Bloomberg Línea — República Dominicana espera recibir US$36.200 millones en fuertes externas, lo que robustecerán la macroeconomía del país en 2022, informó el Banco Central de esta nación (BCRD).
Las proyecciones para este año son obtener unos US$10.000 millones en concepto de remesas, US$14.000 millones por exportaciones, unos US$8,700 millones de ingresos por turismo y US$3,500 millones de la Inversión Extranjera Directa.
”Esto contribuirá a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio que se observa en la actualidad, de tal manera que el tipo de cambio mostró una apreciación acumulada de 7% al cierre de septiembre de 2022″, planteó la banca central.
Además, los flujos de divisas le han permitido al país acumular US$13.806 millones en reservas internacionales a septiembre, dijo el BCRD.
Por su lado, la calificadora de riesgo Fitch Ratings analizó que las exportaciones, la IED y la liquidez externa están dándole un respaldo a la capacidad de República Dominicana para hacerle frente a los choques externos y afrontar las alzas de tasas de interés por parte de las economías desarrolladas.
En medio de fuertes presiones inflacionarias mundiales de las que no escapa el país, la entrada de divisas amortiguan el impacto en la economía y permiten que mantenga su ritmo de crecimiento en torno a su ritmo potencial. Por lo que las autoridades prevén que en 2022 la expansión del PIB real esté en un rango cierre entre 5,0% y 5,5%.
Además, la posición dominicana genera más confianza hacia la moneda local, se desprende de un análisis del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).
Por ejemplo, los depósitos en moneda extranjera bajaron –en su equivalente en moneda local– de RD$590.030,2 millones en diciembre de 2021 a RD$578.681.4 millones a septiembre de 2022.
En ese mismo período, la tasa de interés pasiva en pesos dominicanos subió en seis puntos porcentuales; mientras que la moneda dominicana se apreció en 6,4% ante el dólar.
“El hecho de que se requieran menos pesos para realizar consumos en dólares ha vuelto menos atractivo para los ahorrantes mantener una parte de su dinero en otra moneda”, analizó el CREES.
Así se han comportado las remesas, las exportaciones, el turismo y la inversión extranjera directa, las cuatro principales fuentes externas de divisas para el país, en lo que va del año:
Remesas
Los dominicanos recibieron un total de US$7.309,4 millones en remesas familiares entre enero y septiembre, una caída del -7% al cotejarlo con los primeros nueve meses de 2021. A pesar del menor dinamismo, el BCRD cree que estos flujos de dinero están llegando a un nuevo nivel para el país.
“En el mes de septiembre, particularmente, las remesas sumaron US$790,6 millones. Estas cifras reafirman el establecimiento del nuevo nivel de flujos de remesas mensuales, en torno a los US$800 millones”, prospectó el más reciente informe de la banca central.
Por eso mantuvo la expectativa de que este flujo vuelva a superar los US$10.000 millones en 2022, tal como lo hizo en 2021, cuando entraron $10.402,5 millones.
Si estas proyecciones se cumplen, estos ingresos equivaldrían al 71,4% de las exportaciones previstas para este año. En 2021, las remesas representaron el 83,5% de las exportaciones dominicanas.
Exportaciones
Las exportaciones entre enero y junio de 2022 ascendieron a US$7.012,5 millones, un incremento del 16,5% con respecto al período comparable del año anterior.
El rubro industrial soportó buena parte del resultado, con US$1.649,8 millones en productos exportados, cifra 54,1% superior a la del primer semestre de 2021.
Las zonas francas, en conjunto, avanzaron en 14,6%, a US$3958,5 millones; el sector agropecuario exportó US$390,3 millones, una baja del -4,1%; y el de minerales vendió al extranjero US$1.013,9 millones, un descenso del -8,1%.
La balanza de pagos al primer semestre tuvo un déficit de -US$2.953,7 millones. En este desempeño incidió principalmente el incremento del 45,2% en las importaciones de petróleo (US$405,5 millones en total).
“Otro renglón que incidió fue la disminución de las exportaciones de oro en el orden del -20,8%”, dijo el BCRD. Dominicana exportó US$670,5 millones en los primeros seis meses de 2022, -US$175,8 millones menos que el mismo período de 2021.
Turismo
La República Dominicana ya recuperó los niveles prepandemia en el turismo. Más de 5,3 millones de turistas visitaron la isla entre enero y septiembre, un 6,48% más de los que llegaron en 2018. El país tiene como meta recibir 7 millones de turistas en todo el año.
En los primeros meses del año, el destino recibió US$6.761 millones en divisas por turismo, dijo David Collado, ministro de Turismo. Así, la actividad representó el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) y generó casi 900.000 puestos de trabajo.
Solo en septiembre arribaron 430.129 turistas al país. La cantidad se perfilaba a ser mayor, pero unos 45.000 viajeros no pudieron viajar al país debido al azote del huracán Fiona.
Por procedencia de su visita, Estados Unidos, Canadá, España, Colombia y Reino Unido son los mercados más importantes para Dominicana.
Inversión Extranjera Directa
Entre enero y junio de 2022, la IED en el país caribeño ascendió a US$1.990,1 millones, un incremento interanual de un 15%, en relación con igual período de 2021, cuando alcanzó los US$1.732 millones.
Los países con mayor inversión acumulada en el referido período son: Estado Unidos, con US$727,1 millones, representando el 36,5% de toda la inversión del período analizado; México con US$211,8 millones, un 10,5% del total; Canadá con US$149.4 millones, un 7,5% del total; Islas Vírgenes Británicas con US$138.1, un 6,9% y España con US$72.3 millones, con el 3,6% del total de IED del país.
Estos cinco países aportaron US$2.586 millones en 2021, el 83,3% del total de inversión, US$3102,1 millones.
Ficth Ratings destaca que las entradas de IED han limitado las necesidades de préstamos externos para financiar el déficit de la cuenta corriente.
Puntualiza que las entradas de IED en el primer semestre de 2012 ascendieron a US$1.800 millones (3,2% del PIB anualizado), a lo que contribuyó la deslocalización de las cadenas de suministro estadounidenses, así como el turismo., la minería y la inversión en infraestructuras.