La brutal caída de las criptomonedas golpea a los cajeros automáticos de Bitcoin

El número de cajeros automáticos de criptomonedas en EE.UU. alcanzó un máximo de poco más de 34.000 en agosto y desde entonces ha disminuido ligeramente

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El condado de Amherst, en Virginia, no tiene ningún hospital, pero lo que sí tiene es un cajero automático de bitcoin (XBT), que está en el interior del Dogwood Express Market, una tienda de artículos cotidianos que está situada justo al final de la calle del concesionario local de coches usados. La máquina permite comprar, recibir y enviar bitcoin.

Sin embargo, que decidan hacerlo es otra cuestión. “Nunca he visto a nadie utilizarlo”, aseguró una empleada de 27 años del Dogwood Express llamada Chrissy Scruggs.

Desde que se instaló el primer cajero automático de bitcoin, hace casi una década, el número de este tipo de máquinas proliferó, sin importar los ciclos de auge y caída de las cripto. Desde las bulliciosas calles de Nueva York hasta comunidades rurales como el condado de Amherst, aparecieron por todas partes, símbolos físicos del creciente atractivo de las criptomonedas.

Pero con la llegada del criptoinvierno de 2022, que desplomó al bitcoin 64% y arrastraró a empresas desde Celsius Network hasta FTX, de Sam Bankman-Fried. En este contexto, el número de cajeros automáticos de criptomonedas en EE.UU., que había alcanzado un máximo de poco más de 34.000 en agosto, desde entonces ha disminuido ligeramente, según Coin ATM Radar, que realiza un seguimiento de las máquinas.

Septiembre fue el primer mes en la historia del sector en el que se retiraron más cajeros automáticos de los que se instalaron, según los datos de Coin ATM (en octubre se produjo un pequeño repunte).

Y lo que es peor, la cantidad de dinero que maneja el cajero medio ha caído en picada, según los cálculos de Bloomberg News basados en los datos disponibles del sector.

La cantidad total de dinero canalizada a través de los cajeros automáticos de criptomonedas a nivel mundial, expresada en dólares, cayó a US$230 millones en octubre desde US$349 millones en enero de 2021, según datos del investigador Chainalysis. La caída se produjo incluso cuando el número de máquinas instaladas en todo el mundo casi se triplicó en el período. Esto implica una disminución de aproximadamente el 75% del valor que genera la unidad media.

Muchos cajeros automáticos se utilizan poco o nada. En la tienda Smoke Shop, en el centro de Manhattan, hay uno escondido entre las estanterías de refrescos y aperitivos. Syed Alam, que trabaja en la tienda, dice que no presta mucha atención al cajero. Al mediodía de un viernes reciente, calculó que al menos una persona la había utilizado ese día. Cada dos semanas, más o menos, alguien viene a recoger el dinero de la unidad.

Lo que está claro, sin embargo, es que el uso ha disminuido en el último año. “Ahora va lento”, dice Alam, de 49 años.

Con la disminución de la demanda, los ejecutivos que estaban acostumbrados a enchufar unidades tan rápido como podían negociar nuevos arrendamientos se enfrentan a opciones más difíciles.

Coin Cloud, que gestiona unos 5.000 cajeros automáticos en EE.UU. y Brasil, ha recurrido a asesores para que le ayuden a rehacer unos US$125 millones de deuda acumulada para financiar una agresiva expansión, según informó Bloomberg News en noviembre. La compañía ha estado buscando financiación adicional de la problemática criptointermediaria Genesis, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

Algunos de los quioscos de Coin Cloud están en zonas rurales con poco tráfico peatonal, según personas con conocimiento de su negocio. Coin Cloud declinó hacer comentarios sobre sus esfuerzos por conseguir financiación. Su director ejecutivo, Chris McAlary, dijo en octubre que la empresa no ha tenido que reducir su número de máquinas.

Hay que ser más selectivo con la ubicación que hace dos años”, dijo Ben Weiss, consejero delegado de su rival CoinFlip. “Quieres ubicaciones que tengan un largo horario y un alto tráfico de personas”. CoinFlip no ha tenido que retirar ninguna máquina este año y sus ingresos están aumentando, dijo Weiss en octubre, sin dar detalles.

Negociar los alquileres

Gestionar muchos cajeros infrautilizados puede ser costoso. Los operadores negocian el alquiler individualmente con los puntos de venta, aunque algunos pagan a los propietarios de las tiendas un porcentaje de los ingresos que genera una unidad, según Eric Grill, director general del fabricante de cajeros automáticos de criptomonedas ChainBytes.

