Ciudad de México — Petróleos Mexicanos, compañía estatal conocida como Pemex, carece de presupuesto para casi todos sus campos petroleros de producción inmediata previstos en 2026, mientras la empresa registra la extracción más baja en cuarenta años y enfrenta la deuda financiera más grande del sector.
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Un documento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en poder de Bloomberg Línea, y que detalla los proyectos de inversión de Pemex, muestra que sólo uno de los 12 proyectos de desarrollo inmediato, listados en el plan estratégico de la empresa mexicana, el activo Tlalkivak, tiene presupuesto para el próximo año por MXN$5 millones, unos US$277.000.
“Los proyectos inmediatos constituyen un componente estratégico para incrementar la producción en el corto plazo, por tratarse de proyectos con viabilidad técnica y económica comprobada”, señaló la compañía dirigida por Víctor Rodríguez Padilla en su Plan Estratégico 2025-2035.
Las principales aportaciones de producción vendrían de los campos Konen, Xomili y Yawa, seguidos por otros desarrollos inmediatos como Puk, Bocbil, Vinik, Popte y Tlalkivak, que contribuirán significativamente a alcanzar las metas de producción establecidas. Incluso, la empresa contempla proyectos adicionales como Chamak y Niquita para reforzar el aumento, según el Plan Estratégico.
La petrolera mexicana estimó una inversión incremental para el desarrollo de nuevos campos, además de perforaciones reparaciones y nueva infraestructura en campos existentes por MXN$56.000 millones, unos US$3.100 millones, para 2026.
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Bloomberg Línea consultó a Pemex sobre el tema, pero no obtuvo respuesta inmediata.
Además de los proyectos de desarrollo inmediato para aumentar la producción, que aportarían 22.000 barriles diarios el próximo año, Pemex apuesta por descubrimientos futuros con exploración focalizada, contribuciones de campos en operación, contratos de servicios con 17.000 barriles por día, contratos de exploración y producción, además de la ejecución programada de contratos de desarrollo mixto con el sector privado por 92.000 barriles diarios.
Pemex también tiene algunos campos de tamaño mediano en fase de desarrollo, como Zama y Trión, pero entrarán en producción hacia 2028, además de socios privados a los que pagarles por la producción extraída.
Pemex registra una producción de petróleo de 1,6 millones de barriles diarios, la más baja en cuatro décadas por el agotamiento de sus principales campos, además de descubrimientos cada vez más pequeños, presionada por una deuda financiera de US$100.300 millones, además de impagos a proveedores y contratistas que superan los US$28.000 millones al cierre del tercer trimestre de este año.
Las metas de Pemex
La meta de producción de Pemex, impuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, se ubica en 1,8 millones de barriles diarios hacia 2030, para evitar más contaminación ambiental, aunque la empresa arrastra un historial de incumplimientos de producción de casi dos décadas.
Para revertir el declive y mejorar la salud financiera de la empresa, el Gobierno mexicano actual ha puesto en marcha un profundo plan de rescate financiero y operativo por US$50.000 millones -a través de notas pre-capitalizadas, recompra de bonos, fondo de inversión, un nuevo régimen fiscal, además de asociaciones con privados- que busca cubrir los vencimientos de deuda de este año y el próximo, con el fin de que la petrolera cubra sus obligaciones por sí sola a partir de 2027.
Luego de una parálisis de seis años con el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), Sheinbaum reactivó la posibilidad de hacer alianzas con empresas privadas para aumentar la producción del país con condiciones menos atractivas.
Pero BlackRock, el gestor más grande de activos del mundo, y la agencia calificadora Moody’s esperan que Pemex aún necesite apoyo del Gobierno mexicano.
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José Luis Ortega, director de inversiones activas de BlackRock, dudó del incremento de producción establecido en el plan de Pemex porque es un objetivo que no se ha alcanzado en años anteriores, además de la capacidad productiva de Pemex en momentos donde no se prevé un incremento de precios.
La meta de producción depende del presupuesto asignado, dijo el analista de la firma energética Caraiva y asociados, Ramsés Pech, y el que tiene Pemex hacia 2026 sería para mantener la producción actual.
“Dependerá de las perforaciones de pozos a realizar, porque en el 2025, el objetivo en este rubro no alcanzó más allá del 15%”, dijo Ortega.
Hace 10 años, Pemex perforaba el triple de pozos de desarrollo frente a los 20 actuales hasta el cierre del tercer trimestre.
Las perspectivas fuera del país sobre la producción petrolera de México tampoco son alentadoras: la Agencia Internacional de Energía (IEA por su sigla en inglés) prevé que México será un importador neto de petróleo en 2030, extraerá 1,29 millones de barriles diarios encabezando la mayor caída entre todos los productores a nivel mundial.
