Lara si la dupla se impone en la segunda vuelta.
El político confía en que su experiencia como legislador y como exalcalde le permitirá liderar una redistribución fiscal para que el Estado central maneje solo el 50% de los recursos económicos y que el restante se entregue a las regiones a través de los gobiernos subnacionales y universidades.
El país andino ha estado luchando contra su peor crisis económica en años, marcada por una inflación anual de casi el 25% y una escasez crítica de dólares estadounidenses y combustible.
