Bloomberg — La economía de Brasil perdió impulso en el tercer trimestre, lo que reforzó las expectativas de que el banco central reducirá los costos de endeudamiento a medida que el enfriamiento de la actividad económica ayuda a controlar la inflación persistente.
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Los datos oficiales publicados el jueves muestran que el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó un 0,1% entre julio y septiembre en comparación con el trimestre anterior, lo que supone una disminución respecto a la mediana estimada del 0,2% por los analistas en una encuesta de Bloomberg. En comparación con el mismo trimestre del año anterior, el PIB creció un 1,8%.
La lectura del PIB se suma a la creciente evidencia de que la restrictiva postura monetaria del banco central finalmente está enfriando el sector de bienes y servicios.
Con las tasas de interés en su nivel más alto en casi dos décadas, la principal economía de América Latina comienza a perder impulso, aun cuando el gobernador del banco, Gabriel Galipolo, ha advertido repetidamente que la desaceleración económica sigue siendo gradual.
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Este cambio se produce tras la fuerte caída en la creación de empleo formal en octubre, un punto de inflexión para un mercado laboral que había resistido durante mucho tiempo los efectos del ajuste monetario.
Un mercado laboral resiliente había sido uno de los mayores desafíos de la autoridad monetaria en su esfuerzo por frenar la actividad económica y encaminar la inflación hacia su objetivo.
El banco ha aumentado los costes de financiación en 4,5 puntos porcentuales entre septiembre de 2024 y junio de este año.
“Este enfriamiento de la economía es una buena noticia para el Banco Central”, declaró Rafaela Vitoria, economista jefe de Inter. “Es una señal de que las tasas tuvieron un efecto positivo en la reducción del consumo”.
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Los responsables de la política monetaria se reunirán la próxima semana para su última sesión del comité de política monetaria de este año, y los inversores esperan ampliamente que su declaración oficial incluya una clara pista de que los recortes de tasas comenzarán en enero.
Aunque la agricultura y la industria registraron ganancias modestas, el sector de servicios —por lejos el mayor impulsor de la economía de Brasil— se mantuvo prácticamente estancado, expandiéndose apenas un 0,1% respecto del trimestre anterior.
En términos nominales, el PIB de Brasil totalizó 3,2 billones de reales en el tercer trimestre.
Las exportaciones de bienes y servicios representaron el 18% de la economía en 2024. Los aranceles estadounidenses del 50% a las exportaciones brasileñas ordenados por el presidente Donald Trump entraron en vigor inicialmente en agosto, lo que alimentó los temores de que la economía de Brasil pudiera perder casi el 1% de su crecimiento.
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Sin embargo, las importantes exenciones de los gravámenes estadounidenses, sumada a la redirección de los productos brasileños a otros mercados, ayudaron a mantener los niveles generales de exportación de Brasil prácticamente sin cambios .
Sin embargo, los economistas siguen preocupados por las posibles consecuencias a largo plazo de la ofensiva arancelaria de Washington.
Hasta ahora, los aranceles están generando un shock deflacionario en el exterior, presionando a la baja los precios de las materias primas y enfriando la actividad mundial. Sin embargo, Brasil se beneficia del aumento de los precios de las materias primas, añadió Vitoria.
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