Bloomberg Línea — Machu Picchu, uno de los destinos turísticos más emblemáticos de América Latina, enfrenta una advertencia que podría afectar su reconocimiento global.
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La organización New7Wonders, que designó al santuario como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo en 2007, alertó esta semana sobre el riesgo de que el sitio pierda ese título debido a deficiencias estructurales en su gestión, como el turismo desbordado, conflictos sociales y presuntas irregularidades en la venta de boletos.
En un comunicado fechado el 13 de septiembre desde Zúrich, la entidad internacional advirtió que la alta presión turística sin planificación sostenible, los conflictos sociales, el aumento de precios en servicios y bienes, las irregularidades en la venta de boletos y la falta de coordinación entre entidades públicas y privadas están deteriorando la experiencia de los visitantes y comprometiendo la credibilidad del sitio.
La organización remarcó que, de no adoptarse medidas urgentes y estructurales, el estatus de Machu Picchu como maravilla mundial podría quedar en entredicho.
El mensaje fue dirigido tanto al Estado peruano como a la ciudadanía, incluida la Presidencia y los ministerios involucrados, así como gobiernos nacionales y locales, para implementar de manera inmediata un plan estratégico de transformación.
“Esta acción es ahora más vital que nunca: la permanencia, justificable y creíble, de Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo bajo nuestra jurisdicción depende de ello”, dijo Jean-Paul de la Fuente, director de New7Wonders.
Aunque este reconocimiento no tiene implicancias legales ni patrimoniales como las de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), su valor simbólico ha convertido a la marca “Maravilla del Mundo” en un atractivo turístico.
En un comunicado, el Ministerio de Cultura del Perú subrayó que las cifras actuales de ingreso al santuario histórico desmienten cualquier afirmación sobre una caída en el turismo.
Según datos oficiales, hasta la fecha se han vendido más de 1,4 millones de boletos para ingresar a Machu Picchu en 2025. Si se mantiene la tendencia durante el último trimestre, se superaría incluso el récord de 2019, cuando se contabilizaron 1′585.262 visitantes.
La institución negó que existan afectaciones al sitio y reafirmó su compromiso con la protección del patrimonio arqueológico. También recordó que Machu Picchu no figura actualmente en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la Unesco.
Sin embargo, la preocupación escaló al ámbito político. A través de un oficio dirigido a la Presidencia del Consejo de Ministros, la congresista Maricarmen Alva pidió al Ejecutivo conocer los planes inmediatos y de mediano plazo para corregir las deficiencias señaladas por New7Wonders, con metas concretas, presupuestos asignados y mecanismos de coordinación interinstitucional.
Turismo pide medidas urgentes
La Cámara de Turismo de Cusco también se pronunció ante la crisis actual que afecta la operación en Machu Picchu, y pidió al Gobierno asumir un rol de liderazgo más directo.
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A través de un comunicado difundido el 15 de septiembre, el gremio advirtió que la actual situación de bloqueos, protestas y suspensión de trenes es el reflejo de una crisis de gobernanza agravada por la superposición de funciones entre múltiples entidades públicas.
La entidad señaló que el conflicto social más reciente, originado por la falta de transparencia en el proceso de licitación de la ruta de buses entre Machu Picchu Pueblo y la llaqta, ha puesto en riesgo la seguridad de turistas, trabajadores y comunidades locales.
También denunció que algunos pobladores identificados lanzaron piedras desde los cerros, lo que llevó a la suspensión indefinida de los servicios ferroviarios entre Ollantaytambo y Machu Picchu por parte de las operadoras, ante la falta de garantías.
Para enfrentar esta situación, propusieron declarar al Santuario Histórico de Machu Picchu como Activo Crítico Nacional y crear una autoridad autónoma de gestión integral que articule la conservación del patrimonio con una actividad turística planificada y sostenible.
“Machu Picchu representa la imagen del Perú en el mundo y su afectación pone en riesgo hasta el 40% del turismo receptivo del país, golpeando especialmente a Cusco, donde el turismo representa más del 20% del PBI regional.”, dijo la Cámara.