Bloomberg Opinión — El frenesí de los fabricantes de videojuegos ya está en marcha. La pregunta obvia es: ¿quién es el siguiente?
El lunes, Sony Group Corp. (SONY) dijo que había llegado a un acuerdo para adquirir el desarrollador privado de juegos Bungie Inc., creador de dos de las franquicias de juegos más exitosas de la industria, Halo y Destiny, por US$3.600 millones. El acuerdo se produce apenas unas semanas después de que se anunciaran otros dos grandes acuerdos relacionados a la industria: La compra por Microsoft Corp. (MSFT) de Activision Blizzard (ATVI) por US$69.000 millones y el acuerdo de Take Two Interactive Corp. (TTWO) por el fabricante de juegos para móviles Zynga Inc. (ZNGA) por US$11.000 millones en efectivo y acciones. Y todo esto luego de que Microsoft adquiriera el año pasado el editor de videojuegos ZeniMax Media por US$7.500 millones.
Las empresas de videojuegos se han convertido en productos de moda por varias razones. En primer lugar, el sector sigue siendo una de las mayores y más atractivas oportunidades de crecimiento en el nexo entre los productos de consumo y la tecnología. Según la empresa de investigación Newzoo, el mercado mundial de los videojuegos alcanzará unos US$219.000 millones en 2024, frente a los US$180.000 millones del año pasado.
En segundo lugar, los negocios de entretenimiento interactivo ofrecen una ventaja en lo que algunos dicen que será la próxima gran cosa: el llamado metaverso. La idea del metaverso es básicamente la de un videojuego multijugador siempre activo, en el que los participantes pueden mezclar sus mundos real y virtual mientras llevan a cabo su vida cotidiana. Aunque la idea es todavía muy teórica, el desarrollo del concepto requerirá habilidades y tecnología similares a las utilizadas en los videojuegos.
Esta perspectiva ha atraído la atención de los principales nombres de la tecnología y el entretenimiento. El co-CEO de Netflix Inc. (NFLX), Reed Hastings, ha dicho que la empresa quiere ser un actor más importante en el sector de los juegos. Los principales propietarios de plataformas de consola, como Sony, Microsoft y Nintendo (7974), querrán seguir reforzando sus capacidades de desarrollo internas y adquirir más estudios. Por último, si los reguladores permiten a las grandes empresas tecnológicas realizar grandes operaciones, es de esperar que Apple Inc (AAPL), Meta Platforms (FB) y Alphabet Inc (GOOGL) también estén dispuestas a comprar.
¿Quién será el siguiente en ser comprado? Es de esperar que los posibles compradores se fijen en empresas que posean una combinación inusual de tecnología avanzada de programación de juegos propia y la capacidad de crear una franquicia de gran éxito.
Algunos nombres encajan en esa lista, como Epic Games Inc, con su Fortnite y el motor de juego Unreal; Electronic Arts Inc (EA), propietaria del juego Apex Legends del estudio Respawn Entertainment; el fabricante de Cyberpunk 2077, CD Projekt SA (CDR); y Take-Two Interactive Software, propietaria de la franquicia de juegos Grand Theft Auto.
A medida que la escala se vuelve más importante, no se sorprenda si estas empresas ven a los pretendientes haciendo fila en sus puertas.
Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.
Este artículo fue traducido por Andrea González
