Bloomberg Línea — El Gobierno Nacional determinó la noche del lunes un incremento del 23% para el salario mínimo y auxilio de transporte, respectivamente, que regirán a partir del primero de enero de 2026.
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Si bien hay unos 2,4 millones de trabajadores que se verán beneficiados del aumento salarial, hay 13 millones de empleados informales que ahora ven más lejana la posibilidad de obtener un empleo formal que le garanticen protección social como acceso a salud, ARL y pensión.
El incremento salarial definido ha generado una fuerte preocupación entre las empresas, especialmente por el amplio diferencial frente a lo que se había venido negociando.
Según explicó Rafael Guerrero, abogado laboralista de Posse Herrera Ruiz, la expectativa estaba muy lejos del ajuste finalmente decretado.
“Con el incremento que se tenía pensado por parte de la mesa de negociación del sindicato, que era el 16%, y el porcentaje ofrecido por la empresa que estaba entre el 6% y el 7%, nadie se esperaba ese diferencial adicional de cerca del 8%”, señaló.
A su juicio, este escenario desajusta la planeación financiera de las compañías, que ya habían presentado presupuestos a la alta gerencia, lo que podría derivar en decisiones drásticas. “Eso va a hacer que se desconfigure esa situación y puede generar recortes en el personal”, advirtió.
Uno de los principales impactos se daría en las bandas salariales, que en la mayoría de las organizaciones están definidas de manera estricta según criterios como experiencia, antigüedad y responsabilidad del cargo.
Guerrero explicó que “las empresas normalmente tienen unas bandas muy claras, y con estos incrementos, que nadie presupuestó en un 23%, se van a desconfigurar completamente”.
Esto podría provocar distorsiones internas relevantes: “Es posible que un trabajador de un nivel básico termine ganando lo mismo que su jefe, lo que empuja las bandas salariales y genera un sobrecosto importante para las empresas”.
El efecto se extiende también al salario mínimo integral, que se ajusta automáticamente en el mismo porcentaje.
De acuerdo con el abogado, “las personas que ganaban salario mínimo integral van a tener un incremento del 23% a partir del primero de enero”, lo que comprime aún más las bandas salariales. Esta situación, afirmó, “genera inequidad en los ingresos y un impacto muy fuerte en la organización salarial de las empresas”.
Finalmente, Guerrero advirtió que estos mayores costos no se presentan de forma aislada, sino que se suman a otros cambios regulatorios. “Tenemos reducción de la jornada de trabajo, incremento del recargo nocturno y todos esos costos van a impactar el empleo formal”, señaló.
En ese contexto, concluyó que “se vendrá un proceso de reducción de la fuerza laboral bastante importante para las empresas”, como una respuesta inevitable al aumento sostenido de los costos laborales.
Además, las empresas, en especial las micro y pequeñas, comienzan a hacer cuentas de cómo reacomodar sus operaciones para mantenerse a flote, pues en este tipo de compañías la mayoría de los empleados son de salario mínimo.
Aunque el empleado ganará COP$1.746.842, la carga para el empresario será de COP$2.975.592.
Esto se debe a que al salario base se le deben sumar estos costos:
- Auxilio de transporte: COP$253.158
- Cesantías (8,33%): COP$166.600
- Intereses sobre cesantías 1% anual: COP$19.992
- Prima de servicios: COP$166.600
- Vacaciones: COP$72.843
- Aportes a pensión (12%): 209.621
- Aporte a salud: COP$148.482
- Riesgos Laborales: COP$121.580
- Caja de Compensación: COP$69.874
“La inflación, sin duda, es una de las variables que más afecta a los ciudadanos en condición de mayor vulnerabilidad”, aseguró la ANDI, gremio de los empresarios, en un comunicado.
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Para la ANDI, resulta especialmente preocupante que esta decisión se adopte en un contexto en el que el propio Gobierno ha manifestado encontrarse en una situación de “emergencia económica”, cuando estimaciones técnicas indican que cada incremento del 1% en el salario mínimo implica aproximadamente COP$400.000 millones adicionales en gasto público.
“Las decisiones populistas se caracterizan por generar en algunos grupos de la población la idea de que se están beneficiando sus intereses, cuando en realidad se trata de medidas insostenibles o estructuralmente inconvenientes”, dice Bruce Mac Master, presidente de ese gremio. “Afectar variables como la inflación, el empleo, la informalidad, la competitividad y la tasa de interés con el fin de mostrarse generoso, utilizando recursos que terminarán pagando las pymes, las empresas medianas y las empresas formales, constituye sin duda uno de los mayores actos de populismo en la historia de Colombia”.
Esta historia fue actualizada a las 21:05 ET para corregir que la cantidad de trabajadores informales es de aproximadamente 13 millones.