Ciudad de México — La crisis que se vivió entre 2007 y 2009 podría dar pistas de lo que depara para las startups durante esta crisis bancaria que comenzó con la caída de Silicon Valley Bank (SVB), de acuerdo con PitchBook. La situación actual podría empeorar la cautela en inversiones de capital de riesgo o venture capital y provocar que las startups en etapa tardía no puedan obtener liquidez, pero tampoco fácilmente debutar en bolsa.
Durante la última crisis, que se suscitó entre diciembre de 2007 y junio de 2009, tuvieron lugar caídas sustanciales en los mercados públicos con el S&P 500 y el Nasdaq cayendo un 37,6% y un 31,0%, respectivamente.
Pensando en este ejemplo de crisis moderna, un análisis de la empresa de datos financieros, PitchBook, señala que en aquel entonces se provocó un descenso del volumen de operaciones y de las valoraciones en los mercados privados, incluida una caída considerable de la actividad de salida de empresas respaldadas por capital riesgo.
De hecho, a pesar de la cifra récord de US$57.400 millones de dólares en valor total de salidas en 2007, sólo se registraron US$36.400 millones de dólares en valor de salidas en 2008 y 2009 juntos, dijo Vincent Harrison, analista de venture capital de PitchBook.
En particular, la actividad de cotización pública fue la más afectada, con sólo 34 salidas públicas en 2008 y 2009, por un total aproximado de US$5.300 millones de dólares, frente a las 94 salidas por un total de US$24.500 millones de dólares en 2007.
En la actualidad, desde que la cautela del venture capital se asentó ha habido menos salidas a bolsa. En 2022 en Estados Unidos se produjeron 76 salidas a bolsa por un total de 32.500 millones de dólares, frente a las 304 salidas públicas por un total de 624.400 millones de dólares del año anterior, según datos de PitchBook.
En particular en América Latina, el año pasado ninguna startup hizo su OPI (oferta pública inicial), pero se anunció que algunas tienen intenciones de hacerlo, como el unicornio mexicano, Clara; la proptech colombiana, La Haus; y el supermercado en línea colombiano, Merqueo.
Considerando la situación actual, la manera más factible de salir a bolsa es a través de una empresa cheque en blanco o SPAC (compañías de adquisiciones de propósito especial, por sus siglas en inglés). Las SPACs han representado un modelo de crecimiento interesante para las startups a lo largo de los últimos años en el país norteamericano.
El neobanco mexicano Covalto (antes Credijusto) dio a conocer en agosto de 2022 que prepara su fusión con Liv Capital Acquisition Corp II, un SPAC que cotiza en Nasdaq.
La compañía, fundada por Allan Apoj Pascal y David Poritz, se convertirá en la primera fintech mexicana en cotizar en el mercado de valores de EE.UU., con una valuación cercana a los US$547 millones, informó en un comunicado.
En Latinoamérica pocas startups han logrado una OPI, en junio de 2021 la startup uruguaya dLocal se volvió pública y en diciembre del mismo año, el neobanco brasileño, Nubank, comenzó a cotizar en la bolsa de Nueva York. Esto, justo en medio de la efervescencia del venture capital en Latinoamérica.
Las salidas a Bolsa siguen siendo un desafío importante para los emprendedores, tan sólo 18% de las salidas en NYSE, Nasdaq y B3 (Bolsa de Valores de Brasil) de empresas latinoamericanas son de origen tecnológico, mientras que la BMV no cuenta con ninguna, dice un estudio de Endeavor y Glisco Partners.
Fusiones y adquisiciones, la alternativa
Las crisis suelen ser un periodo activo para las fusiones y adquisiciones(M&A) pues ilustran la importancia de buscar sinergias incluso en una recesión. Esta es una manera en que las startups pueden tener una salida.
El análisis de PitchBook sostiene que las operaciones de M&A se vieron impulsadas por muchas grandes empresas adquirentes, como Cisco Systems, Microsoft, IBM y Alphabet, que realizaron un total de 46 adquisiciones durante la crisis financiera global de 2007 a 2009.
“Aunque no existe una medida única para evaluar perfectamente el impacto que la actividad de fusiones y adquisiciones tiene en los resultados de una empresa adquirente -debido a varios factores externos que pueden influir en el éxito o el fracaso-, hay pruebas anecdóticas que sugieren que las empresas adquirentes que se mantienen activas durante las recesiones pueden obtener mejores resultados que las empresas menos activas en términos de rentabilidad total para el accionista (RTA)”, dijo el analista Harrison.
En 2022, la actividad de los M&A llegó a un máximo de 55 startups latinoamericanas adquiridas o fusionadas, de acuerdo con el estudio de Endeavor y Glisco Partners.
Las empresas, corporativos y otras startups capitalizadas están adquiriendo la innovación con el objetivo de ampliar su portafolio de soluciones, expandirse a otros mercados y atraer clientes nuevos.
De estas, el 72% de las startups adquiridas son originarias de Brasil, país donde destacan las tendencias de la región por la madurez de su ecosistema.