Muchas ciudades salvadoreñas serían excelentes para inversores bitcoin: Jorge Hasbún

El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador evalúa la Ley Bitcoin e identifica las áreas de mejora en la implementación de la criptomoneda

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San Salvador — Cuando el gobierno salvadoreño anunció a bitcoin (XBT), Jorge Hasbún pensó que se trataba de un movimiento meramente publicitario. Bitcoin no era un tema completamente desconocido en los círculos de inversionistas, quienes ya sabían de su alta volatilidad y su potencial de dejarles considerables ganancias o cuantiosas pérdidas. Por eso les preocupó la promoción de la criptomoneda con el estatus de curso legal, relata el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal).

En términos prácticos, bitcoin circula como una alternativa de pago digital, con el ropaje de moneda de curso legal. “Gracias a Dios no ha habido coerción y ojalá que nunca la haya”, respira Hasbún. Desde el minuto uno, las empresas han volcado su interés en conocer las implicaciones de la Ley Bitcoin. Los webinars sobre la criptomoneda han sido los segundos más visto en la historia de la Camarasal, solo superados por los de Firempresa, un mecanismo de apoyo gubernamental para la recuperación económica tras el Covid-19.

La economía salvadoreña se puede beneficiar de la adopción de bitcoin, concede Hasbún, pero el empuje debería recaer en el sector privado a través de la libre competencia de billeteras digitales persona a persona, sostiene. Actualmente, el Estado centraliza la actividad por medio de Chivo Wallet, una aplicación que desde el inicio estuvo plagado de fallos técnicos y sobre la cual se desconoce el verdadero costo para el país.

Ese es, en resumen, el principal llamado de Hasbún: la necesidad de más transparencia y la implementación de esta nueva tecnología de manera participativa. Y eso abarca desde la implementación de bitcoin como medio de pago hasta los proyectos de políticas públicas e inversiones, tales como los Bonos Bitcoin y Bitcoin City.

Para edificar al centro bitcoiner en Conchagua, en el oriente del país, se invertirán US$500 millones, financiados con la emisión de Bonos Bitcoin. El representante gremial considera que es un monto de inversión significativo para un país pequeño y endeudado como El Salvador. “Si nos sentamos todos los involucrados, todos los stakeholders estoy seguro que va a haber un mejor plan”, plantea a Bloomberg Línea.

Bloomberg Línea: ¿Cuál es la evaluación de la Cámara de Comercio e Industria sobre la Ley Bitcoin, desde la expectativa que les generó al inicio versus la realidad?

Jorge Hasbún: La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador fue la primera institución en el país de hacer una encuesta en la que participaron más de 1.500 socios y no socios, y más del 90% de los encuestados pensaban que bitcoin tenía que ser un tema opcional. Siempre hemos estado a favor de la innovación, una innovación inteligente, inclusiva y cuando algo empieza mal usualmente no termina bien. La Ley se hizo de una manera inconsulta. Hasta la fecha no existe un reglamento que la acompañe, eso genera muchos vacíos y potenciales riesgos.

No era necesario que se hiciera como una moneda de curso legal. Hasta la fecha eso nos ha generado problemas. El Fondo Monetario Internacional lo mencionó en su informe que veía ese tema como un riesgo para el país. En el EMBI, el Emerging Markets Bond Index, que es el indicador de bonos en los mercados emergentes, estamos en 16%, prácticamente estamos a un nivel de default técnico.

Siempre dijimos que no estábamos en contra del bitcoin. Ya circulaba en el país, es un criptoactivo de inversión de riesgo con alta volatilidad, no debería ser ilegal tampoco pensamos eso, pero el marco de darle una fortaleza con paridad al dólar pone en riesgo al país y es lo que estamos viendo en los mercados. El mundo le está diciendo a El Salvador: si tú quieres sacar un préstamo internacional tienes que pagar el 16% o más, obviamente eso nos pone en una situación precaria. Creo que lo responsable es atender esas inquietudes de los mercados para poder tener tanto un acuerdo con el FMI como para acceder a los mercados internacionales y financiar con un menor costo al Estado salvadoreño.

