Buenos Aires — Por decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que estableció el calendario laboral de su personal e invitó a las entidades financieras y cambiarias a adherir a ese esquema, las sucursales de bancos de la Argentina permanecerán cerradas durante varias fechas de las celebraciones de fin de año. En concreto, no habrá atención presencial los días 24, 25 y 31 de diciembre, ni el 1 de enero.
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La medida oficial alcanza a bancos públicos y privados, representados por la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la Argentina (ABAPPRA), la Asociación de la Banca Especializada (ABE) y la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA).
Estas entidades confirmaron que otorgarán asueto a su personal los días 24 y 31 de diciembre, conforme a lo dispuesto por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Aunque las sucursales permanecerán cerradas, los usuarios del sistema financiero podrán continuar operando a través de los canales digitales, como home banking, aplicaciones móviles y el uso de tarjetas de débito para efectuar pagos y transferencias. De acuerdo con lo señalado por las cámaras bancarias, estas herramientas permiten mantener el acceso a servicios básicos de forma ágil y segura.
En paralelo, los cajeros automáticos seguirán en funcionamiento y contarán con recargas para atender la demanda de efectivo, aunque durante los fines de semana largos la disponibilidad de dinero puede verse condicionada por el mayor nivel de extracciones y los plazos de reposición.
Otra opción que tiene quien desea retirar dinero es acercarse a hipermercados, supermercados y otros comercios que cuenten con el servicio extra cash, que permite retirar dinero por caja utilizando la tarjeta de débito y, en algunos casos, billeteras virtuales con dinero en cuenta.
También habrá asueto en la Administración Pública Nacional
Mediante el Decreto 883/2025, la Administración Pública Nacional estableció asueto para sus trabajadores los días 24 y 31 de diciembre. La decisión fue justificada por el Gobierno en función del valor cultural, social y familiar que esas fechas tienen para la población argentina.
De acuerdo con el comunicado oficial, las jornadas previas a las celebraciones suelen destinarse a tareas de organización y a traslados vinculados a reuniones familiares, motivo por el cual se resolvió facilitar el descanso y la planificación de los empleados.
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