Trinidad recibe el respaldo de Marco Rubio para retomar proyectos de gas con Venezuela

Tras reunirse con Rubio, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, dijo en un comunicado que había obtenido el apoyo de EE.UU. “para el desarrollo de los recursos transfronterizos de hidrocarburos de este país”.

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Bloomberg — Trinidad y Tobago obtuvo el apoyo del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, para reanudar las conversaciones con el sancionado gobierno de Venezuela para desarrollar proyectos de gas.

Tras reunirse con Rubio, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, dijo en un comunicado que había obtenido el apoyo de EE.UU. “para el desarrollo de los recursos transfronterizos de hidrocarburos de este país”.

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Rubio dijo a Persad-Bissessar que su país tendría que asegurarse de que el régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro, no se beneficiara de la relación, según un comunicado del Departamento de Estado.

Los dos países y Shell Plc (SHEL) habían planeado durante años desarrollar un gasoducto para exportar gas natural del yacimiento venezolano Dragon offshore a Trinidad. Según lo previsto originalmente, la nación antillana podría utilizar el gas para su industria petroquímica o procesarlo como GNL para exportarlo a los mercados internacionales.

La declaración de Rubio mencionaba específicamente la “propuesta de gas Dragón” de Trinidad, mientras que la de Persad-Bissessar no lo hacía.

Estados Unidos ha acusado al gobierno de Maduro de estar implicado en el tráfico de estupefacientes y ha situado buques de la Armada en aguas del Caribe, bombardeando tres barcos procedentes de Venezuela que, según alega, transportaban drogas. Las tensiones han dificultado aún más que las empresas que quieren hacer negocios en Venezuela obtengan exenciones a las sanciones estadounidenses.

Trinidad, antaño pionera en gas natural licuado, busca desesperadamente socios para explotar nuevas reservas en el Caribe a medida que disminuye la producción de sus envejecidos yacimientos. Persad-Bissessar, ex primera ministra que regresó al poder en una aplastante victoria en abril, se ha posicionado como firme aliada de Estados Unidos, alabando los bombardeos de barcos. “No siento ninguna simpatía por los traficantes: el ejército estadounidense debería matarlos a todos violentamente”, declaró a principios de este mes.

Las autoridades venezolanas y de Shell habían estado presionando para que las exportaciones de gas a Trinidad estuvieran listas en 2026, después de recibir una exención de EE.UU. en 2022 para permitir los trabajos en el proyecto Dragón. Pero EE.UU. revocó esa licencia en abril, dos semanas antes de la toma de posesión de Persad-Bissessar.

Persad-Bissessar había dicho durante la campaña que se oponía a reabrir las conversaciones con Venezuela para el oleoducto Dragón. La cámara de energía de Trinidad y Shell, socio del proyecto, han trabajado para convencerla de que lo respalde, según una persona familiarizada con el asunto.

Además de Shell, BP Plc (BP) y Chevron Corp. (CVX) se encuentran entre las empresas internacionales vinculadas al gas no explotado en alta mar entre Venezuela y Trinidad.

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La cámara de la energía elogió a Persad-Bissessar en un comunicado, afirmando que EE.UU. planea emitir nuevas licencias a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.

Se espera que las licencias sean similares a las emitidas a Chevron para la perforación de petróleo en Venezuela, dijo la persona familiarizada con el asunto, pidiendo no ser identificada al discutir información privada. El acuerdo con Chevron permite que la compañía energética estatal de Venezuela sea compensada en especie con una parte de la producción, en lugar de con dinero en efectivo.

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