¿Ha sido beneficiosa o no esta ley para el país?

A nosotros nos da hasta un poco de tristeza que algo que pudo haberse implementado de buena manera se haya lanzado tan apresuradamente y de una manera tan mala. Nadie te puede decir que el lanzamiento de la Chivo Wallet fue exitoso, fue un lanzamiento con muchísimos problemas y en vez de darle más confianza a la población del uso de criptomonedas y el uso de dinero digital, le generó más desconfianza. Ahora el trabajo de educación que debió hacerse desde un inicio, no empieza de cero, empieza de negativo, porque ya no hay un desconocimiento, sino que hay prácticamente una aversión, una desconfianza tras lo que pasó con la Chivo Wallet.

Eso lo puedes ver tú de una manera muy fácil en la cantidad de las remesas que están entrando al país por medio de la Chivo Wallet, menos del 2% de las remesas entraron por medio de wallets electrónicas en diciembre. Sí veíamos una potencial ventaja para que se usara el bitcoin, no la Chivo Wallet, porque siempre hemos considerado que el rol del Estado debe ser la de generar las condiciones, pero sí hay un potencial para que vengan remesas de una manera más ágil, en transacciones más pequeñas y de una manera más económica a El Salvador por medio de la red bitcoin, por medio de blockchain, no por medio de una wallet estatal ni por medio de otro tipo de wallet custodiada, sino persona a persona.

Como Cámara seguimos capacitando a los socios y seguimos tratando de generarle confianza en cualquier tipo de innovación que les vaya a dar un beneficio o una mejor competitividad. No es un tema que debería de haberse politizado, es un tema técnico.

¿Su planteamiento implica que debería privatizarse Chivo Wallet?

No. Yo creo que el rol del Estado no debe ser operar empresas ni operar wallets, sino fomentar más wallets privadas que vengan, y poco a poco ir desapareciendo esa wallet gubernamental. No sabemos cuánto nos cuesta operarla ni el costo-beneficio, pero estoy seguro que los alquileres en los centros comerciales donde están los puestos Chivo los paga el gobierno. Si el objetivo es que haya más gente usando bitcoin en El Salvador lo mejor es nuevamente que dejen que los privados operen y haya una libre competencia porque cuando una empresa privada no funciona, cierra; pero cuando una empresa pública no funciona la seguimos subsidiando los ciudadanos.

¿El sector privado está viendo oportunidades de inversión y generación de negocios en bitcoin?

Como Cámara de Comercio e Industria de El Salvador nunca dijimos: El bitcoin es malo. Es como que yo te diga: Deberían prohibirse la venta de acciones de Tesla o de Facebook en el país. No. Debemos tener inclusión y apertura, pero cuando tú vas a hacer un cambio de política monetaria en el sentido de incluir una moneda paralela al dólar la implementación es diferente, requiere muchísima educación. De hecho, tenemos socios que son inversionistas que han venido por el bitcoin, por ejemplo Paxful es uno de ellos, que es una wallet privada y el enfoque de ellos es educación, le explican a la gente cuáles son las ventajas del uso de bitcoin, los beneficios que les puede traer y creemos que ese es el camino correcto para cualquier innovación.

¿Qué aceptación está teniendo bitcoin en los comercios, según sus mediciones?

De la últimas dos encuestas, en la penúltima, en noviembre, el 78% de los encuestados dijo que no realizó ninguna tan sola venta con bitcoin, prácticamente ocho de cada 10 no había realizado ninguna transacción. En el último sondeo (febrero) el 86% indicó que no ha realizado ventas. La implementación ha sido baja, porque el roll out de la ley y de la wallet gubernamental no fue el indicado.

