Brote de Covid-19 en China se agrava, supera los 26.000 casos diarios en Shanghái

Los residentes llevan semanas encerrados, y la frustración crece entre la población mientras lucha por acceder a los alimentos y a la atención médica

Por

Bloomberg — El mayor brote de Covid-19 en China en dos años sigue extendiéndose a pesar del cierre prolongado de los 25 millones de habitantes de Shanghái, mientras las restricciones pesan sobre una economía frágil y tensan las cadenas de suministro mundiales.

El domingo se registraron 26.087 nuevos casos diarios en el centro financiero chino, un récord histórico. Los residentes llevan semanas encerrados, y la frustración crece entre la población mientras lucha por acceder a los alimentos y a la atención médica.

Por su parte, la metrópolis sureña de Guangzhou está aplicando una serie de restricciones después de que las autoridades locales advirtieran que los 20 casos detectados la semana pasada podrían ser la punta del iceberg. La ciudad es un centro comercial y los contagios y medidas de contención similares en toda China son un lastre cada vez mayor para la segunda economía del mundo, con consecuencias para el crecimiento global, las cadenas de suministro y la inflación.

La lucha de Shanghái contra el virus significa que otros gobiernos locales pueden ser más sensibles a los brotes e intensificar los controles de movilidad incluso cuando los casos son bajos, según Tommy Xie, jefe de investigación de la Gran China en Oversea-Chinese Banking Corp. (O39). “La economía china puede tener que prepararse para más interrupciones a corto plazo en los próximos meses”, escribió Xie en un informe el lunes.

Los economistas prevén ahora que la economía se expandirá un 5% este año, por debajo del objetivo oficial de alrededor del 5,5%. Los analistas de Morgan Stanley (MS) han recortado sus previsiones de crecimiento para este año por el impacto del cierre, mientras que Citigroup Inc. (C) ha advertido de los riesgos para el crecimiento en el trimestre actual.

Las acciones chinas se desplomaron el lunes debido a la preocupación por el Covid-19, el aumento de las tasas de interés a nivel mundial y los persistentes vientos en contra de la regulación. El índice Hang Seng cayó un 3% el lunes en Hong Kong, al igual que el índice de referencia chino CSI 300.

La desaceleración de China ya está teniendo un efecto dominó en toda la región. La actividad de las empresas privadas de Hong Kong se contrajo aún más en marzo, ya que el bloqueo de la China continental pesó sobre nuevos pedidos, según el índice de directores de compras de S&P Global. Las exportaciones de Taiwán a China también se desaceleraron en marzo respecto a febrero.

Atasco logístico

“El peor brote de Covid-19 en China puede provocar retrasos y un aumento de los precios, lo que podría estancar la recuperación y agravar la inflación mundial”, afirmó Bruce Pang, jefe de investigación macro y estratégica de China Renaissance Securities Hong Kong Ltd.

El índice de fletes en contenedores de la Bolsa de Shanghái (Exportación), que mide las tarifas de los fletes, ha descendido a 4.349 el 1 de abril, desde un máximo de 5.110 a principios de enero. Este descenso indica una disminución de las exportaciones, según Pang.

Los economistas pronostican que las exportaciones chinas aumentaron un 13% en marzo, antes de los datos que se publicarán esta semana. Esto supondría una aceleración respecto al 6,2% de febrero, pero sería más lento que el crecimiento del 30% registrado en todo el 2021. Se espera que las exportaciones se ralenticen este año debido a una base elevada y a la reapertura de fábricas en otros países.

Los contenedores se acumulan en Shanghái, el mayor puerto de China, ya que el cierre de la ciudad ha provocado una escasez de camiones para despachar las importaciones. También ha interrumpido las operaciones comerciales en la ciudad, con empresas como el gigante de los chips Semiconductor Manufacturing International Corp. (0981) luchando la semana pasada para conseguir camiones para enviar los productos terminados.

A principios de marzo se cerraron muchos complejos de viviendas individuales en la ciudad, y luego la ciudad prohibió la circulación en la parte oriental (que alberga el distrito financiero y numerosos parques industriales) el 28 de marzo y luego en el oeste a partir del 1 de abril. El número de casos de Covid-19 se ha disparado a pesar de estos controles, pero cerca del 95% de ellos se dan ahora entre personas que ya están aisladas, según mostraron el lunes los datos del gobierno municipal.

