Crujen las reservas del BCRA y crece el uso de yuanes para importar: los motivos

A lo largo y ancho de la Argentina, la escasez de divisas está impulsando a las compañías a adoptar una moneda que, hasta ahora, venía teniendo un papel marginal en el comercio internacional

Por

Bloomberg — Conseguir dólares dólares en Argentina hoy es tan difícil que Whirlpool Corp (WHR), el gigante estadounidense de los electrodomésticos, está considerando la posibilidad de empezar a abonar la importación de insumos para su nueva fábrica con yuanes chinos. Y no es la única empresa que está contemplando esa alternativa.

A lo largo y ancho de la Argentina, la escasez de divisas está impulsando a las compañías a adoptar una moneda que, hasta ahora, venía teniendo un papel marginal en el comercio internacional. La tendencia pone de manifiesto tanto la grave situación financiera de Argentina como las ambiciones de China para el yuan.

El banco central no tiene dólares, por lo que necesita la ayuda de emergencia que ofrece China”, afirma Marcelo Elizondo, economista especializado en comercio de Buenos Aires. “Para Argentina, su vinculación monetaria con China representa una emergencia, pero para China es un punto de apoyo para aprovechar una oportunidad geopolítica”.

La supremacía del dólar en el comercio mundial se está viendo mermada por la fragmentación, sobre todo en los países en desarrollo, provocada por la rivalidad entre Estados Unidos y China. El aislamiento económico de Rusia tras su invasión de Ucrania también ha abierto rutas comerciales no basadas en el dólar para evitar las sanciones.

En Brasil, por ejemplo, pretende utilizar también más yuanes, una decisión política del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva para buscar alternativas al dólar.

En Argentina, sin embargo, el yuan representa una solución rápida y a corto plazo para mantener en movimiento las cadenas de montaje, ya que la planificación a largo plazo se ve cuestionada por la creciente inflación y la política zigzagueante.

China ha permitido recientemente a Argentina utilizar más de la mitad de una línea de swap de divisas de 18.000 millones de dólares para apoyar el comercio entre ambos países. Los dos países comparten un acuerdo bilateral de swap desde 2009, que se concibió como una especie de póliza de seguro para reforzar las reservas de divisas durante las crisis de liquidez.

La única opción que le queda es acceder al yuan desde la línea swap con China”, dijo María Castiglioni, directora de la consultora C&T Asesores en Buenos Aires.

Más de 500 empresas argentinas han solicitado pagar sus importaciones en yuanes, entre ellas fabricantes de electrónica, autopartes y textiles, así como petroleras y mineras, según la Aduana argentina.

Las autoridades también han autorizado pagos de importaciones en la moneda china equivalentes a 2.900 millones de dólares, según el Banco Central. En los 10 primeros días de junio, las transacciones en yuanes en el mercado de divisas argentino sumaron unos 285 millones de dólares, el doble que en todo mayo.

Además, la proporción de transacciones en yuanes en el mercado de divisas de Argentina ha alcanzado recientemente un récord diario del 28%, frente al 5% del mes pasado, según datos del Mercado Abierto Electrónico, una de las mayores bolsas del país.

La última inversión de Whirlpool en Argentina

Whirlpool, el fabricante de electrodomésticos con sede en Michigan, es una de las empresas argentinas que están considerando la posibilidad de utilizar el yuan en lugar del dólar. La empresa invirtió 52 millones de dólares en su fábrica de las afueras de Buenos Aires el año pasado para fabricar lavadoras y otros productos.

Ahora, con dificultades para importar en medio de la restricción del dólar y después de que la escasez interrumpiera brevemente la producción en los últimos meses, la empresa está considerando pagar algunos insumos en yuanes para garantizar un suministro constante de piezas electrónicas clave.

“Hemos tenido que parar la fábrica en algunos momentos y eso no es bueno ni para el negocio, ni para la productividad, ni para la calidad”, dijo en una entrevista Juan Carlos Puente, presidente de Whirlpool Latinoamérica, quien agregó que la empresa planea exportar alrededor del 70% de su producción en Argentina.

“Estamos trabajando para ver cómo podemos aprovechar esta nueva vía de flujos para poder seguir importando materiales”, dijo, reconociendo que cambiar de moneda “no es fácil”.

Si sigue adelante con el plan, Whirlpool se uniría a las filas de empresas argentinas como Mirgor y Newsan, que pagaron importaciones por valor de 630 millones de dólares entre mayo y agosto utilizando yuanes, según la agencia de aduanas de Argentina. Otras empresas están haciendo cola para comprar yuanes a medida que el banco central obliga a las empresas a buscar su propia financiación en dólares en el extranjero antes de esperar meses para recurrir al mercado local de divisas.

Devaluación en curso

La moneda argentina ha perdido la mitad de su valor en los últimos 12 meses, el peor comportamiento de los mercados emergentes en ese periodo. Las reservas en dólares del banco central están en su nivel más bajo desde 2016, y cuando se quitan la línea swap, el oro y la financiación multilateral, sus reservas líquidas de efectivo están en realidad en territorio negativo.

Como señal de presión sobre el peso, el gobierno informó el miércoles que su déficit comercial en mayo alcanzó los 1.200 millones de dólares, su mayor cifra en rojo desde 2018, cuando estalló una crisis monetaria.

China ha estado promoviendo el yuan como una alternativa al dólar entre otras medidas para ampliar su papel en el sistema financiero mundial, incluida la apertura gradual de los mercados financieros chinos y la salida de las autoridades de la intervención monetaria regular.

A lo largo de los años, el Banco Popular de China ha firmado acuerdos de intercambio de divisas con unos 40 países y ha ampliado constantemente su incipiente red nacional de pagos transfronterizos en yuanes, conocida como CIPS.

La prisa de Argentina por pagar las facturas en yuanes se produce mientras los funcionarios del gobierno negocian con el Fondo Monetario Internacional para obtener más dinero por adelantado del programa de ayuda de 44.000 millones de dólares del país. Argentina no está cumpliendo ninguno de los objetivos clave del FMI después de que una sequía sin precedentes destruyera exportaciones por valor de unos 20.000 millones de dólares, agravando la escasez de dólares.

--Con la colaboración de Yujing Liu.

Lea más en Bloomberg.com