Creo que se perdió una gran oportunidad porque es bueno tener innovación, pero innovación inteligente, inclusiva, con un proceso participativo y eso es lo que hemos seguido tratando de fomentar. Los webinars de bitcoin fueron muy asistidos, han sido los segundos más asistidos en la Cámara después del apoyo económico de Firempresa. Sí hay un interés, la gente quiere entender, no quiere poner en riesgo tampoco su negocio, ven que el Estado ha comprado estas decenas de millones de dólares en bitcoin y hoy ha bajado, ellos no quieren estar en esa situación de perder dinero. La inversión del Estado ha perdido dinero, sabemos públicamente el momento en los que se compró, los precios a los que estaba y los precios a los que está hoy.

Por eso la recomendación de nosotros siempre ha sido: Si su negocio no es especulación financiera cambie el bitcoin para que pueda pagar su planilla y a sus proveedores. Ahora, si un proveedor le dice a una persona: Yo te acepto el pago en bitcoin, eso es un acuerdo entre privados, y qué bueno que existe, siempre y cuando tengan la información indicada para tomar una especulación inteligente.

¿Cuál es su interpretación de estos datos de las encuestas de Camarasal?

Digamos que el 20% de la gente lo ha usado o ha recibido un pago en bitcoin. Como ya se acabó el subsidio de los US$30, que no era un subsidio, era un regalo del erario público de los impuestos que pagamos todos que prácticamente se les regresó a los usuarios de la Chivo Wallet, cuando eso se estaba depositando a la gente obviamente hubo un mayor uso, ahora es mucho menor. No sabemos de cuánto porque no hay información pública. No sabemos si hay 100 transacciones al día o 10.000, nadie tiene esa información, no es pública, y esa sería en realidad la medición del éxito o el fracaso del proyecto, cuánta gente día a día la está usando y cuánto se está procesando por ahí. Y lo otro es cuántas wallets privadas están operando en el país, porque nuevamente creemos que el rol del Estado es el de generador de reglas, facilitador de negocios y no de operador de negocios.

¿Qué hacer con respecto a la Ley Bitcoin, ahora que se conoce un panorama después de seis meses?

El 20% de gente que ha recibido pagos tampoco es tan bajo. Nosotros no estamos en contra de bitcoin, no estamos en contra de que se haga algo bien, apoyamos el tema de la educación, el individuo o la empresa tiene la libertad de tomar la decisión de invertir en la empresa que ellos busquen siempre y cuando sea lícito, eso es parte de los principios que nosotros defendemos como gremial, pero tiene que ser bien informado, no puede ser coercido a tener que aceptar un bien de inversión en pagos.

Hasta ahora gracias a Dios no ha habido una implementación forzada del Estado en el que llegue a un negocio y diga: “Lo voy a cerrar porque usted no aceptó bitcoin” y creemos que como sector privado tenemos que fomentar nuevamente el uso de cualquier nueva tecnología de manera participativa e informada, y que cualquier cosa que le genere un beneficio, ya sea más productividad o ser más competitivo a una empresa o a un individuo salvadoreño es bienvenido siempre y cuando no se convierta en un riesgo para ellos por carecer de la información.

¿Cómo se puede optimizar la implementación de bitcoin?

Uno de los temas importantes del riesgo país es cuánto vas a invertir en bitcoin. El Fidebitcoin (Fideicomiso Bitcoin manejado por el Banco de Desarrollo de El Salvador) hay un límite establecido ($150 millones) pero debería estar legalmente claro que no vas a pasar de ahí. Además, cuando se anunció el famoso Bitcoin Bond decían que la mitad de los $1.000 millones emitidos los iban a agarrar para comprar más bitcoin, ¿y esos $500 millones qué pasa si bajan a cero? ¿El Estado va a tener que pagar esos $500 millones o el inversionista es el que pierde? Se mencionó que si subía el precio compartían las utilidades, lo lógico sería que si baja se compartan las pérdidas. Hay que aclarar eso porque implicaría un riesgo adicional para el país en caso de que baje el precio del bitcoin.

