Sergio Berensztein: “La gestión económica es más responsabilidad de CFK que nunca”

El analista político argentino conversó con Bloomberg Línea sobre la crisis política y económica que atraviesa el Frente de Todos y el país. También contó los resultados de las recientes encuestas que realiza

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Buenos Aires — Politólogo. Historiador. Analista político. Comunicador. Pero también, una figura escuchada por lo que se denomina como el “círculo rojo” argentino, que lo consulta y también consume las encuestas que elabora. Sergio Berensztein tiene un vasto recorrido como analista de la política y economía argentina.

En diálogo telefónico con Bloomberg Línea, repasa la actualidad del Frente de Todos, los movimientos de sus dos principales referentes ─Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner─ en medio de una crisis política y financiera, que perjudicará a ambos, mientras se evapora la base electoral del oficialismo.

En los relevamientos que realiza, observa en la población sentimientos vinculados a la depresión: bronca, frustración, desesperanza, angustia y miedo. Como resultado, no ve un único canalizador, sino distintos emergentes que pueden resultar de esta difícil coyuntura que atraviesan la Argentina y los argentinos.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

¿Qué significa que, en este contexto de tensión financiera y crisis económica, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner rompa el silencio para manifestarse sobre su situación judicial?

Sergio Berensztein: Pone de manifiesto que las preocupaciones de Cristina, su agenda más relevante, tiene poco que ver con la economía y las demandas de la sociedad. Está focalizada en los problemas que la atañen a ella. En un contexto en el cual toda su estrategia judicial parece haber colapsado: los recursos extraordinarios, tratar de frenar o postergar los juicios más complejos que tiene, particularmente el de vialidad que es fundamental, porque si se prueba ahí está el origen del dinero, de la fortuna. Su narrativa de intentar deslegitimar a toda la Justicia tiene un problema: las pruebas. A diferencia de otros casos, donde parecen haber habido sesgos en contra de determinadas figuras políticas, como Lula (Da Silva), en el caso de CFK su problema es la evidencia. Lula en todo caso pudo probar en la Justicia su inocencia. Cristina quiere imponer un argumento político (el lawfare). Esa es su principal preocupación porque su futuro depende de ello. En el contexto de una crisis económica que está escalando y que pone en juego su liderazgo, ella cree que lo más importante no es eso sino su situación judicial.

La salida de ministros cercanos al presidente Alberto Fernández no fue sucedida por figuras ─o agendas─ más vinculadas al kirchnerismo. En ese sentido, ¿cómo queda parado ahora el Frente de Todos?

Sergio Berensztein: La estrategia de Cristina, con (Martín) Guzmán, era convertirse en la principal crítica. La oposición no tenía un discurso crítico de la economía preciso, porque le costaba y le cuesta hablar de economía. Se siente corresponsable de esta crisis, y de hecho lo es. Esta crisis se precipitó a partir del 2018. Ese vacío de narrativa opositora le permitía a CFK desdoblarse ─en una jugada compleja desde lo político y comprensible desde lo electoral─ y criticar para capitalizar el desgaste que generaba la política económica de Guzmán. Al mismo tiempo bloqueaba algunas de las políticas de Guzmán, en particular las energéticas. Con el reemplazo de Guzmán y de Kulfas, eso ya no es posible. Si bien intenta seguir tomando distancia, claramente el haber forzado la remoción de ambos funcionarios ─más Kulfas que Guzmán─ la deja en un lugar más incómodo. Porque pase lo que pase ahora, la gestión económica es más responsabilidad de ella que nunca. En parte el silencio tiene que ver con eso. Ella no habla, La Cámpora tampoco, pero muchos sectores del ecosistema ultra k ─CTA, piqueteros, Grabois─, se están manifestando en contra del programa de Batakis. ¿Eso tiene que ver con una orden de CFK, o con un reflejo natural de estos sectores?

No terminó de comprender cuál es la ganancia de CFK y el kirchnerismo con estos cambios (Scioli por Kulfas y Batakis por Guzmán), que no parecerían ser un giro en las políticas que sostenían los predecesores.

