Bloomberg — La economía estadounidense creció en el segundo trimestre al ritmo más rápido en casi dos años, mientras el gobierno revisó al alza su estimación anterior del gasto del consumidor.
El Producto Interno Bruto ajustado a la inflación, que mide el valor de los bienes y servicios producidos en EE.UU., aumentó a un ritmo anualizado revisado del 3,8%, según mostró el jueves un informe de la Oficina de Análisis Económico. Esta cifra fue superior al avance del 3,3% informado previamente y se produjo tras una contracción marcada en el primer trimestre.
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La BEA también publicó su actualización anual de las cuentas económicas nacionales, que abarca el PIB y series relacionadas de los últimos cinco años.
Si bien incorporó datos originales más recientes y completos, la agencia indicó que no pudo adquirir ciertas estadísticas relacionadas con las declaraciones de impuestos de corporaciones y empresas unipersonales.
Las revisiones anuales fueron relativamente menores ya que el PIB real todavía aumentó a un ritmo anual promedio de 2,4% entre 2019 y 2024. Pintan un panorama de una economía que se recuperó rápidamente del shock inicial de la pandemia y desde entonces ha pasado a un período de crecimiento más constante y de tendencia con una inflación persistente.
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Datos separados para el mes de agosto, publicados el jueves, mostraron que los pedidos de equipos comerciales aumentaron a un ritmo sólido, mientras que el déficit comercial de mercancías se redujo más de lo previsto. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo cayeron a su nivel más bajo desde mediados de julio.
Los últimos datos trimestrales del PIB confirman que la economía se recuperó en el segundo trimestre tras un aumento monumental de las importaciones a principios de año, cuando las empresas se apresuraban a abastecerse ante los aranceles del presidente Donald Trump.
La economía del tercer trimestre también se ve sólida, con informes recientes que ilustran la resiliencia del gasto de los consumidores y las inversiones de las empresas en equipos.
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Antes de las cifras del jueves, la estimación GDPNow del Banco de la Reserva Federal de Atlanta preveía una tasa de crecimiento del 3,3% para el período julio-septiembre. Sin embargo, los economistas se muestran menos optimistas sobre el crecimiento del cuarto trimestre, ya que la debilidad del empleo empaña las perspectivas del gasto del consumidor.
Los economistas esperan que la actividad solo repunte ligeramente en 2026, en parte debido a la ley tributaria de Trump y a las tasas de interés más bajas, y la mayoría de los pronosticadores esperan un crecimiento inferior al 2% durante los próximos años.
Las revisiones mostraron que la métrica de inflación preferida por la Fed —el índice de precios del gasto en consumo personal, excluyendo alimentos y energía— aumentó a un ritmo más rápido a lo largo de 2024 y también se incrementó en el segundo trimestre hasta el 2,6%.
Los economistas esperan que los datos mensuales del PCE, que se publicarán el viernes, muestren que la métrica avanzó casi un 3% en agosto con respecto al año anterior.
Esto podría limitar el alcance de los recortes de las tasas de interés de la Reserva Federal en los próximos meses. Al reducir los costos de endeudamiento la semana pasada, las autoridades también proyectaron dos reducciones más este año, aunque algunos funcionarios se muestran cautelosos dada la persistente alta inflación.
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