La Unión Europea acuerda un préstamo de US$106.000 millones a Ucrania para 2026-2027

La UE planteará una deuda conjunta respaldada por el presupuesto del bloque, un giro significativo respecto al plan preferido por la mayoría de los líderes de la UE de utilizar los activos rusos congelados en suelo comunitario.

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Bloomberg — Los líderes de la Unión Europea llegaron a un acuerdo para prestar a Ucrania 90.000 millones de euros (US$106.000 millones) durante los próximos dos años, con el objetivo de fortalecer la posición de Kiev en la mesa de negociaciones y mantener a flote al país devastado por la guerra.

La UE planteará una deuda conjunta respaldada por el presupuesto del bloque, un giro significativo respecto al plan preferido por la mayoría de los líderes de la UE de utilizar los activos rusos congelados en suelo comunitario.

La decisión se tomó a primera hora de la mañana del viernes tras las maratonianas conversaciones mantenidas en una cumbre en Bruselas. Las conclusiones de los líderes prometen seguir trabajando en el plan de los activos rusos, al tiempo que se comprometen a utilizar ahora la deuda conjunta para conseguir para Ucrania la ayuda que tanto necesita.

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Los líderes de la UE estaban sometidos a una intensa presión para acordar el préstamo masivo para Ucrania en la cumbre decisiva, después de que meses de conversaciones no consiguieran desbloquear el polémico plan.

Estados Unidos ha cortado en gran medida su apoyo financiero y los fondos de Kiev se agotarán en abril. Washington también está presionando al país desgarrado por la guerra para que haga concesiones en las conversaciones de paz, lo que hace temer a los funcionarios europeos que todo el continente corra peligro.

Durante los últimos meses, la mayoría de los líderes de la UE han afirmado que su mejor opción para financiar a Ucrania era utilizar los 210 000 millones de euros en activos congelados del banco central ruso en territorio de la UE. La propuesta estadounidense de utilizar esos activos para inversiones posbélicas con Rusia no hizo más que acentuar la urgencia del asunto para Europa.

“En mi opinión, esa es efectivamente la única opción”, declaró a la prensa el canciller alemán Friedrich Merz a primera hora del jueves.

Merz ha argumentado que el uso de los activos podría reforzar la posición de Ucrania en la mesa de negociaciones y, al mismo tiempo, castigar a Moscú. La idea era que el dinero solo se devolvería a Rusia si ésta pagaba reparaciones a Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, que se unió a los líderes en la cumbre de Bruselas, afirmó que utilizar los fondos de Moscú era la opción de financiación “más adecuada” para que “Rusia entienda que tendrá que pagar reparaciones” por destruir su país.

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“Necesitamos dinero para que Rusia o cualquier otro no pueda utilizarlo como palanca contra nosotros”, dijo Zelenskiy a los periodistas. “Queremos esta herramienta para apoyarnos. Nos sentimos más seguros con esta herramienta que sin ella”.

Pero Bélgica, donde se encuentra la mayor parte de los activos, encabezó una gran resistencia, argumentando que podría enfrentarse a represalias por parte de Rusia y a una exposición legal si Moscú demandara con éxito para reclamar la devolución de sus fondos.

Rusia también ha redoblado sus esfuerzos para acabar con la iniciativa en los últimos días.

El banco central ruso presentó la semana pasada una demanda en Moscú solicitando 18,2 billones de rublos (US$229.000 millones) a Euroclear, el depositario con sede en Bélgica que posee la mayor parte de los activos congelados. El jueves, lanzó una nueva advertencia a la UE, afirmando que podría pedir una compensación en los tribunales locales a los prestamistas europeos si el bloque procedía a utilizar los activos.

El acuerdo final alcanzado a primera hora del viernes especificaba que cualquier uso del presupuesto de la UE para garantizar un préstamo no afectará a las obligaciones financieras de la República Checa, Hungría y Eslovaquia, que se muestran escépticas a la hora de ofrecer financiación a Ucrania.

Aunque es probable que el resultado sea objeto de críticas, refleja la urgencia que sentían los líderes de la UE por conseguir fondos frescos para Ucrania.

“Ahora tenemos una elección sencilla: dinero hoy o sangre mañana”, declaró el primer ministro polaco, Donald Tusk, a la prensa antes de la cumbre. “Y no me refiero solo a Ucrania, sino a Europa”.

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