Sergio Berensztein: No buscaría lógica. Estás en un momento en el cual la crisis encontró una dinámica propia, los actores no tienen una línea consistente ni mucho menos. Hay mucha improvisación, mal cálculo, información y diagnósticos erróneos. Frente a eso, los errores hacen que finalmente uno termina más encerrado. Alberto Fernández enfrenta una disyuntiva aún más complicada. Si intenta avanzar con las promesas de Batakis, profundiza la pelea con Cristina. Si no hace nada, profundizará el colapso económico y financiero que atraviesa Argentina. Haga lo que haga paga un costo altísimo y si no hace nada es el más alto de todos. Cuando te pasa eso, obviamente estás en una situación que tiende a congelarse. ¿Cuál es el control de daños de Alberto? No está claro. Cristina también es parte de eso. Ella pensó que el problema era Guzman. El problema es la deuda con el Fondo. En definitiva el problema de Cristina es la realidad, no Guzmán.

¿Cree que el Gobierno es consciente de la crisis que atraviesa el país?

Sergio Berensztein: ¿Qué es el Gobierno?

El Presidente.

Sergio Berensztein: Mi sensación es que él es bastante consciente, pero cree que tiene algún margen que, en la práctica, no tiene. Mi sensación es que él no tiene noción de la velocidad de los acontecimientos. La dinámica de la demanda de dinero, que está cayendo a una velocidad impresionante. La velocidad en la cual se ajustan los comportamientos de la sociedad, es extraordinaria. Venís rápidamente en una escalada inflacionaria que no tiene un disparador externo, sino una lógica interna. Seguís emitiendo a un ritmo desopilante. En un escenario en el que vas a tener que seguir emitiendo.

Ante los anuncios ─y los acontecimientos de estos días─ de movilizaciones por parte de sectores cercanos ─o aliados─ al Gobierno, ¿ve un escenario de mayor escalada de la conflictividad social?

Sergio Berensztein: Diría que la movilización no significa necesariamente conflictividad. A veces al contrario. A veces las movilizaciones lo que hacen es contener la conflictividad porque tienen un efecto catártico. Las transferencias directas a estos segmentos siguen siendo muy significativas. En todo caso la pelea es por más plata. Por ejemplo el reclamo por el ingreso universal, que en todo caso será un poco más de recursos. Hay un doble propósito de corto plazo para compensar la caída real que genera esta inflación desbocada. Pero sobre todo hay un intento de contener electoralmente la base del oficialismo que por supuesto en un contexto como este se está evaporando.

¿Qué está viendo en las encuestas?

Lo que marcan es bronca, frustración, desesperanza, angustia y miedo. Sentimientos de depresión. Entendibles, pero emergentes distintos. Frente a eso, no se si necesariamente se ve un entorno de conflicto.

Y cómo se puede canalizar ese descontento. ¿Javier Milei puede ser una alternativa?

Sergio Berensztein: Noté que, al margen de los errores discursivos, la figura de Milei, que había tenido una especie de impulso en el contexto postelectoral, empezaba a experimentar un desgaste bastante rápido. Mantiene una intención de voto del sector liberal más duro, pero perdió bastante margen. Lo que pude detectar es este cambio en el humor social. Cada vez más gente siente angustia. ¿Cómo se canaliza políticamente? Hipótesis: es probable que no tenga una consecuencia si no variás. Algunos no irán a votar. Es probable que algo se te mueva a sectores que intenten capitalizar este nuevo sentimiento. No imagino a Milei con capacidad de flexibilizar su propuesta para intentar empatizar con este nuevo registro. Hay que ver si alguno de los dirigentes lo logra. Puede que haya alguna candidatura que intente ─dentro o fuera de JxC─ capitalizar esa nueva forma de expresión de la sociedad. Me cuesta pensar en un emergente único.

En estas últimas semanas y días se lo vio nuevamente activo al expresidente Mauricio Macri. ¿Cree que intentará ir por un segundo mandato?

Sergio Berensztein: Creo que las candidaturas se irán definiendo a marzo del año que viene. Hasta ese momento es todo especulación. Aún su imagen negativa es alta, pero quizás esta crisis tan aguda le generen un margen de oportunidad.