Riesgo país de Bolivia supera 1.000 puntos y agudiza la tensión por las reservas

Los últimos días vienen siendo difíciles para las finanzas del país sudamericano y analistas externos advierte sobre la escasez de reservas

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Bolivia viene teniendo días complicados en materia financiera y este miércoles 15 de marzo de 2023 se sumó un problema nuevo: el riesgo país superó la barrera psicológica de los 1.000 por primera vez, según reseñó Bloomberg. Si tomamos en cuenta que en la primera jornada hábil de este año Bolivia el riesgo país de Bolivia se ubicaba en 564, observamos que en lo que va de 2023 se disparó casi 79%.

El riesgo país es lo que formalmente se conoce como Emerging Markets Bonds Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) y es calculado por el banco estadounidense JP Morgan. El indicador permite saber el adicional que exigen los inversionistas para mantener la deuda en dólares de la nación sobre los bonos del Tesoro estadounidenses comparable.

El bono más significativo de Bolivia, es decir, el que vence en 2028, se ubica actualmente por debajo de los US$65, luego de haber comenzado este año en US$80,88.

Reservas en alerta

Analistas internacionales consideran que Bolivia atraviesa una situación crítica en términos financieros debido al desplome de sus reservas internacionales.

La calificadora de riesgo estadounidense Fitch Ratings escribió recientemente que “las presiones externas erosionaron las reservas del Banco Central de Bolivia (de los US$15,1 mil millones en 2014 a solo US$3,5 mil millones este año, que equivalen a 2,7 meses de pagos externos corrientes de febrero 2023)”.

Este nivel es muy bajo en comparación con otros países con tipos de cambio estabilizados. El hecho de que no se hayan publicado datos sobre las reservas desde el 8 de febrero y los interrogantes en torno a su utilidad plantean una mayor incertidumbre sobre las municiones del Banco Central para gestionar el choque actual”, alertó Fitch Ratings.

Además, la mayor demanda de dólares por parte del público obligó al Banco Central de Bolivia a tener que vender divisas y se formaron largas filas frente a los bancos que ofrecían esta posibilidad.

Desequilibrios fiscales

“El déficit fiscal del sector público no financiero (SPNF) de Bolivia cayó al 7,1% del PIB en 2022, recuperando su nivel anterior a la pandemia, pero las autoridades no se proponen una mayor reducción”, señaló con preocupación Fitch Ratings.

Y añade: “La caída de la producción de gas sigue lastrando los ingresos y el gasto corriente sigue aumentando, sobre todo a causa de las costosas subvenciones a los combustibles. La inversión pública ya ha servido como principal variable de ajuste, habiendo caído al 6,9% del PIB en 2022 desde un máximo del 19,4% en 2014, pero las autoridades están deseosas de reactivarla”.

Según Fitch Ratings, “la falta de planes proactivos de consolidación fiscal y el endurecimiento de las restricciones de financiación plantean riesgos de ajustes desordenados”, mientras que evitarlo mediante un mayor recurso a los préstamos del Banco Central (que ya representan el 37% del PIB) “podría suponer un peligro aún mayor para la economía”.