Temporada invernal en Colombia: agro, transporte y servicios públicos en jaque

La temporada de lluvias en Colombia irá hasta los primeros días de junio. Los cierres viales, el manejo de residuos y la producción agropecuaria son claves

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Bogotá — La temporada invernal en Colombia inició hace unas semanas y por la magnitud de las lluvias se está convirtiendo en todo un reto para los sectores de transporte, agropecuario y de servicios públicos.

Si bien hasta en Colombia solo se ha reportado el cierre de la vía Aguazul-Pajarito, entre los departamentos de Boyacá y Casanare, el frente vial está en alerta para evitar colapsos.

“Es un tema complejo, tenemos el cierre total de la vía Aguazul – Pajarito, los demás han sido cierres parciales en donde con el trabajo de los concesionarios y la labor del Invías siempre hemos tenido atención inmediata y en 3, 4 o 5 horas se ha logrado reestablecer de alguna manera la movilidad en al menos un carril”, dijo Ángela María Orozco, ministra de Transporte.

Pero no es un problema exclusivo del transporte terrestre, en los últimos días la operación aérea también se ha visto afectada, aunque aún en una magnitud baja, por factores climáticos. Retrasos en los vueltos, internacionales principalmente, han sido las principales quejas de los viajeros.

Las proyecciones indican que la temporada traerá consigo lluvias eléctricas, vendavales y granizadas, motivo por el cual Veolia manifestó que urge generar conciencia entre los ciudadanos para reducir los riesgos de la temporada invernal, “Muchas personas todavía tienen el hábito de llevar desechos a canales de aguas lluvias y alcantarillas, poniendo en riesgo a nuestras comunidades; debemos generar conciencia en el tema y entendimiento sobre la relación directa entre la inadecuada gestión de residuos, el mal uso del alcantarillado y las emergencias que se dan en esta época de invierno” indicó Jhon Jairo Martínez, Director de residuos para Veolia en Colombia.

Desde la compañía, que gestiona residuos sólidos municipales para 1,6 millones de hogares en alrededor de 5 millones de kilómetros de barrido y limpieza en vía pública, advierten que no se deben arrojar basuras, desperdicios o escombros a calles, ríos, caños o quebradas, porque esto puede producir encharcamientos, taponamientos e inundaciones.

Martínez, recordó además que el Código Nacional de Policía contempla sanciones por arrojar en las redes de alcantarillado, acueducto y de aguas lluvias, cualquier objeto, sustancia, residuo, escombros, lodos, combustibles y lubricantes, que alteren u obstruyan el normal funcionamiento y que el incumplimiento puede acarrear multas de hasta 32 SMDLV.

La ministra Orozco aseguró que “el invierno está siendo complejo y tenemos un trabajo permanente y conjunto con concesionarios e Invías y hay carreteras que no dependen del gobierno sino de las gobernaciones y municipios y en algunos casos cuando tenemos maquinaria cerca nos apoyamos mutuamente”.

El otro sector en alerta por cuenta de las lluvias es el agropecuario. Si bien aún es pronto para dar un balance de cuánto afectaron las lluvias a los cultivos, sí hay certeza de que se requiere el apoyo del Estado para sortear las dificultades que traerán.

“Es muy difícil tener un reporte actualizado porque este es un escenario que cambia todos los días y va empeorando desafortunadamente. Creemos que a finales del mes se tendrán unas primeras cifras del consolidado nacional, no solamente del impacto en las áreas sembradas sino también de lo que pueda ocurrir en materia del inventario de animales que se pueda ver afectado por lo que está ocurriendo con las lluvias”, aseguró Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia.

El Gobierno dispuso $80 mil millones del seguro agropecuario en el Presupuesto General de la Nación, pero los agricultores consideran que es insuficiente. “Son 7 millones de hectáreas que se deben asegurar y esos recursos no alcanzan para más de 400 mil hectáreas, y claro, eso requiere un esfuerzo fiscal, pero es la mejor seguridad que pueden tener los productores”, agregó Jorge Bedoya.

Finalmente, advirtió que los daños que puedan generarse por las lluvias dependerán de la prolongación de la temporada y de su intensidad, “si hay mayor saturación de los suelos se pueden generar enfermedades y eso redunda en menor productividad y quizá en menor oferta de alimentos, y en un escenario de alta inflación como el que tenemos pues no contribuiría a aliviar el costo para los consumidores”, concluyó Bedoya.