Superávit financiero en Argentina: qué tan sostenible es el resultado y qué espera el mercado

Desde el sector privado aseguran que se trata del mayor recorte real interanual del gasto público de los últimos 30 años

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Buenos Aires — El Gobierno argentino cerró el primer trimestre del año con superávit financiero, algo que no ocurría desde 2008. Logró este resultado a contramano de la mayoría de los pronósticos y a pesar de que, según precisó Javier Milei en marzo, heredó un déficit consolidado de 15 puntos del PBI. Pero, también pudo alcanzarlo a causa de que licuó jubilaciones, postergó pagos y se multiplicaron los ingresos vinculados al comercio exterior tras la devaluación del 54% convalidada en diciembre.

Ante ese escenario, en el sector privado predomina el interrogante respecto de cuán sostenible es esa tendencia, dado que el resultado refleja un ajuste histórico del gasto público.

En cadena nacional, el presidente Javier Milei aseguró entender que “la situación es dura”, pero confió: “Hemos recorrido más de la mitad del camino”. Según remarcó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), se trata del mayor recorte real interanual del gasto público de los últimos 30 años.

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“En marzo, el superávit post pago de intereses fue de AR$277 mil millones, de modo que el trimestre cerró con un saldo neto de AR$1,3 billones (cifras a precios de marzo 2024), que compara con un déficit de AR$5,9 billones en el mismo período 2023″, analizó la consultora 1816 en uno de sus últimos informes, mientras sostuvo que “los números, basados en un ajuste tan severo como inédito del gasto, ratifican que la prioridad absoluta del Gobierno es la mejora de las cuentas fiscales, `cueste lo que cueste`”.

Nuestro plan está funcionando”, remarcó Milei, quien aseguró que el superávit fiscal “es el único punto de partida posible para terminar con el infierno inflacionario”.

Cómo se llega al superávit

Las jubilaciones representan alrededor de un tercio del gasto. No hay una interpretación subjetiva sobre la magnitud”, remarcó el director de EPyCA Consultores, Martín Kalos.

En diálogo con Bloomberg Línea, indicó que las jubilaciones significan “casi la mitad de todo el gasto público nacional”, por lo que, si no ajustaba en ese sector, “le iba a costar más llegar al resultado fiscal al que quería llegar”.

A su vez, analizó que “otro gran gasto que debería poder recortar”, pero lo postergó por el impacto inflacionario es el de los subsidios a la energía y el transporte. “Los va sacando mucho más lento de lo que había amenazado inicialmente”, resaltó.

Desde IARAF, tienen una visión similar y calculan que un 35% de la reducción interanual del gasto público responde a jubilaciones y pensiones, la inversión real directa, el 15%; las transferencias a provincias, el 13%; subsidios a la energía, el 9%; y salarios, el 7%; entre los más importantes.

El futuro de las cuentas públicas

En general, no me guiaría solo por lo que pasa un mes, sino que hay que ver cómo sigue la película en los próximos meses y ver si ese equilibrio de enero es sostenible y no se debió a congelamientos de gastos que luego no se puedan sostener”, evaluó el economista Iván Carrino.

“Por ejemplo, según otra consultora, el gasto primario en jubilaciones cayó más de 40% en términos reales. Eso no parece que pueda ser sostenido en el tiempo. La obra pública cayó un 70%, quizás ese sí se mantiene”, estimó Carrino.

En declaraciones a este medio, analizó: ”En cualquier caso, sí espero ver un menor déficit fiscal este año porque va a mejorar la recaudación por el fin de la sequía y porque se va a reducir el gasto del Gobierno en obra pública, en subsidios energéticos, en empleo público y en empresas públicas”.

“Tal vez, producto de las idas y vueltas legislativas y los frenos a ciertas iniciativas de reformas, no permitan que el Gobierno logre su ajuste de cinco puntos del PBI, pero probablemente sí consiga un número algo menor, digamos 3 o 3,5%. No es poca cosa”, opinó.

A su vez, resaltó: “El resultado es importante. Y es como dicen en el gobierno. Es 0,2% del PBI financiero y 0,6% primario. Y es muy importante porque es la forma de atacar dos problemas centrales de la economía argentina: la inflación y la deuda”.

Las cuentas públicas y el mercado

Santiago López Alfaro, presidente y socio del ALyC Patente de Valores S.A., explicó que el mercado “subió mucho a la espera de algún tipo de anuncio, que es lo que se rumoreaba”.

Si bien ello no ocurrió, pronosticó: “No veo que esto cambie la tendencia”. “Nosotros vemos que el mercado va a seguir positivo porque, básicamente, porque por más que no terminen de pasar las leyes del Congreso o sí, no lo sabemos, los resultados fiscales son muy positivos porque favorecen mucho la tenencia de bonos”.

“Eso quiere decir que no va a haber emisiones importantes nuevas, así que el mercado está bien porque se ve una prudencia monetaria muy importante” y “una caída en la inflación también grande con perspectiva de mayor caída aún en el futuro”.

Es verdad que quizás este superávit fiscal está sustentado en variables que no van a poder ser permanentes. No siempre se va a poder ajustar en términos reales la jubilaciones y otro tipo de partidas, pero, en general, lo que el mercado ve es que vamos a tratar de tener un equilibrio fiscal”, destacó.

Ante ese escenario, puntualizó: “Nosotros vemos que los bonos van a seguir subiendo”. “En el caso de las acciones de energía también se las ve bien porque es un sector en el que se requiere mucha inversión y en el que se van a dar medidas que van a beneficiar a ese segmento”.