Bogotá — Un reciente análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) muestra que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) ha cumplido con su objetivo de evitar abruptos en los precios de la gasolina en Colombia.
No obstante, Anif resalta que su funcionamiento ha implicado una creciente presión sobre las finanzas públicas. Con todo, es importante reconocer las dificultades a las que se enfrenta el gobierno para modificar la situación actual del Fondo.
Por un lado, el contexto global que mantiene altos los precios del petróleo por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Por el otro, la inflación en el país se encuentra en franco crecimiento desde hace varios meses.
Bajo ese escenario, cerrar la brecha entre el precio de paridad y el ingreso al productor supondría, de entrada, presiones adicionales sobre el nivel de precios.
Según estimaciones del Ministerio de Hacienda, cerrar el diferencial habría significado 0.6 puntos porcentuales adicionales en la inflación en 2020 y 3 puntos porcentuales en 2021, mientras que para 2022 la expectativa está en 1.1 puntos porcentuales adicionales sobre esa variable.
Hay que tener presente que en las últimas horas el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) aseguró que los precios durante los últimos 12 meses han aumentado 9,23% y esta es la variación más alta de los últimos 22 años.
Lo anterior en un contexto de precios elevados que ha afectado de forma aún más negativa a la población más vulnerable.
A pesar de eso, es fundamental diseñar e implementar desde ya reformas estructurales al fondo que impidan que el balance deficitario siga creciendo en los próximos años.
Anif dice que EN un principio, eso significa eliminar gran parte de los subsidios detrás del mecanismo, lo que, a su vez, implica ajustes en la fórmula de cálculo y la operación del fondo, así como en su institucionalidad.
Añade que si bien el cierre inmediato del diferencial entre el ingreso al productor y el precio de paridad internacional conlleva, como lo mencionamos, presiones inflacionarias e impactos dispares por grupos económicos, se debería propender por un cierre gradual y progresivo de esa brecha, de tal manera que represente una carga cada vez menor para las finanzas públicas.