Bloomberg — La titular de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, aterrizó este martes en Taiwán, desafiando las advertencias de China, que considera a la isla como parte de su territorio.
Se trata de la visita de más alto rango de un funcionario de EE.UU. a Taiwán en 25 años, luego de que lo hiciera el entonces presidente de la Cámara Baja, Newt Gingrich.
“La visita de nuestra delegación a Taiwán honra el compromiso de EE.UU. de apoyar la vibrante democracia taiwanesa. Nuestras conversaciones con los líderes de Taiwán reafirman nuestro apoyo a nuestro socio y promueve nuestros intereses compartidos, entre ellos avanzar con una región del Indo-Pacífico libre y abierta. La solidaridad de EE.UU. con las 23 millones de personas de Taiwán es más importante que nunca, a medida que el mundo se enfrenta a una elección entre autocracia y democracia”, indica parte del mensaje de Pelosi.
China ha lanzado distintas amenazas a lo largo de los últimos días ante la posibilidad de que el viaje se materializara. En una conversación telefónica la semana pasada, el presidente chino Xi Jinping le dijo a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que “quien juegue con fuego se quemará”.
El martes, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, rechazó las declaraciones de Estados Unidos de que el Congreso era una rama independiente del gobierno, y dijo que debía acatar la política exterior de la administración Biden.
“Cuando la presidente de la Cámara de Representantes, siendo la tercera figura de mayor rango en el gobierno estadounidense, vuela en un avión militar estadounidense para hacer una visita provocativa a la región de Taiwán, ciertamente no es un comportamiento no oficial”, dijo en una sesión informativa en Pekín, añadiendo que cualquier contramedida estaría “justificada” en respuesta a ese “comportamiento sin escrúpulos”.
China se pondría en contacto con su embajador estadounidense “cuando sea apropiado”, dijo. Sin embargo, dejó la puerta abierta a una posible cumbre en persona entre Biden y Xi, diciendo que cualquier reunión de este tipo se decidiría “a través de los canales diplomáticos.”
Taiwán se enfrentó a ciberataques antes de la llegada de Pelosi, y la oficina presidencial dijo que sufrió una oleada de esta naturaleza de 20 minutos de duración a primera hora de la tarde. La escala de los ataques DDoS, o de denegación de servicio distribuido, fue 200 veces peor de lo habitual, dijo el portavoz presidencial Xavier Chang. El sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores también pareció no funcionar.
Aunque hay pocos indicios de que China esté planeando una invasión a gran escala de Taiwán, Pekín ha respondido a anteriores visitas de funcionarios extranjeros con grandes incursiones en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán o a través de la línea media que divide el estrecho. Un gran número de aviones de guerra del Ejército Popular de Liberación (EPL) volaron cerca de la línea divisoria el lunes por la mañana, según informó la televisión taiwanesa TVBS, que añadió que también se desplegaron buques de guerra taiwaneses en lo que denominó una operación rutinaria.