Un cierre más relajado

En una señal de relajación tentativa, las autoridades de Shanghái dijeron el lunes que las personas que viven en complejos de viviendas que no han tenido contagios en las últimas dos semanas serán liberadas del cierre y se les permitirá moverse por su barrio. Las autoridades municipales no indicaron el número de personas a las que se aplica esta política, pero es la primera señal de una salida de la crisis que dura ya varias semanas.

En otras ciudades del país también se está produciendo un aumento de los casos, y 21 de las 31 provincias chinas notificaron casos el domingo. La ciudad de Wuhan, donde se produjo el primer brote hace más de dos años, notificó 12 casos asintomáticos el domingo y anunció el lunes por la mañana que los ciudadanos tendrían que mostrar un resultado negativo en la prueba de Covid-19 para viajar en el metro.

Guangzhou ha cerrado las escuelas hasta el 17 de abril y realizará pruebas masivas, y varios distritos han cerrado los lugares de ocio interiores. El gobierno local también está exigiendo a los ciudadanos que den negativo en la prueba de ácido nucleico antes de salir de la ciudad.

Ciudades de más de 10 provincias han cerrado algunas entradas y salidas de las autopistas para reforzar los controles de Covid-19 de las personas que entran en sus ciudades, informó el sábado el medio local Jiemian. Muchos puestos de control de las autopistas están deteniendo a los conductores en función de su historial de viajes, obligándoles a desviarse o a dar la vuelta y perturbando la logística.

La logística en la zona del delta del río Yangtsé, en torno a Shanghái, no ha sido fluida, según informó el sábado el Ministerio de Transporte en un comunicado. El ministerio ordenó que no se establecieran puestos de control de pruebas de Covid-19 en los carriles principales de las autopistas para que el transporte fuera fluido.

En una señal de creciente descontento con este tipo de restricciones y bloqueos, las empresas europeas en China pidieron la semana pasada al gobierno que suavizara las políticas de Cero-Covid-19, afirmando que estaba causando “importantes interrupciones” en la logística y la producción en las cadenas de suministro de toda China.

Las interrupciones en los negocios se están reflejando en varios indicadores. La actividad de las fábricas en marzo en China cayó a su peor nivel desde el inicio de la pandemia hace dos años, según el Índice de Gerentes de Compras de Manufactura Caixin, una encuesta privada centrada en las empresas más pequeñas orientadas a la exportación. El PMI oficial también indicó una contracción en los sectores manufacturero y de servicios en marzo.

El golpe al consumo a causa de los los cierres y el hecho de que más residentes se queden en casa en lugar de ir de compras o viajar sigue empeorando. Los datos del lunes mostraron una caída del 10,9% en las ventas de vehículos en marzo con respecto al año anterior, tras un aumento del 4,7% en febrero.

Los ingresos por turismo durante el festival Qingming, la fiesta nacional de tres días de duración que tuvo lugar la semana pasada, disminuyeron un 31% con respecto al año pasado, hasta los $18.800 millones de yuanes (US$3.000 millones), según datos oficiales. Eso equivale al 39% del nivel anterior a la pandemia de 2019, dijo el Ministerio de Cultura y Turismo.

Presiones sobre los precios

Los cierres también han hecho subir los precios de las verduras, que se dispararon un 17,2% interanual en marzo, frente a una caída del 0,1% en febrero. Además, aumenta la preocupación de que las restricciones a la movilidad amenacen la siembra de primavera en la región del noreste, la fuente más importante de arroz, soja y maíz del país.

Esto significa que “el riesgo de escasez de alimentos puede aumentar en el segundo semestre, añadiendo más presión al empeoramiento de la escasez mundial de alimentos causada por la invasión de Rusia a Ucrania”, dijeron el lunes en una nota los economistas de Nomura Holdings Inc. (8604) dirigidos por Lu Ting. El aumento de la inflación de los precios de los alimentos y la energía puede limitar el espacio para que el Banco Popular de China recorte los tipos de interés a pesar del rápido empeoramiento de la economía, escribió Nomura.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.