Bloomberg Línea — El mercado de cruceros en Brasil ha experimentado una rápida expansión desde la pandemia. En la temporada 2024/2025, el número de pasajeros en el país alcanzó los 838.000, la segunda cifra más alta jamás registrada, solo por detrás del periodo 2023/2024, según la Cruise Lines International Association (CLIA).
En este contexto, los itinerarios de cruceros por Japón se han consolidado como uno de los principales destinos para los brasileños de alto poder adquisitivo que buscaron viajes marítimos en 2025, según Estela Farina, directora general de NCL (Norwegian Cruise Line) en Brasil.
En una entrevista con Bloomberg Línea, Farina atribuye la tendencia a la combinación de rentabilidad y practicidad.
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“Japón lleva tiempo en auge. El hecho de hacerlo en crucero aporta comodidad. Tiene una rentabilidad interesante y la comodidad de visitar varias ciudades en un mismo viaje sin necesidad de hacer check-in y check-out en hoteles y aeropuertos”, afirmó la directiva.
Farina también es responsable en el país de otras marcas de cruceros del grupo, Regent Seven Seas Cruises y Oceania Cruises, enfocadas en clientes de lujo y ultralujo.
Las rutas incluyen el recorrido por las islas japonesas y escalas en destinos vecinos como Corea del Sur, Singapur y Hong Kong. La temporada de mayor demanda se concentra entre enero y febrero.
Los pasajeros embarcan en Brasil en vuelos con destino a Japón, donde comienzan travesías de 10 a 15 días por la región. Los ryokans flotantes (hospitalidad japonesa de lujo), los onsen (aguas termales) y la cocina kaiseki (alta gastronomía nipona) son algunos de los atractivos.
La directiva destacó que el Mediterráneo sigue siendo el segundo destino en volumen de ventas para el segmento de lujo, con escalas en puertos menores de Grecia, Italia, Francia y España.
“Los itinerarios dan prioridad a los puertos más pequeños y a los destinos menos explotados, evitando las grandes capitales que sufren el overtourism”, dijo Farina, en referencia al fenómeno caracterizado por el exceso de turistas que sobrecarga la infraestructura urbana, perjudica la experiencia de los visitantes y afecta negativamente la vida cotidiana de las comunidades locales.
El mercado brasileño de cruceros ya ha superado las cifras de 2019, el último año antes de la pandemia. La reanudación de las operaciones se produjo en julio de 2021, tras 500 días de parada. “Fueron 500 días con toda la operación parada. Tuvimos que enviar varios barcos a diques secos”, informó Farina.
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El grupo formado por Norwegian, Oceania y Regent Seven Seas es el tercer operador de cruceros más grande del mundo.
En Brasil, la oficina que dirige Farina cumplió 10 años de funcionamiento en 2024. Antes de eso, representó a las marcas durante 13 años a través de una empresa independiente, adquirida por el grupo en 2015.
Vuelta al mundo
Según ella, los itinerarios de vuelta al mundo se encuentran entre los productos más demandados. El itinerario de Oceanía dura 180 días y sale en enero, con precios a partir de US$120.000 por persona. Las ediciones de 2026 y 2027 ya se han agotado, con lista de espera, según la directiva. Las ventas para 2028 ya han comenzado.
El itinerario completo pasa por Brasil, baja por el Caribe, recorre la costa brasileña y sube por Sudamérica, cruza a Australia y Nueva Zelanda, sigue hacia Asia y regresa por el Mediterráneo.
La conectividad a bordo a través de Starlink permite el trabajo remoto durante todo el viaje, ampliando el perfil de los pasajeros interesados.
La fuerte demanda refleja el momento que vive la industria mundial de cruceros, que tiene 56 barcos en construcción, lo que suma un total de 127.000 nuevas camas, según Farina. El Regent Seven Seas Prestige, que estaba previsto que entrara en funcionamiento en diciembre de 2025, cuenta con la suite de crucero de lujo más grande del mercado, con 814 m² y un precio diario de US$25.000.
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A pesar del potencial, Farina, que forma parte del consejo de la Clia (Cruise Lines International Association) en Brasil, donde es la única mujer, señaló los costos portuarios y la burocracia como obstáculos para el sector en el país.
“Hay compañías que navegan por toda la costa sin parar para no tener que hacer frente a tasas y trámites burocráticos. El que sale perdiendo es Brasil”, afirmó.
El impacto económico sería significativo. Una investigación de la FGV (Fundación Getúlio Vargas) encargada por la CLIA muestra que cada real brasileño invertido por las compañías genera un retorno de R$4 en el destino, considerando el consumo y los empleos generados.
Contrariamente al estereotipo de producto para personas mayores, el 66,7 % de los pasajeros brasileños tienen entre 25 y 55 años.
La temporada 2024/2025 movió R$5.430 millones (US$980 millones) y generó 84.600 empleos, pero la temporada 2025/2026 (del 26 de octubre de 2025 al 19 de abril de 2026) prevé la retirada de dos barcos, un 20% menos de camas y un impacto negativo de hasta R$1.200 millones (US$216,6 millones).
A pesar de los obstáculos, el Seven Seas Splendor hará escala en puertos brasileños entre enero y febrero de 2026, incluyendo Río de Janeiro, Santos, Fortaleza, Maceió y Recife, en su viaje alrededor del mundo. El barco tiene capacidad para 750 pasajeros en 325 suites.