¿Qué pasaría con esos US$500 millones que se compraría en bitcoin, pasarán a una reserva diferente o los va a manejar Fidebitcoin?

No sabemos, pero ya es un monto muy importante para un país con tanta falta de recursos como el nuestro. Lo otro es que aquí no necesitas una ciudad nueva (Bitcoin City), es más, hablas con la gente que ha venido a invertir en bitcoin y te dicen: “A mí de lo que más me gusta es estar en la playa con la gente y conocer a los salvadoreños, ellos no quieren irse a meter allá aislados solo ellos, ellos quieren ser parte de la comunidad. Entonces, ¿los otros US$500 millones los vas a usar para construir una ciudad nueva o en cambio mejoremos las 262 ciudades que ya tenemos en el país?

¿Es decir, identificar los focos que ya están atrayendo a estos inversores de bitcoin?

Imagínate en toda esta costa del área de El Zonte y todo eso. Si nos sentamos todos los involucrados, todos los stakeholders estoy seguro que va a haber un mejor plan. ¿Por qué? porque ya hay un montón de ciudades acá que podrían ser excelentes para que vivan los inversionistas de bitcoin. Por ejemplo, en La Unión es un lugar con carreteras preciosas porque se habían preparado para el puerto que nunca lo echaron a andar, pero es una infraestructura que está prácticamente ahí tirada, muy bien podrías hacer colonias nuevas y zonas nuevas en La Unión para tener el fomento de estos inversionistas, aparte que estás enfrente de playas preciosas.

¿Ve un riesgo de que Bitcoin City no logre tener el atractivo que están planteando sus promotores?

No sé si hay un riesgo porque no he visto un estudio de factibilidad, creo que nadie lo conoce, no es público, pero lo que sí podemos decir es que estoy seguro que si se toman en cuenta las observaciones de todos los actores podríamos tener una solución mejor que hacer una nueva ciudad.

Con este escenario que está viendo, ¿el gobierno debería cambiar de estrategia?

Creo que en cualquier cosa si no eres inclusivo, participativo, transparente, abierto no te va a dar buenos resultados. Una comisión de la Asamblea Legislativa que pasa algo como la Ley Bitcoin en cosa de dos horas no está cumpliendo con su función de ser la casa del pueblo. Tienes que escuchar a las personas, a los sectores que van a estar afectados para tomar la mejor decisión.

Fidebitcoin debería tener un registro público así como cuando ves los casos Covid-19, día a día, cuánto en realidad hemos perdido, cuánto se ha vendido, no sabemos. Eso pone nervioso al Fondo Monetario, al Banco Mundial, a los compradores de bonos, a todo eso, porque dicen: ahí tal vez me van a decir el dinero para una cosa y la van a usar para otra.

Ahora, ¿qué hacer con el bitcoin hacia adelante? Lo que estamos haciendo nosotros. Estamos educando a la población, a las empresas, apoyando a las wallets privadas y esperamos que el daño reputacional que se hizo al bitcoin con la Chivo Wallet se vaya corrigiendo poco a poco.

Por su planteamiento, ¿bitcoin ha venido para quedarse en El Salvador?

En el mundo. Es que nosotros no inventamos el gobierno, el gobierno no inventó el bitcoin, el bitcoin ya existía, ya se transaba acá, lo único que estás haciendo es incrementando o escalando el uso de bitcoin. Si ya vimos que es una política de Estado sobre la cual no están dispuestos a modificar el hecho de que sea obligatoria, pero gracias a Dios no ha habido coerción y ojalá que nunca la haya, lo que tenemos que hacer es darle a la gente la información, tener apertura, hacerlo participativo y escuchar para poder hacer una implementación o ayudar a que los problemas de una mala implementación sean los menores posibles.

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