¿Qué puede esperar Ecuador de la renegociación petrolera con China?

En las preventas petroleras, existen tres escenarios posibles: un ajuste en el pago por el crudo, del flete y una ampliación del plazo de entrega

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QUITO — El presidente Guillermo Lasso dijo en una entrevista con Bloomberg Línea hace pocas semanas que pronto se conocerían los resultados de la renegociación de la deuda con China. Aunque aún no se oficializa el anuncio, una parte importante de la renegociación son las preventas petroleras que le han traído más de un dolor de cabeza al Ecuador y casi US$5.000 millones en perjuicios económicos, según reportes oficiales.

¿Pero a qué podría aspirar el país en una renegociación con el gigante asiático en el tema de los compromisos de petróleo? Al menos existen tres escenarios, según el analista económico Santiago Mosquera. El peor sería que no exista ningún acuerdo y, el mejor, que China acceda a todas las necesidades de Ecuador, especialmente a tres:

  • Un ajuste en el precio que paga por el crudo.
  • Mejora en el costo de los fletes.
  • Ampliación del plazo en al menos tres años para la entrega de petróleo.

Un escenario intermedio sería que se cumplan, al menos, dos de las tres necesidades.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Entre 2009 y 2016, Ecuador recibió créditos de China por US$ 18.470 millones, con intereses de hasta el 7,37% más cargos por costos financieros. Esos préstamos fueron respaldados con la entrega de petróleo a largo plazo. Para ello se firmaron 13 contratos comerciales y el país comprometió hasta 2024 la entrega de 1.325 millones de barriles de crudo a las empresas asiáticas Petrochina International Company Limited, Unipec Asia Co Limited y PTT International Trading Pte. Ltd.

El fondo del asunto es que las condiciones en las que el país paga la deuda con petróleo representan millonarios perjuicios económicos, pues el crudo se entrega a precios inferiores a los del mercado y son las compañías asiáticas las que lo entregan a bancos y empresas privadas para que lo revendan en condiciones spot y a precios más altos que permiten los mercados de la región.

De los 13 contratos, tres están vigentes hasta 2024. Dos con Petrochina y uno con Unipec. Específicamente, a Petrochina están pendientes por entregar 84,1 millones de barriles de petróleo hasta 2024. Se conoce extraoficialmente que la empresa habría aceptado extender el plazo de entrega por tres años más, lo que sería un logro de la renegociación. Pero no se saben más detalles.

¿CUÁL ES EL PROBLEMA DE FONDO?

El problema es que cuando se firmaron los contratos se usó una fórmula que no refleja la dinámica del mercado y se entregó el crudo “sin licitaciones”, por eso, “mientras los compradores que adquieren el crudo a través de un proceso competitivo pagan un precio de mercado, estos contratos de preventa le perjudican al país”, dice a Bloomberg Línea el analista petrolero Fernando Santos Alvite.

Para ejemplificar lo que dice Santos se puede mirar cómo han sido los últimos pagos. En julio, China pagó al Ecuador US$86,99 por barril, cuando lo logrado en ventas spot por el país fue US$95,92 por barril. Es decir, el Ecuador perdió US$8,93 por cada barril de petróleo entregado a las empresas asiáticas.

La fórmula establecida en los contratos facilita que el descuento que China paga por el petróleo ecuatoriano sea mayor que el pagan otras empresas compradoras.

Por ello, Santos Alvite cree que un resultado positivo de la renegociación sería que “por lo menos los millones que nos faltan por entregar nos paguen al precio spot y que cualquier cantidad adicional que paguen también sea a ese precio de mercado”. “La fórmula que se usa hasta hoy no es que sea mala, sino que no refleja la dinámica del mercado y el crudo ecuatoriano se ha revalorizado”, agrega el exministro de Energía.

EL PRECIO Y EL TIEMPO

En esa misma línea, Mosquera hace énfasis en que los puntos clave de los actuales contratos y que deberían revisarse son: el factor de ajuste respecto del precio internacional del crudo y el valor del flete, pues Ecuador ha tenido que pagar onerosos costos por ello.

“De llegarse a un acuerdo, debería existir una reducción del factor de ajuste y eso le permitiría al Ecuador tener precios algo más cercanos a los de mercados internacionales. Si adicionalmente se revisa el tema del flete, sería el mejor escenario”, afirma.

Según sus datos, cada dólar que se reduzca en el castigo le significarían al Ecuador US$80 millones adicionales en recursos y, si se consigue una reducción de dos, tres o cuatro dólares respecto a la situación actual “estaríamos hablando de, al menos, US$300 millones”.

A esto se sumaría la renegociación del plazo, lo que se traduciría en hacer menores envíos de crudo a China hasta 2027, lo que le daría al país una mayor cantidad de crudo disponible para la venta en el mercado internacional.

“Extender los plazos y reducir los volúmenes de envío a China sí ayuda al Ecuador a tener más más disponibilidad de crudo para vender en el mercado spot, que no tiene el factor de ajuste de los contratos con China”, explica el también decano de la Escuela de Negocios de la UDLA para quien un plus de la negociación sería que el anuncio traiga “más claridad” sobre las condiciones finales contractuales “porque muy poca gente los conoce”.

¿HASTA DÓNDE CEDERÁ CHINA?

Aunque eso es difícil de predecir, Santos Alvite cree que sí existirá cierta flexibilidad, pues China “está lavando su imagen” luego de haber sido un acreedor oneroso para los países de la región. Incluso, el exmnistro considera que el Ecuador debería pedir una compensación económica por todos los perjuicios que ha dejado las preventas al país.

“Lo justo, lo equitativo y lo correcto sería que los compradores chinos reconozcan una indemnización al país por haber pagado menos que el precio del mercado por el crudo que se han llevado”, enfatiza.

Algo que para Mosquera es impensable, pues a pesar de que exista avances y buena voluntad “al final son contratos firmados, que no están registrados en la legislación ecuatoriana”. Por ello, en el peor de los casos, China podría ejecutar las cláusulas tal como han sido suscritas. De allí que lo deseable es que, al menos, el gigante asiático “se sensibilice” con la situación del país y ceda parcialmente.