Cómo distinguir las verdaderas soluciones climáticas de las falsas

He aquí algunas formas rápidas de comprobar si merece la pena prestar atención a una solución climática

Protesta por el clima
Por Akshat Rathi
04 de enero, 2022 | 02:16 PM

Bloomberg — Después de seis años de escribir sobre todo lo relacionado con el cambio climático, he llegado a ver que mi área de cobertura periodística abarca tanto soluciones reales como falsas. En realidad, eso podría ser una señal de progreso.

Las falsas soluciones para reducir las emisiones de carbono que calientan el planeta no son nuevas. Pero la cantidad de personas que pregonan esas respuestas y el dinero que se gasta en ellas ha crecido sustancialmente en los últimos años.

Las 10 economías más grandes del mundo ahora tienen el objetivo de alcanzar emisiones netas cero dentro de las próximas décadas. Es una gran oportunidad de negocio que ha llevado a todo tipo de personas a prestar atención finalmente al problema climático. Ya no se trata solo de chiflados que envían correos electrónicos sobre una máquina de movimiento perpetuo que inventaron en su garaje. Los periodistas reciben regularmente comunicados de prensa que hablan de todo, desde cómo las corporaciones multinacionales están resolviendo la crisis climática alentando el reciclaje hasta afirmar que sus productos son de “fuentes sostenibles” cuando no es así.

A veces el greenwashing presume de tener soluciones, pero a menudo se oculta a través de sofisticados trucos. Al comenzar un nuevo año, he aquí algunas formas rápidas de comprobar si merece la pena prestar atención a una solución climática.

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¿Huele a greenwashing?: Algunas soluciones se presentan como una curita que se necesita antes de que llegue la verdadera solución. Las compensaciones de carbono entran en esta categoría. Si se hacen bien, los créditos pueden ser una forma de eliminar una pequeña parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Sin embargo, ese potencial habitualmente se extiende más allá de lo plausible para justificar una contaminación continua mucho más peligrosa.

¿Se ha encontrado la bala de plata?: Lamentablemente, el cambio climático no se resolverá matando hombres lobo. Eso no impide que muchos declaren que, por ejemplo, si el mundo pudiera implementar impuestos sobre el carbono o financiar el desarrollo de la fusión nuclear, dejaríamos de calentar el planeta. Siempre hay que desconfiar de alguien que afirma tener la única respuesta a un problema tan multifacético.

¿Es demasiado bueno para ser verdad?: Ese viejo dicho resiste la prueba del tiempo. No quiere decir que las ideas descabelladas no sean bienvenidas. Pero tienen que demostrar que son aplicables fuera de un laboratorio. Pensemos en la historia de Global Thermostat, una empresa estadounidense que prometió fabricar máquinas que pudieran aspirar el dióxido de carbono del aire de forma muy barata, pero que no tiene casi nada que demostrar después de una década.

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¿Es sólo marketing?: Las ideas suelen ganar credibilidad cuando la gente en la que uno confía las apoya. Eso no siempre es suficiente. No hay más que ver las crecientes sumas de dinero que se destinan a los fondos ESG, que apoyan a empresas que supuestamente abordan cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. La realidad es que la inversión sostenible tiene que ver con la sostenibilidad de los resultados, no del planeta.

¿Cómo se implementarán las políticas gubernamentales?: No todas las medidas funcionan como se anuncian. Algunas son contraproducentes y de una forma espectacular.

¿Cuáles son las repercusiones?: El clamor por soluciones climáticas proviene de muchas partes de la sociedad. La venta de una empresa, por ejemplo, puede contribuir a eliminar algunas emisiones de carbono de un balance, pero acaba aumentando inadvertidamente las emisiones globales.

Esta lista no es exhaustiva, pero da una idea de cómo descartar algunas malas soluciones. A medida que las empresas y los gobiernos se ven sometidos a una mayor presión para que revelen sus emisiones, poco a poco resulta más fácil hacer un seguimiento de cómo lo están haciendo. En última instancia, la pregunta sigue siendo: ¿se están reduciendo sus emisiones con la rapidez que exige la ciencia?

Akshat Rathi escribe el Newsletter Net Zero, que examina la carrera mundial para reducir las emisiones a través de la lente de los negocios, la ciencia y la tecnología. Puede enviarle sus comentarios por correo electrónico.

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Con la asistencia de Eric Roston.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.