Santa Cruz — Emapa, la empresa nacional de alimentos que compra la producción de granos a través de cupos está en el ojo de la tormenta por comercializar maíz transgénico y de contrabando traído de Argentina, pero ¿quién está a cargo de esta empresa? Aquí un perfil de Franklin Flores, el gerente.
El tema que más preocupa a los productores agrícolas y a la población boliviana es la seguridad alimentaria en medio de una crisis mundial de insumos alimenticios y subida de precios. Entre tanto, en Bolivia, el responsable de la estatal que debería velar por la seguridad alimentaria es un político del partido de Evo Morales que estudió Derecho en la Universidad Mayor de San Andrés pero no se conoce si terminó la carrera o tiene los registros para ejercerla. Bloomberg Línea comprobó que su nombre no aparece en el Registro Público de la Abogacía (RPA) dependiente del gobierno. Según juristas laborales, para el cargo público que ocupa Franklin Richard Flores Córdova, mínimamente se debería ser profesional con todas las certificaciones del caso, incluido el RPA.
Otro tema que se le cuestiona es la falta de experiencia en el área de producción de alimentos. Para los empresarios del agro de Santa Cruz, el departamento agrícola por excelencia, el puesto le queda grande y Flores no cuenta con el conocimiento necesario de cómo funciona el aparato productivo. “Estos son cargos políticos, las empresas estatales deberían tener en cuenta perfiles técnicos, hay gente capacitada para estos cargos que no es tomada en cuenta. Emapa debería estar manejada por un ingeniero de alimentos, por un agrónomo, algún dirigente del mismo agro con experiencia, pero no por un político que jamás ha sabido lo que es sembrar y perder una cosecha ni garantizar la producción de alimentos”, dijo Luis Fernando Chávez, productor de girasol y soya de la región del Chaco boliviano.
Flores ingresó como gerente de Emapa el 26 de mayo de 2021, durante el gobierno de Luis Arce. Su nombramiento directo le llegó luego de haber perdido las elecciones al cargo de gobernador de La Paz. Antes de ser candidato, Flores fue diputado. Durante su campaña electoral se vio envuelto en un embrollo puesto que fue denunciado por ser responsable de un accidente de tránsito mientras se encontraba en estado de ebriedad.
Flores era cercano a Evo Morales, líder máximo del partido de gobierno. Se conoce que Morales apoyó y celebró su candidatura a la gobernación. Franklin Flores tiene 53 años, nació en La Paz en la población de Sica Sica el 8 de julio de 1979. Inició sus estudios primarios una escuelita rural de este pueblo indígena de raíz indígena Aimara. Luego se mudaría a La Paz donde fue ascendiendo en el mundo político. En esta etapa de su vida Flores se volvió un dirigente universitario e ingresó a las filas del MAS. Recordemos que los liderazgos universitarios vienen siendo muy cuestionados por que muchos usan esos cargos como palestra política sin siquiera terminar la carrera.
En mayo de 2010 Flores fue electo como concejal del municipio de Sica Sica, cargo que ocupó hasta julio de 2014. Luego, en 2015, ganó un curul como diputado durante la última gestión de gobierno de Evo Morales. Al salir del cargo en 2020 siguió activo en las filas del MAS esperando una nueva candidatura. La misma llegó cuando lo nombraron candidato a gobernador de La Paz, sin embargo, no logró conquistar los votos necesarios y perdió las elecciones en segunda vuelta ante Santos Quispe, un líder indígena hijo de un reconocido político, Felipe Quispe.
En esas elecciones subnacionales, Santos Quispe de la agrupación ciudadana Jallalla ganó con el 55,23% mientras que Flores del partido político de Evo Morales obtuvo un 44,77%. Bloomberg Línea intentó comunicarse con Emapa para solicitar una entrevista con su gerente general pero no tuvimos respuesta.
