Bloomberg — La administración del presidente Joe Biden está restringiendo los visados a cientos de miembros del gobierno de Nicaragua y sancionando a tres entidades con sede en el país, como parte de un esfuerzo para frenar un aumento histórico de la inmigración ilegal que se ha convertido en un punto de tensión política.
Las medidas pretenden castigar al gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega, al que EE.UU. acusa de tratar de explotar a los inmigrantes vulnerables que transitan por el país, según altos funcionarios estadounidenses, que informaron a los periodistas bajo condición de anonimato el miércoles.
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Los funcionarios dijeron que el gobierno de Ortega se está beneficiando de los migrantes mediante la venta de visados que les obligan a abandonar el país en 96 horas después de llegar a los aeropuertos locales.
La alerta política también animará a las aerolíneas a tomar medidas para identificar las rutas que puedan utilizarse para el contrabando y a informar de cualquier actividad sospechosa al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., entre otras sugerencias.
¿A quiénes afecta la restricción de visados en Nicaragua?
Las restricciones de visados estadounidenses afectarán a más de 250 miembros del gobierno, incluidos jueces y otros, según uno de los funcionarios. Dos de las entidades sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU. son empresas auríferas y la tercera es un centro de formación del Ministerio ruso de Asuntos Internos en Managua, añadió el funcionario. Las agencias estadounidenses también emitirán alertas de viaje y advertirán a los proveedores de transporte de las formas en que los contrabandistas intentan facilitar la migración ilegal.
Nicaragua se ha convertido en un importante país de tránsito para los emigrantes que intentan entrar en EE.UU. por tierra. La nación no exige visados a muchas otras naciones que son fuentes de migración ilegal, lo que agrava la crisis de la frontera sur de EE.UU., que se ha convertido en un importante lastre para Biden de cara a su revancha con Donald Trump en las elecciones de noviembre.
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Las relaciones entre Estados Unidos y Nicaragua han empeorado desde la aplastante victoria electoral de Ortega en 2021, tras encarcelar a sus opositores más populares. En 2022, la administración atacó sectores de la economía nicaragüense y restringió las inversiones estadounidenses en el país.
Los funcionarios dijeron que EE.UU. seguirá presionando a Ortega para que deje de reprimir a la oposición a su régimen, restaure las normas democráticas y deje de facilitar la migración ilegal.
Biden ha tomado medidas para hacer frente a la cifra histórica de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, incluida la propuesta de una nueva norma a principios de este mes que permitiría a Estados Unidos expulsar más rápidamente a algunos solicitantes de asilo. Sin embargo, esta medida sólo afecta a un pequeño porcentaje de las personas atrapadas en la frontera, mientras Biden sopesa medidas unilaterales de mayor alcance.
La Casa Blanca ha estado considerando una orden ejecutiva sobre política de inmigración desde que los republicanos anularon un acuerdo bipartidista en el Senado, bajo la presión de Trump. Funcionarios de la Administración han dicho que Biden quiere asegurarse de que sus acciones pueden resistir el escrutinio legal antes de actuar.
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