Técnicos del BanRepública en Colombia ven inflación al cierre de 2022 en 7,1%

En 2023 tampoco alcanzaría a cerrar dentro del rango meta de la Junta. La proyección muestra el IPC en 4,8% para el cierre del próximo año

Banco de la República de Colombia.
02 de mayo, 2022 | 07:34 PM

Bogotá — En el más reciente informe de política monetaria del Banco de la República, el equipo técnico del Emisor colombiano aseguró que está proyectando que la inflación termine este año alrededor del 7,1%.

De acuerdo con el informe las presiones alcistas originadas en el exterior están siendo más fuertes y duraderas que las previstas en el Informe anterior, con lo cual la indexación de algunos precios se daría a tasas más altas y conduciría a una inflación más elevada y persistente en el horizonte de pronóstico.

Dice, además, que el conflicto bélico en Ucrania, la política de cero tolerancias al Covid en China y la alta inflación externa estarían llevando a que los precios internacionales de las materias primas y de los bienes en general mantengan altos niveles, y a que continúen los problemas globales logísticos y de transporte.

Asimismo, según el documento, se ha registrado un fuerte aumento de los precios internacionales de los alimentos y de algunos insumos necesarios para la producción interna de los mismos.

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Esto ha generado presiones alcistas más acentuadas y persistentes sobre los precios al consumidor en Colombia que las proyectadas anteriormente, por lo cual se considera el principal factor detrás del incremento importante en la senda esperada para la inflación total.

Añade que a estos choques externos se suman una oferta agropecuaria interna reducida y una indexación a tasas más altas a partir de 2023, que tendría efectos al alza sobre el IPC.

No obstante, dice que en esta oportunidad se prevé una mejora de los TI, lo que contribuiría a un comportamiento de la tasa de cambio real que ejercería algunas presiones a la baja sobre la inflación en el horizonte de pronóstico.

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El pronóstico actual también considera una demanda que pierde dinamismo en lo que resta de año desde los altos niveles alcanzados a finales de 2021 y que lleva a una estimación de la brecha del producto en niveles cercanos a cero en el horizonte de pronóstico.

Todo lo anterior sucedería bajo una política monetaria que se seguiría ajustando de manera activa para impedir que las expectativas de inflación se desanclen y garantizar así la convergencia de la inflación a su meta.

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Este último objetivo se alcanzaría más allá del horizonte de pronóstico de este Informe, cuando se habrán diluido las presiones de origen externo, las cuales deberían empezar a ceder gradualmente a partir del segundo y tercer trimestre del presente año, y en la medida en que la indexación se registre a tasas más cercanas a la meta.

El pronóstico también supone que los ajustes de los precios de los combustibles se presentarían desde el segundo semestre de 2022 y que desde comienzos de 2024 desaparecerían los efectos de los alivios de impuestos que aún están vigentes.

Tomando todo esto en cuenta, se sigue esperando que la inflación total anual alcance un punto máximo en el segundo trimestre de este año (8,5%) y que a partir de allí empiece a reducirse paulatinamente, cerrando 2022 en 7,1% y 2023 en 4,8%.

Este pronóstico contempla la reversión de alivios que aún permanecen activos y que se darían entre 2022 y 2023, así como los días sin IVA programados para 2022.

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Sin embargo, no contempla los posibles efectos de las recientes rebajas de aranceles en buena parte de los renglones económicos, como tampoco las jornadas del día sin IVA que se realizarían en 2023.

Estas estimaciones mantienen un amplio margen de incertidumbre, asociado principalmente con la evolución de las condiciones externas y su traspaso a los precios internos, así como con la alta volatilidad que le imprime a la inflación las jornadas del día sin IVA, el fin de la emergencia sanitaria y otros alivios en impuestos.