Colombia es el país de la región más sensible a los movimientos del dólar

Un análisis asegura que, aunque los fundamentales sugieren que debería estar entre los $4.120 y $4.170, se mantendrá en el segundo semestre alrededor de $4.300

Bloomberg Línea
22 de julio, 2022 | 04:00 AM

Bogotá — En lo corrido de julio la tasa de cambio se ha visto sometida a un contexto de volatilidad particularmente elevado. Esto llevó a que la Tasa Representativa del Mercado (TRM) marcara nuevos máximos históricos consecutivamente desde el 4 de julio, superando así la referencia de $4.154 registrada el 20 de marzo de 2020 y dejando un nuevo máximo de $4.627 el pasado 13 de julio.

Un reciente análisis del Grupo Bancolombia sugiere que este movimiento prendió muchas alarmas por el impacto financiero que representa para muchas empresas y hogares, llevando a una situación macroeconómica más desafiante, sobre todo en la medida que se puede sumar como un factor de presión adicional sobre los precios en medio del contexto inflacionario más retador para el país en lo que va del presente siglo.

Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: TwitterFacebook e Instagram

Para el grupo de economistas de la entidad financiera es valioso resaltar que, además de lo que ya se ha hecho evidente con la corrección de los últimos días, la situación macroeconómica del país no es coherente con esos registros tan elevados de tasa de cambio.

PUBLICIDAD

Dice que una situación como la vivida entre el 4 y el 13 de julio, si bien no es descartable que se pueda repetir ante ciertas circunstancias en el corto plazo, fue resultado de la combinación de un contexto internacional particularmente turbulento con la incertidumbre que prevalece respecto al futuro manejo de la política económica que hará el gobierno electo en Colombia durante los próximos años.

VER +
El dólar se frena en Colombia: ¿Habrá movimientos fuertes con la divisa?

El grupo financiero dice que, a nivel internacional, el 2022 ha sido un año caracterizado por la prevalencia de fuentes de turbulencia. La combinación del nerviosismo que ocasionó el inicio del conflicto bélico en Europa del este con el consecuente incremento de los precios de las materias primas, la afectación del crecimiento económico de China por la persistencia de la política cero-Covid y un contexto inflacionario que ha detonado en una reacción agresiva por parte de la mayoría de bancos centrales del mundo han llevado a que crezca la perspectiva de que la economía internacional, en particular la de Estados Unidos, podría enfrentar una situación de recesión en lo que queda de 2022 o durante 2023.

Bancolombia agrega que este conjunto de choques ha conducido a la consolidación de un sentimiento de aversión al riesgo en los mercados financieros internacionales, en medio de una tendencia de reducción continua en la liquidez disponible.

PUBLICIDAD

Además, dice que la consecuencia natural ha sido que el 2022 se ha caracterizado por ser un año desafiante en términos de los flujos financieros hacia las economías emergentes, solo superado con lo sucedido en 2020.

Además, Bancolombia sostiene que esta tendencia de aversión al riesgo se exacerbó desde los primeros días de junio y se intensifico con el ajuste realizado por la Reserva Federal, cuando entidad tomó la decisión del mayor incremento de tasa de interés desde 1994.

Del mismo modo, dice el análisis de Bancolombia que es destacable que, en la región como un todo, la incertidumbre política se ha consolidado como un factor que ha incrementado la percepción de riesgo en los últimos años.

Dice también que de materializarse el regreso de Lula a la presidencia de Brasil en las elecciones de octubre próximo como lo vienen anticipando las encuestas, todas las grandes economías de la región estarían siendo dirigidas en el corto plazo por administraciones con una propuesta económica menos ortodoxa. Así pues, el factor de incertidumbre política no es exclusivo de Colombia y solo explicaría una parte del mayor debilitamiento que sufrió el peso colombiano en las últimas semanas en comparación con monedas como las de México, Perú o Brasil.

VER +
¿Es hora de intervenir el dólar en Colombia para evitar que llegue a los $5.000?

Consideran los analistas que la vulnerabilidad externa es el factor que ha llevado a que en la tasa de cambio de Colombia exhiba una transmisión desproporcionalmente elevada de la situación financiera internacional. Esto se haría evidente en que, Chile y Colombia son, entre las principales economías de América Latina, las que tuvieron el mayor déficit de cuenta corriente en 2021 y que persistiría en el 2022.

Esta característica hace más sensibles a estos países por su dependencia de los flujos financieros para mantener un relativo equilibrio en el comportamiento de sus mercados cambiarios y que, cuando estos se ven perturbados, sus monedas sean las que reaccionan en mayor medida.

Bancolombia agrega que para el caso de Colombia, esta hipótesis la valida el resultado del análisis de sensibilidad de las monedas de América Latina frente al DXY.

PUBLICIDAD

Sostiene que el peso colombiano es, entre todas, la moneda que más se ve afectada en los periodos en que el dólar se fortalece, capturado a través de la elasticidad frente al DXY, o ante eventos que detonen un deterioro de la percepción de riesgo frente a la región, medido a través de la elasticidad contra el EMBI.

Dice también que en este caso, se puede ver que el rango de variación de la elasticidad es muy similar en ambos casos para Brasil y Colombia, los dos países con la posición fiscal más frágil entre la muestra, pero el promedio es notablemente superior para nuestro país.

VER +
Peso colombiano, la segunda moneda más depreciada del mundo en julio frente al dólar

Entre tanto, es de destacar que el ejercicio arroja una baja incidencia del precio del petróleo sobre la tasa de cambio en la actual coyuntura. Esta menor incidencia del principal producto de exportación se explicaría porque el efecto neto de la situación positiva de los precios del petróleo en los términos de intercambio no ha sido tan relevante como en otros ciclos positivos del pasado de las materias primas, gracias a la combinación de una menor producción interna de petróleo con una mayor importación de bienes.

Así pues, la vulnerabilidad externa y fiscal de Colombia, en un contexto de incertidumbre local y condiciones financieras menos holgadas son la causa de la gran volatilidad a la que se vio sometida la moneda en las semanas previas.

PUBLICIDAD

Bancolombia concluyó que en el corto plazo (segundo semestre 2022 y 20223) los modelos arrojan que una tasa de cambio coherente con los fundamentales macroeconómicos locales y con un nivel de percepción de riesgo cercano al promedio de las últimas semanas sería entre $4.120 y $4.170.

Desde este punto de vista, registros de tasa de cambio superiores o inferiores a estos niveles serían resultado de factores coyunturales, como el estrés que han vivido los mercados financieros recientemente, y deberían ser preeminentemente transitorios.