Bloomberg — El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos presentarán constantes desafíos para las cadenas de suministro mundiales en los próximos años, incluso cuando se alivien los obstáculos relacionados con la pandemia.
Solo en 2021, las repercusiones del huracán Ida, un tifón cerca de puertos chinos, una helada de Texas, una inundación en Columbia Británica y los monstruosos tornados de diciembre en Estados Unidos dejan en claro que el comercio mundial está enfrentando dificultades para hacer frente a mucho más que una crisis de salud.
A medida que suben las temperaturas, es probable que la naturaleza sea un factor cada vez más frecuente, intenso y aleatorio de alteración.
“No es la próxima gran crisis de las cadenas de suministro. Son las próximas grandes crisis de las cadenas de suministro. En plural”, dijo Jason Jay, director de la iniciativa de sostenibilidad del Sloan School of Management del MIT.
Además de temperaturas cada vez más altas y una creciente frecuencia de eventos meteorológicos extremos, las empresas deberán invertir en iniciativas para la mitigación del cambio climático, como la transición a la energía verde y las regulaciones sobre la debida diligencia ambiental.
Cierres de plantas
Esos cambios generan presiones de costo y pueden conducir a alteraciones accidentales, como se observó en China este año cuando el cierre de plantas de carbón provocó una crisis energética, dijo Ethan Harris, encargado de investigación económica global de Bank of America (BAC:UN).
Una primera medida que pueden tomar las empresas para mitigar el impacto de las condiciones meteorológicas extremas es trazar un mapa de sus cadenas de suministro para comprender mejor dónde exactamente yacen los riesgos, ya sea un proveedor en la costa del Golfo susceptible a huracanes o un centro de transporte vulnerable a inundaciones.
Si bien las alteraciones por el cambio climático no ocurrirán en todas partes a la vez, como ocurrió con la pandemia, la gravedad del impacto no hará más que aumentar con el tiempo. Y muchas empresas no están preparadas.
“Las suposiciones de condiciones meteorológicas estables están incorporadas en todos los aspectos de nuestra vida diaria de formas que no comprendemos”, dijo Mekala Krishnan, socia de McKinsey Global Institute, especializada en riesgo climático.
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