En declaraciones públicas recientes, el gerente de la estatal dijo que “Emapa está generando gastos importantes. Por un lado, apoya al productor primario, al productor de maíz, comprándolo a buen precio, y también apoya al comprador, al sector pecuario, rebajando los costos, y esa diferencia cubre el Gobierno. El presidente Luis Arce ya ha provisto los recursos económicos para garantizar ese maíz con subvención y para garantizar mayor volumen de siembra de maíz”. También negó las acusaciones de que la empresa estatal acopie y comercialice maíz transgénico de contrabando traído de Argentina. Pero las pruebas hechas hace pocos días por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) al maíz que se encuentra en los mercado de Santa Cruz dicen lo contrario. El maíz que se comercializa en Santa Cruz es transgénico y, según el estudio hecho por productores del Norte Integrado, el maíz encontrado en camiones de Emapa también. Todo el producto transgénico es ingresado de manera ilegal y de contrabando por la frontera con Argentina puesto que el gobierno no autoriza la producción, importación, y comercialización de transgénicos.
Para Vicente Gutiérrez, director de La Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (PROMASOR), el Estado debería tomar en serio el tema porque se trata del derecho a la alimentación de la población. “Pero no hay señales del gobierno, no hay gente capacitada en los cargos, no hay incentivo en serio a los productores. Las políticas tienen que ser a largo plazo, pero acá se cambian según quien ocupe el cargo. Cada municipio debería tener una vocación agrícola y se debería coordinar con las alcaldías para ver qué puede ofrecer cada municipio. Pero el gobierno no produce información ni estudios, este es un problema porque no permite planificar”.
Gutiérrez critica no solo la falta de experiencia del gerente de Emapa, Franklin Flores, en el tema productivo sino que cuestionó más a profundidad las gestiones gubernamentales en políticas alimentarias. “El gobierno mientras nos prohíbe los transgénicos debería estar haciendo un trabajo de negociación de nuevos mercados con los consulados de países europeos que consumen todo orgánico. Para eso están los diplomáticos, son agentes de negociación del país pero no estamos viendo resultados de ningún tipo. Entonces no se permite ni una cosa ni la otra. Hay cambio constante de autoridades y vemos que todos ocupan cargos políticos y no por mérito”, explica.
Eliazer Arellano, líder de los productores del norte integrado se une a las críticas y en exclusiva para Bloomberg Línea hace una denuncia más dura: “Hay un negociado del gobierno y una cúpula de políticos que usa los cupos de Emapa. Mi persona, por ejemplo, no puede vender maíz a Emapa porque no tengo cupo. Tengo que vender a los que consiguen los cupos. Hay un tal Jhonny Torrico que tiene más de 12 mil toneladas de cupos en Emapa. El compra barato a los productores como yo. Nos compra a 90 bolivianos el quintal y lo vende a 120 bolivianos al gobierno que está subsidiando el maíz. En 12 mil toneladas son más de 3 millones de bolivianos. Por eso hay tanta pelea por los cupos y son cargos muy deseados. Ese es el negocio detrás de la empresa Emapa”, denuncia.
Arellano dice que su sector no descansará hasta lograr “la renuncia de Franklin Flores de Emapa y del ministro Néstor Huanca. Además pedimos que saquen al hermano del ex ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Wilson Cáceres. Sabemos que su hermano, Milton Cáceres Cárdenas, está como gerente de la planta de Emapa, es el que manda en San Pedro, estamos cansados de estos políticos que solo viven de cargos públicos y desfalcan a las instituciones. Tomaremos medidas más serias si no se toman acciones porque aquí el único que queda mal es el gobierno”.
Recordemos que el ex ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Wilson Cáceres, fue destituido por el presidente Luis Arce luego de que se hizo público que contrató a su expareja como jefa de gabinete. A esto se suma la denuncia de que su hermano trabaja en Emapa como parte de “una cúpula del MAS”.
Por otro lado, Arellano pidió a los parlamentarios que se intervenga la empresa estatal y se ordene una auditoría para ver qué está pasando realmente en Emapa.