Bloomberg Línea — Al anunciar el aumento de 23% del salario mínimo para 2026, el presidente Gustavo Petro argumentó que más allá de la inflación y la productividad, este año el Gobierno tuvo en cuenta el concepto de “salario vital” para tomar su decisión.
El mandatario colombiano anunció en alocución presidencial que el salario mínimo para 2026 se ubicará en COP$1.746.882 y con auxilio de transporte (COP$253.118) en un total de COP$2.000.000.
Según información del Ministerio de Hacienda, el salario vital es definido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como “el ingreso necesario para asegurar un nivel de vida digno a los trabajadores y sus familias”, calculado sobre una jornada laboral normal y considerando el contexto económico de cada país.
Con lo que, indicó el Ejecutivo, el salario deja de ser solo una variable económica y pasa a entenderse como una herramienta de justicia social.
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“El Gobierno no permitirá que los empresarios trasladen el aumento salarial al aumento de precios al consumidor, sus ganancias aumentarán no por precios mayores sino por mayores ventas y más productividad”, dijo el presidente Gustavo Petro.
A lo que agregó que “me van a llover de los sectores más, ¿cómo les decimos? Yo digo megaricos, pero retardatarios porque varios le creen a ellos, ¿no? Que son los mismos, un poco de trabajadores le creen eso a los megaricos, no a este Gobierno, pero no importa, nosotros trabajamos para todo el país".
Diferentes académicos, bancos y centros de pensamiento han advertido las consecuencias de un aumento excesivo del salario mínimo. Fedesarrollo, por ejemplo, ha indicado que un aumento de entre 6% y 7% mantendría el poder adquisitivo y sería coherente con la situación económica de Colombia.
Lo anterior, señalando que la inflación había mostrado una tendencia descendente durante buena parte del año, pero que en los últimos meses se ha estancado e, incluso, ha repuntado por meses consecutivos.
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Lo que preocupa porque significa que el proceso de convergencia hacia la meta del Banco de la República, que es del 3%, está siendo más lento de lo previsto.
Incluso, el mismo banco central colombiano señaló en su más reciente Informe de Política Monetaria que “se mantiene una alta incertidumbre sobre el aumento futuro de los precios, debido especialmente a la magnitud del incremento del salario mínimo para 2026, a los movimientos futuros de la tasa de cambio, y a los ajustes en las tarifas de energía y gas“.