Grill también es propietario de cuatro empresas de cajeros automáticos de criptomonedas que, entre todas, operan “un par de cientos” de máquinas en todo el mundo. Dijo que sus empresas suelen pagar a las tiendas unos US$300 al mes por alojar una máquina, pero dependiendo de la cantidad de dinero que aporte una unidad, la tarifa puede llegar a los US$1.000.

Los cajeros automáticos de criptomonedas en Estados Unidos generan entre US$1.000 y US$10.000 de ingresos al mes, dijo Grill a principios de noviembre. Calculó que entre el 3% y el 6% de esa cantidad se destina a gastos de funcionamiento, como el alquiler, el marketing y el pago a los responsables del cumplimiento de la normativa y a las personas que recogen el dinero de las máquinas.

Los ejecutivos entrevistados para este artículo expresaron su confianza en sus negocios, incluso si el sentimiento en torno a los activos digitales se ha agriado. Los volúmenes de transacciones no son tan vulnerables a las oscilaciones del mercado como en las bolsas de criptomonedas, por ejemplo, dijeron.

Las máquinas también ofrecen una forma rápida y cómoda -y a menudo anónima- de entrar en el mundo de los activos digitales. Las empresas de Grill no requieren ni número de teléfono ni identificación para las transacciones de menos de US$500.

En parte debido a esos atributos, los cajeros automáticos de criptomonedas generan jugosas comisiones, que oscilan entre el 11% y el 25%, según el operador Coinsource.

Mucha gente está tratando de ser conservadora”, dijo Brandon Mintz, fundador y director general de Bitcoin Depot, que Coin ATM Radar califica como el mayor operador de cajeros automáticos de criptomonedas en Estados Unidos. Bitcoin Depot ha ralentizado el ritmo de instalación de nuevas unidades y se está centrando en trasladar las máquinas infrautilizadas a ubicaciones con mejor rendimiento.

Mintz planea sacar a bolsa a Bitcoin Depot fusionándola con una compañía de adquisición de propósito especial, o SPAC. En un comunicado de prensa de agosto en el que se anunciaba el acuerdo, Bitcoin Depot dijo que gestiona más de 7.000 “quioscos” en Estados Unidos y Canadá. La empresa generó US$6 millones de ingresos netos sobre unas ventas de US$623 millones en los 12 meses hasta junio, según el comunicado, que no ofrecía comparaciones del año anterior para las cifras no auditadas.

Bitcoin Depot debía US$42,4 millones en virtud de un préstamo a plazo con un tipo de interés del 15% a 30 de junio, según la declaración de representación. Esto se compara con un rendimiento del 10% en un índice de préstamos apalancados de Estados Unidos.

El acuerdo propuesto, cuyo cierre está previsto para el primer trimestre, valora Bitcoin Depot en US$885 millones. Mintz dijo en un correo electrónico del 22 de noviembre que el acuerdo sigue en marcha y que “la empresa no se ha visto afectada por las fluctuaciones del sector”. También dijo que Bitcoin Depot está “cómodo” con su posición financiera y su capacidad para pagar la deuda.

Prohibición de cajeros automáticos en Singapur

Una amenaza potencial proviene de los reguladores. En enero, Singapur prohibió los cajeros automáticos de criptomonedas y ordenó su cierre. En marzo, las autoridades del Reino Unido dijeron que no habían aprobado ninguna máquina y advirtieron a los operadores que retiraran las unidades que aún estuvieran en uso.

En EE.UU., los reguladores han adoptado hasta ahora un enfoque de no intervención. Pero en un informe publicado originalmente en septiembre de 2021, la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno afirmó que los cajeros automáticos de criptomonedas pueden utilizarse para facilitar el tráfico de drogas. Ha recomendado que la Red de Ejecución de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro y el Servicio de Impuestos Internos revisen los requisitos de registro de las máquinas. Ambas agencias están de acuerdo.

Sea cual sea el resultado de ese proceso, un reto más inmediato para los operadores de cajeros automáticos puede ser convencer a los propietarios de que sigue mereciendo la pena albergar una máquina, incluso cuando el uso se enfría.

Louis Pena, gerente de la tienda Orion Electronic del Bronx, calcula que su cajero recibe algo así como un visitante al día. Lo acepta -es un cliente potencial, al fin y al cabo- y no tiene previsto deshacerse del cajero. Pero su paciencia no es infinita.

“Cuando empiezan a no darme clientes, no tiene sentido tenerlo”, dice.