Bloomberg — Al exlegislador brasileño Eduardo Bolsonaro, que se trasladó a Estados Unidos en marzo en busca del apoyo de la Casa Blanca para evitar la detención de su padre Jair Bolsonaro, se le han cancelado sus dos pasaportes brasileños al menos desde principios de mes, según funcionarios del Gobierno.
Como legislador, Eduardo tenía derecho a un pasaporte diplomático para viajes oficiales, además del documento ordinario del que disponen todos los brasileños. Perdió su escaño en el Congreso la semana pasada, unos seis meses después de que expirara su excedencia.
Pero ambos pasaportes ya habían sido cancelados a petición del Tribunal Supremo de Brasil, que le investiga por obstrucción a la justicia en relación con el proceso que dio lugar a una condena de 27 años de prisión para su padre, dijeron los funcionarios brasileños. Solicitaron el anonimato porque el caso ha sido sellado por el tribunal.
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La decisión del tribunal puede complicar los planes de viajes internacionales de Eduardo, una parte clave de su estrategia para representar a la familia Bolsonaro dentro de una red global de líderes conservadores. Esos esfuerzos, y en particular su participación en varias Conferencias de Acción Política Conservadora en los últimos años, le ayudaron a construir influencia con el presidente Donald Trump.
En última instancia, la estrategia resultó contraproducente. Trump impuso aranceles punitivos a los productos brasileños en un movimiento destinado a reforzar la causa de Bolsonaro, pero las medidas contribuyeron en cambio a aumentar la popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el principal adversario político de los Bolsonaros.
Aún no está claro si Eduardo tiene pasaporte italiano tras haber solicitado la ciudadanía italiana hace años.
Un portavoz de Eduardo dijo la semana pasada que no tenía información sobre la anulación de los pasaportes y no hizo comentarios inmediatos cuando se le volvió a contactar este lunes. El Tribunal Supremo no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil declinó hacer comentarios.
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En una entrevista con SBT News durante el fin de semana, Eduardo Bolsonaro indicó que desconocía que su pasaporte diplomático ya había sido cancelado y dijo que esperaba tener que devolver el documento “dentro de 30 o 60 días”.
“Corro el riesgo de perder la posibilidad de tener un pasaporte brasileño”, dijo en la entrevista. “Eso no me impediría hacer otros viajes internacionales porque tengo otros medios para hacerlo, tal vez incluso buscar un pasaporte de apátrida”.
Las Naciones Unidas definen como apátrida a quien “no es considerado nacional por ningún Estado en virtud de su legislación” y dice que no se aplica a quienes “las autoridades competentes del país en el que han fijado su residencia les reconocen los derechos y obligaciones que conlleva la posesión de la nacionalidad de ese país”.
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