Cómo neutralizar el Greenwashing: la pista podría encontrarse en la contabilidad

Inversionistas y empresas han establecido por décadas una relación basada en información, una práctica que se trasladará en materia de ASG

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Ciudad de México — El greenwashing se ha convertido en un factor de preocupación ante la necesidad de contar con información clara sobre los avances en materia de control del cambio climático.

El greenwashing es un término utilizado para referirse a la práctica de presentar información imprecisa sobre acciones ambientales, pero que también puede tocar las medidas sociales y de gobernanza conocidas como criterios ASG.

Más allá de la regulación o las medidas legales que pueden establecerse para mitigar esta práctica, para algunos especialistas la clave para su control está en los inversionistas.

“El tema de greenwashing se acaba cuando tienes a un inversionista del otro lado, analizando todo lo que dices y logras, te va a pedir cuentas y ahí el greenwashing ya no es posible”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea Alba Aguilar, directora general del Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV).

Inversionistas y empresas por décadas han establecido una relación basada en información a partir de estados financieros elaborados por los administradores de las compañías y auditados por firmas independientes.

El mismo modelo busca ser replicado para el seguimiento de los criterios ASG, a partir de información cuantitativa, y de material comparable, confiable y equilibrado, así como de información basada en estándares internacionales.

En la reciente Conferencia de Naciones Unidas contra el Cambio Climático (COP-26) se anunció la creación de Value Reporting Foundation (VRF), un organismo que será encargado de generar los principios globalmente aceptados sobre el tema sustentabilidad.

El organismo emulará las directrices que realiza en términos de contabilidad financiera de la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés).

“Fue uno de los anuncios menos sexy, pero no menos importantes de la COP-26″, dijo Arturo Rodríguez, Líder Senior de Mercado-Iberoamérica de VRF, durante el Foro Finanzas Sustentables organizado por el CCFV.

A pesar de las similitudes con la contabilidad tradicional, que ofrece una visión de las finanzas de las empresas por un periodo determinado, las mediciones climáticas y con criterios ASG deberán tener un carácter prospectivo.

“Es un reporte menos estático sobre la estrategia de negocio y de cómo está tomando en cuenta los riesgos que antes no tenía identificados”, agregó Aguilar.

La expectativa del CCFV es la adopción gradual de los reportes por las empresas e instituciones financieras en México, en línea con una iniciativa lanzada el año pasado para solicitar a empresas listadas en las Bolsas de Valores a divulgar información ASG a través de los marcos de referencia del del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) y los estándares propuestos por Sustainability Accounting Standards Board (SASB).

“En México no tenemos que inventar el hilo negro, habrá que adecuarse a las normas internacionales de divulgación”, concluyó Aguilar.

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